THREE

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[Maratón: 1/4]


Suspiro, caminando calle abajo, dirigiéndome a casa luego de otra entrevista que fue terriblemente mal. A las personas no les hace gracia contratar a una chica que apenas terminó la secundaria. Mientras camino mi teléfono empieza a sonar, busco dentro de mi bolso y saco de el, viendo un número desconocido en el identificador. Lo contesto cautelosamente antes de colocar el teléfono en mi oído.

—¿Hola?

—___, es Jason. —Oigo la voz de Jason salir del aparato.

—¿Jason? —Dejo salir un largo suspiro—. ¿Qué puedo hacer por ti?

—Estaré en un apartamento en diez minutos, quiero hablar acerca de la misión que te dije. —Me informa y logro escuchar una bocina en algún lugar distante. ¿Ya está en camino?

—Ok, e-estaré lista. —Tartamudeo, caminando un poco más rápido.

—Bien. —Es todo lo que dice antes de colgar.


Pongo mi teléfono de nuevo en mi bolso una vez que llego a mi edificio. Levanto la mirada y frunzo el ceño cuando veo ropa y mobiliario afuera en la grava, los indigentes empezaban a tomar las cosas para llevárselas, y el dueño salió arrojando más ropa al suelo.


—Oh, Dios. —Me quedo sin aire al darme cuenta que es mi ropa—. Señor Karish, ¿Qué está haciendo? —Trato de recoger mi ropa, pero la mayoría es arruinada por el lodo en el suelo, o llevada por los indigentes—. ¡Deténgase! —Lloro cuando el continúa arrogando mis cosas afuera—. ¿Por qué está haciendo esto? —Corro hacia él cuando cruza sus brazos sobre su pecho y me mira.

—Te dije que me pagaras antes de que terminara el mes, y eso fue hace tres meses. —Dice con su marcado acento indio, negando con su cabeza hacia mí—. No más. Toma tus cosas y vete.

—Por favor, por favor, sólo deme una semana más, por favor. —Ruego, sintiendo como mi garganta se cierra—. No tengo a donde ir. Le prometo que conseguiré un trabajo y le pagaré su dinero, por favor.


Él suspira, dándome una mirada solidaria.


—Lo siento, pero ya te di suficiente tiempo. Estoy dispuesto a olvidar el dinero que me debes, pero tienes que irte. No puedo dejar que te quedes. Hay gente ahí afuera que están dispuestas a pagar por vivir aquí, no soy un albergue de gente sin hogar, esto es un negocio que yo dirijo y no puedo hacerlo sin dinero. ¡Así que, por favor, vete! —Dicho eso, gira sobre sus talones y se dirige dentro del edificio, azotando la puerta detrás de él.


Las lágrimas amenazan con salir de mis ojos cuando volteo y veo que la mayoría de mis cosas ya no están, sólo hay un par de prendas arruinadas regadas por el lodo.


—Oh, Dios. —Suspiro, sintiendo como todas las lágrimas que he estado reteniendo por los últimos meses salen.


¿Qué voy a hacer ahora?

Camino hasta las prendas sucias, levantándola y viendo si puedo salvar algunas de la terrible condición en las que están. Siento que gotas comienzan a caer sobre mi cabeza. Levanto la mirada y veo que empieza a llover. ¡Oh, tienes que estar jugando! Dejo caer mi cabeza hacia atrás, dejando salir un gruñido mientras más lágrimas caen en cascada por mis mejillas. Todo se está viniendo abajo sin él. ¡Todo!

Twisted. |Español|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora