Mi cabeza daba vueltas y apenas podía poner orden a mis pensamientos, todo parecía como si me encontrara en una habitación a oscuras llena de pajaros que revoloteaban enloquecidos y yo debía leer la biblia con una caja de cerillas mojadas como única fuente de luz.
Alejandro se apartó de mí y me miró a los ojos fijamente, supuse que podía adivinar toda mi confusión en aquel momento y por eso me dió un poco de tregua en aquel momento. Cuando por fin pude responder de mis acciones susurré unas palabras "¿Que...significa esto?"
- Entiendo que estés en shock... Quizás no debí besarte.
- Pe-pero... ¿Porque me besaste?
- ¿No lo he dicho ya? Porque te amo, te quiero con locura.
- Yo también te quiero... Pero un beso... Eso es algo...
- Creo que no me has entendido. "Te amo" en el sentido romántico de la palabra.
- ¿Ha-hablas de amor?
- Sí, estoy enamorado de tí Elliot...desde que tengo memoria.
- Pero... Nosotros... Tu y yo...
- Se lo que piensas... Esto debe ser raro pero... Es lo que siento por tí.
- Mientes...
- No miento... Se que los dos somos hombres... Pero el amor no entiende de sexo y... Esos son mis sentimientos.
- No me refiero a eso... Conozco el concepto de homosexualidad aunque no pueda entenderlo... Pero... ¿Como que estás enamorado de mi?
- ¿Eh?
- Quiero decir... ¿A quien le gustaría alguien como yo? Alguien que no puede vivir por si mismo... Que no puede hacer algo bien...
- No soy psicólogo ni nada parecido... Pero me gustas... Y todo lo que dices es mentira, solo te estás subestimando.
- ...
- Me gustas de verdad -dijo al fin- Y te amo... Quiero abrazarte, besarte y estar contigo y...
- Y-yo... No se que decir...
- No te preocupes... Entiendo que no sientas lo mismo... Pero al menos quería ser sincero contigo y... Bueno... Dime al menos que seguimos siendo amigos.
- Creo... Que me iré a mi cuarto...
- Vale... Buenas noches...
- Hasta mañana...
Y dicho aquello dejé la habitación con mi corazón latiendo con fuerza hasta pasado un buen rato. Aquella promesa que le hice a Alejandro no la cumplí al final, al día siguiente permanecí encerrado en mi cuarto hasta que escuché que se iba y entonces salí de casa a dar una vuelta. No quería encontrarmelo durante un buen tiempo ya que no quería tener que mantener una conversación incómoda con él sobre lo que pasó el día anterior, así el tiempo fue pasando, los días y las semanas hasta que la nieve de febrero se derritió sobre las flores de abril. Me dolía mucho tener que esquivarlo, quería estar con él, no quería perderlo de nuevo pero no sabía como llevar el asunto de una manera más o menos buena. Nunca se me habían dado bien las relaciones sociales y supongo que no iba a aprender de un día para otro, por eso... Solo esperé y esperé.Descubrí que ya no solo las clases eran aburridas sino todo lo demás. La existencia era gris y consistía en una monotonía que todos cumplíamos a rajatabla, las clases dejaron de parecerme tan malas comparadas con la realidad y acabé asistiendo 5 días a la semana solo para tener una excusa por la que no ver a Alejandro.
Catherine se dió cuenta de mi cambio de humor y estuvo bastante tiempo pensando en una forma de sacar el tema de forma sutil, al ver que yo no quería responder sus indirectas decidió hacer la pregunta claramente. Estábamos dando clases como siempre y el profesor estaba explicando una vieja historia sobre los juicios de la antigua Grecia y de la ejecución de Sócrates cuando Catherine me habló en voz baja.
- ¿Que te pasa Elliot?
- No me pasa nada.
- Mientes, antes odiabas las clases y ahora vienes cada día.
- Han empezado a gustarme.
- No me lo creo.
- Es la verdad.
- ¿Es por Alejandro?
- ...
- Lo sabía, hablé con el hace poco y me ha dicho que no te ve desde hace un tiempo, al parecer te pasó algo con él pero no quiso decirmelo.
- Solo... Tengo miedo de como pueda reaccionar.
- ¿Hmm?
- No se como actuar frente a él sin que sea incómodo... Y... Opté por esquivarlo...
- Quizás deberías hablar con él... Si es tu amigo todo saldrá bien...
- Si bueno...
- Lo extrañas ¿Verdad?
- Sí...
- Pues deberías hablarle antes de que sea tarde...
- Supongo...que sí.
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La Ciudad De La Luz (GAY)
Roman d'amour1887: Elliot es un joven francés, hijo menor de una familia de la alta burguesía parisina. Su familia está llena de triunfadores y de gente increíble pero él no consigue encontrar su vocación en la vida. Por suerte siempre tuvo a su lado a su amigo...