FIVE

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[Maratón: 3/4]


Dejo salir mi aliento débilmente, caminando fuera de mi habitación, vistiendo el vestido que Jason me compró esta tarde. Mis tacones hacían el familiar sonido de click-clack cuando me contoneo bajando las escaleras. Jason está parado en la puerta principal junto a su hermano, Alex, su pie impacientemente golpeando contra el suelo y no despega la mirada de su reloj. Alcanzo el último escalón y aclaro mi garganta, pisando en el piso de madera dura.


—¿Están esperando por mí?


Las cabezas de ambos giran hacia mí al mismo tiempo, sus labios caen separados y sus ojos se abren aún más, cejas elevándose. Jason es el primero en salir del aturdimiento y aclarar su garganta.


—Sí, vamos. —Me hace una seña y camino hasta su brazo extendido, dejándolo llevarme, pasando a su paralizado hermano y hasta su auto que está estacionado afuera—. Te ves asombrosa. —Susurra en mi oído, su caliente aliento chocando contra mi piel.

—Gracias. —Me sonrojo, tragando y mirando a mis pies.

—Barbilla arriba, princesa. —Él sonríe, deteniéndose junto al auto y levantando mi rostro con sus dedos debajo de mi barbilla—. Tú puedes con esto. —Arrastra su dedo por mi barbilla—. Yo sé que puedes, así que no estés asustada, ¿Está bien? —Suspiro, asintiendo, mi corazón golpeando en mi pecho.

—Está bien.

—Vamos. —Me indica que entre al auto luego de abrir la puerta del pasajero.


Aquí vamos.




—¿Puedes oírme? —Pregunto por el pequeño micrófono que está colgado debajo de mi vestido, viendo por la esquina de mi ojo a la mesa donde Jason estaba con Alex y algunos chicos de su pandilla.

—Te tenemos, todo va a estar bien. —La voz rasposa de Jason sale del auricular puesta seguramente en mi oído izquierdo, mi cabello cubriéndola bien, confirmando casi de inmediato.


Asiento hacia nadie en particular y me dirijo a la barra del bar. Veo al hombre del que Jason me hablo, Abe, a un par de metros, hablando con un grupo que consiste mayormente en mujeres. Muerdo mi labio nerviosamente y lentamente me acerco.


—Oh Dios... —Boqueo falsamente cuando me estrello contra él.

—¿Qué mierd-...? —Se detiene a la mitad de la oración cuando me ve, levantando una ceja ligeramente mientras yo me estabilizo sobre mis pies.

—Lo siento. —Digo, sonando sin aliento y estiro un poco mi vestido, exponiendo deliberadamente mi clavícula un poco más—. Soy tan tonta. —Añado, metiendo mi cabello detrás de mi oído derecho, mirándolo tímidamente.

—Está bien. —Dice rápidamente, alejándose de sus amigos cuyos ojos están en mí, hombre babeando, mujeres chillando—. ¿Te encuentras bien?

—Sí, gracias. —Le sonrío, haciéndolo separar sus labios. Los hombres son tan fáciles de manipular—. De nuevo, lo siento. —Digo, dedicándole una pequeña sonrisa antes de girar, sacudiendo mi cabello en el proceso y preparándome para alejarme de él.

Twisted. |Español|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora