FOUR

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[Maratón: 2/4]


Jason McCann.


Ella se sienta en el otro extremo de la cama, con sus piernas cruzadas mientras escucha atentamente lo que tengo que decir. Sus ojos revoloteando incontables veces cuando le digo lo que tiene hacer.


—Se trata de este tipo, su nombre es Abe, no tienes que saber que me ha hecho o porque voy a ir detrás de él, todo lo que necesitas saber es que es del tipo de animal fiestero, y usualmente se mete en muchos problemas cuando va a un club, esa es la única manera que tengo de llegar a él, porque es el único momento en el que está solo.

—¿Qué quieres que haga? —Pregunta con voz suave, sus dedos jugueteando con el pelaje de la manta debajo de nosotros.

—Quiero que seas una distracción para él. Es un maldito cerdo hormonal, no puede evitarlo, así que estoy completamente seguro que él te querrá apenas te vea.

—¿Quererme? —Susurra. Sus ojos se agrandan ligeramente, el miedo llenándolos en un instante.

—No te preocupes, sólo necesito que lo mantengas ocupado y que consigas que te lleve a su casa, una vez que él esté ahí mi equipo y yo entraremos y asaltaremos el lugar. —Le explico, tratando de calmarla, pero parece aún más asustada ahora—. ¿Qué está mal? —Pregunto con suavidad, acercando mi cuerpo a ella.

—Nada. —Susurra, mirando abajo hacia sus manos.

—Dulzura... —La llamo, elevando su rostro con mis dedos debajo de su barbilla—. Me puedes decir, no me molestaré.


La veo tragar saliva, sus ojos mirando a todos lados en la habitación, pero sin llegar a mis ojos.


—¿N-no estaría traicionando a Dom si hago esto? —Frunzo el ceño, haciéndola suspirar y explicarse mejor—. Lo más probable sea que tenga que besar a este tipo para mantenerlo ocupado, y no sé si tu sepas, pero eso sería romper el voto que le hice a Dom cuando nos casamos.


Dejo salir mi aliento, viéndola sorprendido. Dios, la lealtad que ella muestra por Dom es increíble, de verdad ama a ese pedazo de mierda, y ella merece algo mucho mejor que él.


—Lo sé, pero... —Cierro los ojos por un momento, no puedo seguir siendo bueno con ella, no va a funcionar, ella va a jugar conmigo y va a utilizar esos ojos de perrito todo el tiempo, sabiendo que me hará ceder y no puedo dejar que eso suceda. Abro los ojos y me encojo de hombros hacia ella—. Pero si no lo haces, Dom no saldrá. Así de simple.


Ella frunce el entrecejo, mirando por un segundo antes asentir.


—Lo haré. —Puedo decir que no quiere hacerlo, se siente incómoda con ello, pero sólo porque sacará a Dom de la cárcel, lo hará.—. Siento haberte molestado. —Susurra sin mirarme.

—¿A qué te refieres? —La miro confundido, dejando a mi cabeza ir un poco a un lado mientras vuelvo a levantar la suya—. No me molestaste. —Susurro, paseando mi pulgar por su labio inferior.

—Te veías molesto. —Exhala, su mirada cayendo sobre mi mano debajo de su barbilla antes de volver a mis ojos, sus mejillas cubriéndose de un color rosa claro.

Twisted. |Español|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora