Tras aquella charla no volvimos a tocar el tema durante el tiempo que duraron las clases.
Al salir, la brisa de primavera nos dió en toda la cara pero eso no fue lo importante, al salir de la universidad ví a Alejandro esperando frente a la puerta como lo hizo la última vez. En ese mismo instante volví a sentir ese calor en mi pecho, Catherine pareció darse cuenta.
- Le dije hace unos días que viniera a verte, deberías hablar con él ahora que lo tienes delante.
- No es tan facil...
- Sí lo es, ve de una vez y no quiero volver a verte mañana aquí en las clases.
- ...
Catherine me dió un pequeño empujón y luego se alejó caminando en dirección a su casa. Yo por otra parte seguí caminando lentamente hacia Alejandro el cual me miraba de vez en cuando.
- Ho-hola -dije con algo de timidez-.
- Hola... Hace tiempo que no nos vemos...
- Sí... -dije cruzándome de brazos y mirando a otro lado con tristeza- Puede que te estuviera esquivando un poco.
- Es culpa mía... Fui un poco brusco... Gracias por no contarselo a nadie.
- Te quiero... Y no quiero que te vayas.
- Parecías bien sin mí.
- No... A decir verdad no lo he estado desde que empecé a alejarme de tí...
- ¿Que?
- Todo... Es aburrido sin tí... Ahora recuerdo lo que sentí cuando te fuiste...
- Yo también te he extrañado Elliot.
- Pero tu pudiste seguir adelante -dije con una sonrisa nostálgica- Yo me hundí en una depresión muy intensa...
- Te equivocas...
- ¿Uh?
- Intenté pasar página con otras personas... Pero tu dejaste en mí un vacío que solo tú puedes llenar.
- Exageras...
- No lo hago... Puede que no lo entiendas pero... Estoy enamorado de tí -dijo tomando una de mis manos- Y no sabes lo mal que lo he pasado al pensar que no volvería a verte más...
- Alex...
- Y luego vine a París y te ví de nuevo, habías cambiado mucho pero eres el mismo Elliot al que amo...
- ...
- Siento haberme explicado tan mal la última vez... Supongo que me dejé llevar un poco... Estabas desnudo en mi cama después de todo.
- ¡N-no digas eso en público!
- Lo siento -sonrió-.
- Y... ¿No será un poco extraño que tomes mi mano delante de todos?
- Para los demás esto solo es un simple apretón de manos -me suelta la mano- Se como guardar las apariencias.
Tras aquella pequeña conversación caminamos en silencio de vuelta a casa, escogimos caminos estrechos, callejones y calles poco visitadas para poder hablar tranquilos sin problemas. Hablamos de aquella noche, sobre lo que sentía Alejandro por mí y sobre otras cosas hasta que la conversación no dió más de sí y se volvió un silencio, el cual ambos utilizamos para reflexionar.
Íbamos por una calle cercana a mi casa, los altos edificios generaban una gran sombra que hacían de aquella pequeña senda de baldosas de piedra un lugar frío al cual no llegaban los rayos del Sol. Yo iba mirando al suelo intentando encontrar las palabras concretas con las que expresar mis sentimientos.
- Alex...
- ¿Elliot?
- Yo... Siento... Haberte hecho pensar que estaba enfadado contigo... O que me dabas asco... O algo así.
- Nunca pensé que sentías eso.
- Mi comportamiento dice lo contrario.
- Lo se, pero te conozco y también sé que estabas confuso en aquel momento.
- Lo estaba... No sabía si estabas bromeando o... No se...
- No bromeaba, eran mis verdaderos sentimientos.
- Lo sé... Y... Bueno...
- Vamos, di lo que quieras decir.
- Me gustó como me abrazabas...
- ¿Hmm?
- Hace tiempo soñé algo... No se si ocurrió de verdad o solo fue un sueño... La verdad es que no lo recuerdo bien... Ocurrió cuamdo éramos pequeños y estábamos jugando a escondidas en el ático, entonces yo me caí...
- Y te clavaste una astilla.
- S-sí... Así que de verdad ocurrió.
- Eras pequeño... Y un poco torpe, por eso siempre recuerdo que solías hacerte daño.
- Co-como iba diciendo... -dije algo sonrojado- Yo me caí y tu me curaste inmediatamente... Luego me abrazaste con fuerza, tus brazos eran cálidos y cómodos...
- ¿Y a que viene eso ahora?
- Cuando me besaste aquella noche... Me abrazaste con esa misma calidez y ... Ahora tienes los brazos más desarrollados... Y... Y...
- Creo que estás llegando a tu límite.
- S-sí...
- ¿Quieres que te vuelva a abrazar de esa forma?
- ...
- No me molesta si es lo que piensas, en realidad me gusta. Eres pequeño y tierno de abrazar.
- Callate... Estamos en un lugar público.
- Todo puede explicarse Elliot... -dijo posando su mano derecha en mi cabeza- A menos que haya pruebas sólidas, tú mismo deberías saber eso...
- No... Has cambiado nada...
- Me gustaría decir lo mismo de tí.
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La Ciudad De La Luz (GAY)
Romance1887: Elliot es un joven francés, hijo menor de una familia de la alta burguesía parisina. Su familia está llena de triunfadores y de gente increíble pero él no consigue encontrar su vocación en la vida. Por suerte siempre tuvo a su lado a su amigo...