Protégeme (Draco Malfoy)

Ella está bien

Zathura POV

-Te quiero- dijo Draco tan hermosamente, mi piel se erizó al escucharlo de sus labios, pero mi corazón se destrozó cuando lo vi marcharse hacía el castillo.

Él había dicho adiós, probablemente para siempre.

Me quedé pasmada unos segundos, mi pecho dolía, pero mis ojos también dolían por tantas lágrimas, obtuve lo que quería ¿no? Que él se alejara de mí, entonces ¿por qué no estoy feliz?.

Caminé lentamente por los pasillos, con el sentimiento de que algo me faltaba y mi corazón roto.

-<<Tonterías>>- pronuncié para que la Dama Gorda me dejara entrar y atravesé el hueco de la pared.

Me dirigía decidida a mi habitación pero una mano me lo impidió.

-¿A dónde cree que va señorita?- dijo Fred con voz formal y una sonrisa, pero esta desapareció cuando me giré y pudo ver mis ojos probablemente hinchados y rojos.

-Oye, Záthura- saludó George acercándose a nosotros pero Fred le dirigió una mirada severa y este regresó por donde había venido.

-Deberíamos salir

-¿Por qué? Estoy bien, solo necesito subir a mi habitación...

-Vamos- sentenció con una voz autoritaria que no le había oído antes y me vi obligada a seguirle.

Salimos nuevamente por el hueco de la pared y Fred me guio por los pasillos hasta encontrar un aula abierta.

-Bien, ahora me dirás que te ocurre- la voz de Fred era seria, demasiado para mi gusto, toda su aura relajada y juguetona había desaparecido y ahora era fría y autoritaria.

-¡Que no me pasa nada!

-¿Me crees idiota?

-No- contesté evadiendo su mirada penetrante.

-¿Pretendes que crea que estas bien?

-No...

-¿Entonces?

Me quedé paralizada, mis labios secos, no sabía que debía contestar, no podía simplemente contarle lo que había pasado, me quedé callada unos segundos, ninguna palabra salía de mi boca.

-¿Es sobre ese algo que no puedes contarme?- preguntó Fred, esta vez su semblante era más relajado, pero ahora se torcía en una mueca de preocupación.

Mi ojos se abrieron como platos, es verdad que Fred me conoce muy bien, o al menos eh sido más abierta con él de lo que normalmente soy. Asentí lentamente y él se acercó un poco a mí, esta vez colocó sus manos sobre mis hombros y acarició mis brazos suavemente, y me di cuenta de cuanto deseaba aquello, algo de cariño, aunque no fuese de él, aunque no fuese de Draco.

-Me preocupas- susurró Fred, conmoviéndome.

-Eres un tonto- respondí en un susurro con una pequeña sonrisa y le abracé, porque le agradecía que se preocupara por mí, porque estar en sus brazos hacía que doliera menos, porque lo necesitaba.

Draco y Fred, seguramente las dos personas más importantes para mí en este momento, uno con la capacidad de romperme el corazón y el otro que ya lo hizo.

Fred me apretó con fuerza contra él y nos quedamos así por un rato, era muy reconfortante y aligeraba el dolor tan solo un poco.

-Fred...- dejé escapar suavemente aun en sus brazos y mi cabeza recostada en su pecho.