Después de desayunar los dos fuimos hacia la universidad a pie, no tardamos demasiado y las clases aún no habían empezado. Estuvimos un rato hablando y cuando empezaron a llegar más estudiantes nos separamos, Alejandro se alejó tras despedirme de mí y yo me quedé observandolo hasta que su silueta desapareció de mi vista. Después de eso me adentré en el edificio para empezar las clases.
Las clases fueron aburridas, como siempre, no despertaban ningún interés en mí. Aquellas clases viejas y aburridas impartidas por un profesor más viejo y aburrido todavía eran insufribles. Leyes, penas, sanciones, multas, delitos... todas esas palabras volaban por el aula siendo escupidas por aquel hombre que ya tenía un pie en la tumba y la mitad del otro a poco de estarlo. Todo era gris, sin vida, emociones o colores.... solo un sistema sólido que le daba a cada acto su consecuencia, a cada delito su castigo. Y yo estaba allí, aprendiendo lo necesario para poder defender en un juicio a la escoria de la sociedad.
Por un momento se me pasaron las palabras de Alejandro por la cabeza "¿Te gusta el derecho?". La respuesta era obvia, clara y concisa... no, no me gustaba pero aún así me esforzaba para cumplir las expectativas de mi padre y mantenerme siendo el primero de la clase con la nota máxima. Para ello debía estudiar constituciones, códigos civiles y penales y muchísimas cosas más que no me interesaban para nada. Lo único que me consolaba es que yo, odiando aquella carrera fuera mejor estudiante que mis demás compañeros que estaban allí porque esa era su vocación... o quizás también hayan sido arrastrados aquí al igual que yo.
Lo único que me distraía y evitaba que muriera de aburrimiento en aquel lugar era la compañía de mi prometida. Catherine estudiaba derecho al igual que yo y se sentaba junto a mí en las clases, juntos aclarabamos las dudas del otro y así nos manteníamos en los dos mejores puestos de las clases. Ella era buena en la carrera, ella si sentía una pasión innegable por el derecho. Para ella todos los seres humanos son personas que merecen ser juzgadas y defendidas justamente en un juicio, sea un mendigo que robara un pedazo de pan o sea un asesino en serie. Aquella personalidad protectora hizo pensar a mi padre que ella sería una buena madre para mis hijos.
- Elliot.
- Si sigues así de distraído llamarás la atención del profesor.
- ¿Y que?
- Se que odias esto pero esfuerzate un poco, ya casi terminamos la clase de hoy.
- ¿Te acuerdas de Alejandro?
- ¿Como no acordarme? -dijo sonriendo- Es dificil olvidar a gente tan... atractiva.
- Bien...
- ¿Que pasa con él?
- Me dijo algo cuando supo que estudiaba derecho... "¿Te gusta esa carrera?".
- ¿Y que pasa con eso?
- Es la primera vez que alguien me pregunta eso... ni mi padre ni tu lo habeis hecho.
- No me hacía falta preguntar, lo supe el primer día.
- Bueno... Pero aun así él es el único que lo hizo. El es de la clase media-baja, no tiene una carrera ni estudios importantes... aún así es mas liberal que toda mi familia junta.
- Las futuras generaciones tienden al progreso... y tambien hay que decir que tu padre es un poco conservador...
- ¿Un poco? Si dependiera de él reviviría a Luis XIV y nos devolvería al absolutismo.
- Si... bueno... También es normal que tu amigo sea liberal, España está en plena restauración Borbónica y hay muchas revoluciones.
- ¿Crees que debería dejar la carrera? -dije cambiando de tema-.
- ¿Eh?
- Quiero decir... no quiero seguir estudiando esto.
- No es buena idea Elliot. Tu padre te deshedaría... y entonces mi familia no permitiría nuestra boda.
- ¿Y cual es el problema? ¿Porque no te casas con tu amante?
- Porque mi familia no lo permitiría, y tu eres un marido perfecto al que no le gusto y con el que puedo guardar las apariencias. Si mi familia me casara con un hombre posesivo mataría a mi amante.
- Osea que debo aguantar por tí.
- Somos amigos Elliot... y los amigos se ayudan, te necesito para que todo esto funcione...
- ...
- Además... ¿Que pasaría con Alejandro?
- ¿Eh?
- Si tu padre te deshereda y te abandona a tí que eres su hijo ¿Que pasará con alejandro que no tiene lazos de sangre con tu padre?
- ...
- Debes aguantar... por los dos... Y ambos te apoyamos en esto.
- Alex... él es el unico que me apoya.
- ¿Que?
- Si me apoyaras aceptarías mi decisión como lo habría hecho él... Pero no puedo culparte por ser egoista, todos lo somos de vez en cuando.
- ¿Que haras entonces?
- Aguantaré -suspiré- de todas formas solo tenemos clases una vez a la semana.
- Supongo que el dinero de nuestras familias tambien compra el titulo de graduado ¿no?
- Sí... Este mundo está tan corrupto...
- En este caso nos beneficia.
- Lo se.
Poco tiempo después terminaron las clases y por fin salí de aquella prisión en forma de institución pública. Al salir me encontré con alejandro en la puerta lo cual me sorprendió bastante. Catherine y yo caminamos hacia él para saludarlo, durante el trayecto ella sonrió.
- ¿Que es gracioso?
- Has sonreído.
- ¿eh? ¿Y que tiene de malo?
- Nada... solo que cuando sales de clases normalmente sales con una cara super seria que te dura varias horas. Yo nunca he podido hacerte sonreir pero solo con verlo a él te ha cambiado la cara.
- Me ha sorprendido ¿vale?
- Pero te ha hecho sonreir.
- ¿A donde quieres llegar?
- De verdad que te importa...
- ¿E-eh? pues claro que me importa...
- No esperaba esto de tí, te tomaba por una persona sin sentimientos.
- Pues los tengo... No se como llegaste a pensar algo así
- No importa.
- Hola Elliot... Hola... ¿Catherine? -dijo Alejandro cuando nos acercamos a él-.
- Si, te has aprendido mi nombre rápido.
- ¿Que haces aquí? -pregunté interrumpiendo su conversación-.
- Vine a por tí -dijo- Me parecía que necesitarías olvidar las clases por un momento.
- Acertaste de lleno -dijo Catherine-.
- ¿Caht?
- ¿Si, Elliot?
- ¿porque no te vas a tu casa o a algun lugar donde no molestes?
- Vale vale, veo que ya no me necesitas más... Adios Alejandro.
- Hasta luego.
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La Ciudad De La Luz (GAY)
Romansa1887: Elliot es un joven francés, hijo menor de una familia de la alta burguesía parisina. Su familia está llena de triunfadores y de gente increíble pero él no consigue encontrar su vocación en la vida. Por suerte siempre tuvo a su lado a su amigo...