Protégeme (Draco Malfoy)

Si, Pero No

Holis, se que estuve mega perdida, pero ando en tesis :( me costó mucho poder escribirlo porque siento que perdí la poca práctica que tenía, así que quizá no está increíble, pero bueno, es algo. Voy a hacer un intento para actualizar el fic con Fred esta semana pero no aseguro nada, espero les guste.

P.D: la canción es una de mis obsesiones del momento xd

Záthura POV

Fred me arrastró de regreso al baile, aun en contra de mi voluntad, y si solo hay una cosa peor que hacer algo en contra de tu voluntad es además fingir que no es así, sentí como la calidez se alejaba lentamente de mi cuerpo hasta ya no existir en él, aunque fingía tener una gran sonrisa en el rostro.

-¿De verdad no te estaba molestando?- preguntó Fred aun desconfiado por la posición en la que había descubierto a Draco.

-Sí, de verdad, solo me lo eh encontrado en el pasillo.

-Hmm...- añadió aun no muy convencido, sin embargo parece que decidió olvidar el tema – estuviste muy bien- me felicitó con mucho entusiasmo.

-¿Eso crees? Gracias- respondí con honestidad dedicándole una pequeña sonrisa.

Caminábamos más bien a paso lento de regreso al baile, nuestras manos se rozaban sutilmente en su rítmico balanceo, cuando noté que sus dedos se habían acercado a los míos y en instante nuestras manos estaban entrelazadas.

-¿Para quién era la última canción?- soltó de repente como quien no quiere la cosa.

Por un momento entré en pánico, ya que decirle la verdad no era factible y el recuerdo fugaz de los labios de Draco pasó por mi mente.

-¿Para qué quieres saber?- intenté evadir, aunque parecía más bien un intento patético.

-¿Qué tal si era para mí?- preguntó en un tono serio logrando tensarme, aunque luego soltó una carcajada.

-Sí, claro- le seguí la broma y dándole un pequeño empujón de juego.

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Me desperté tarde en la mañana luego del baile. Sentí las cuerdas vocales algo cansadas, sabía que aquel día mi voz se oiría probablemente rasposa, me quedé en silencio observando el techo endoselado de mi cama, reviviendo aquel momento con Draco, y como no me había dado cuenta de lo mucho que lo necesitaba hasta que sus labios estuvieron en los míos, me sentí realmente estúpida por haber siquiera pensado en los labios de Fred antes, y me agradecí a mí misma por no haber cedido, porque me acabo de dar cuenta de que solamente los deseaba por despecho.

Decidí levantarme, aunque no tuviera ganas, pero mi estómago reclamaba comida, razón por la que solo me coloqué una chaqueta color rosa y la bufanda cubriendo gran parte de mi rostro, debía mantener tibia mi garganta si quería cuidar mi voz.

Bajé a la Sala Común y no vi a nadie mayor al segundo curso, probablemente estaban durmiendo luego del baile. Mi cabello sin peinar desde la noche anterior estaba dentro de mi chaqueta y realmente se sentía calientito.

Serví mi plato de todo lo que pude encontrar en el Gran Comedor, realmente estaba hambrienta y aprovechando que no había mucha gente me olvidé de los modales, me hacía gracia como ni siquiera los profesores estaban presentes en su mesa, a exención de la profesora McGonagal de quien no podría esperar menos.

Mi estómago estaba lleno y motivada por el aburrimiento decidí hacer un paseo por el castillo y de manera involuntaria mis pies me llevaron al salón de música, como era de esperarse de un domingo, estaba vacío e inconscientemente dejé escapar una risilla, tomé ya mi acostumbrado puesto en el banquillo del piano, sin pensarlo 2 veces empecé a tocar, el sonido cálido y reconfortante de las cuerdas del piano me invadió.