Melodía a Piano

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Hola a todos! esta vez estoy mas libre y pude actualizar pronto. Estaba deseando llegar a este capítulo, les explicaré como va la cosa: en este cap conoceremos más del pasado de nuestra pequeña Záthura y también sobre sus talentos, aclaro que el personaje no me pertenece, es de una amiga, y estoy intentando hacerla lo más fiel posible, es la historia original ella si canta y compone (pueden creer que sea un personaje secundario???) entonces, acá colocaré la letra de la canción y entre los "<<>>" colocaré lo que representa para ella o la razón que la impulsó a escribir esa frase. Las canciones si las elegí yo, así irá todo mas acorde :) si desean oír la canción la colocaré en la sección multimedia. Ninguna de las canciones me pertenece. Sin mas espero que les guste, díganme en los comentarios que les pareció.

Luego de ese encuentro Záthura se hallaba aún más ansiosa, si había estado encaprichada con el chico de cabello rubio ahora lo estaba más, no podía olvidar el contacto de sus dedos con la pálida piel de Draco, intentaba olvidarlo durante el día y prestar atención a sus clases, pero en las noches cuando iba a dormir y solo estaba ella con sus pensamientos no podía evitar revivir el recuerdo y la sensación que había experimentado en ese momento, dando además, rienda suelta a su imaginación, rápidamente Cuidado de Criaturas Mágicas se había convertido en su clase favorita, junto con Defensa Contra las Artes Oscuras, le hubiera encantado decir que era por Hagrid y el profesor Lupin, pero la realidad es que le encantaban porque esas eran las clases que compartían con los Slyfherins, y por ende, con Draco ¿Qué pensaría él si supiera que ella le llama por su nombre en su mente?.

Draco por supuesto se había enterado de la procedencia de la chica pelirroja, cuando estuvieron en la enfermería ella misma lo había dicho, era una sangre sucia, pero el rubio no quería aceptarlo, quizá eso había sido una broma, pero si había dudado Pansy Parkinson había despejado sus dudas, la pelinegra le había tomado tanta rabia a la pelirroja luego de su encuentro en el pasillo que quería que todos se enteraran de que la chica era una impura, y claro, ella era significativamente superior, por poseer un linaje de pureza.

El ojigrís se encontraba sentado en su cama, era sábado y sus compañeros de cuarto había decidido ir a Hosmeade, él se había quedado, no le apetecía ir, giró la cabeza a todas direcciones para asegurarse de que no había nadie y entonces de un escondite que se encontraba en alguna parte del marco de su cama sacó la pequeña caja hexagonal de una rana de chocolate, la observó unos segundos, aun no sabía porque no podía solo tirarla a la basura, quería deshacerse de ella, porque cuando la veía recordaba a la sangre sucia, pero no podía, por más que lo intentara, y aun mas no podía evitar admirarla de vez en cuando <<¿Qué estoy haciendo? Es ridículo>> pensó, era lo mismo que se decía cada vez que sacaba la cajita de su escondite, nuevamente intentó tirarla pero fue imposible, así que se rindió, como había ocurrido ya varias veces y la regresó al escondite.

Ya había transcurrido un tiempo desde el inicio de las clases Záthura había dejado de lado sus hobbys para poder concentrarse en las clases, pero no podía contener sus ganas de tocar el piano y entonar dulces notas con sus labios, sus dedos anhelaban tocar las teclas de un piano, casi tanto como anhelaban la piel de Draco.

Era lunes y Záthura había terminado ya sus deberes, así que decidió ir a las orillas del Lago Negro, cuyo lugar se había vuelto su favorito, iba de camino desde la biblioteca hacía la salida del castillo cuando pasó al lado un salón que normalmente se encontraba cerrado, pero extrañamente en esa ocasión estaba abierto, sintió curiosidad y se acercó para ver que contenía, y se encontró con una sala llena de instrumentos, violines, trompetas, flautas, y más importante aún, un gran y elegante piano de cola, aunque lucia algo antiguo; al parecer el lugar era una especie de aula de música, Záthura no conocía muy bien el castillo así que no estaba muy segura, sin darse cuenta ya estaba a un lado del piano, se sintió insegura por un momento, definitivamente deseaba tocar, pero no sabía si se metería en algún problema por ello, pero al igual que como llegó hasta el instrumento ya estaba sentada en el banquillo, suspiró profundamente cerrando los ojos, se quedó así un segundo y luego sus dedos se posaron en la teclas del piano en la posición adecuada, como ella tan bien conocía desde los 6 años, aunque había transcurrido un buen tiempo desde la última vez que se vio cara a cara con el instrumento, el cual le encantaba, y la había llenado de dicha, aun en la terrible oscuridad, al menos por breves instantes, tocó una canción corta para entrar un poco en calor, sus dedos se deslizaban ágilmente por las teclas, recordaba vívidamente el primer momento en el que sus dedos había tenido contacto con las frías teclas de un piano y a la vez tan cálidas, fue cuando tenía 6 años.

Protégeme (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora