Todo es posible en el mundo vampirico... Menos un embarazo. O tal vez si.
Existe una vieja leyenda que nadie conoce, o que crea que es verdad. ¿Leyenda? Por que ninguna vampira ha quedado embaraza... Hasta ahora.
Hola chicas y chicos, espero que estén bien, aquí solo quiero explicar lo que esta sucediendo en Nueva Orleans y que no surtan confusiones:
Hayleysi dijo que estaba embarazada pero mintió para conseguir que las brujas y los Mikaelson la ayudaran a encontrar a su familia, en teoría un complot (el complot fue con las brujas). La relación de los Mikaelson con Marcel es un poco mejor al igual que con Davina. Y la relación de Klaus y Camille es un poco mas definida, son como novios pero no. Y por los demás los sucesos son los mismos que en The Originals.
Ya eran las ocho de la mañana y estaba por llegar a Nueva Orleans. Seguía confundida, todo eran sucesos borrosos en mi mente. Solo sabia dos cosas. Estaba embaraza y era de Klaus. Bien me hubiese esperado todo pero no eso. Ni cuando estuve con Matt (Y era humana aun) eso estuvo cerca de pasarme. ¿Por que con el? Con Klaus. No puedo negar que siempre tuve sentimientos hacia el, y mentiría si dijera que ya lo olvide como si nada, y mas vale que Klaus no lo hubiese hecho o lo golpearía. No paraba de pensar que pasaría si el no lo aceptara, podría cuidar a mi bebe sola pero... Era algo mas que eso. Hasta ahora no había recibido ninguna llamada de los chicos, y esperaba que siguiera así, hasta encontrar una bruja que ocultara mi localización.
Bienvenidos a Nueva Orleans
Bien, ya llegue. En el camino había tomado casi todas las bolsas de sangre que mi mamá me había puesto, no se si eran por los nervios o solo tenia hambre. Por lo que yo sabia Klaus vivía en el Barrio Frances, así que no estaba tan perdida. Ahora solo tenia que buscar donde vivía, pero antes desayunaría y pensaría que decirle o decirles (supongo su familia también va a estar implicada).
El Barrio Frances posiblemente era el lugar mas fantástico que había visto en toda mi vida. No era complicado saber porque era la ciudad de Klaus. Había carnavales, pequeños y grandes, se escuchaba la hermosa música del saxofón y todas las personas reían. Estacione mi coche cerca de un lugar que había visto cuando di mi tercera vuelta en busca de algo que comer. En el lugar al que entre había bastante gente para ser apenas las 9:30, era una especie de restaurante-bar. Olía un poco alcohol lo que me produjo un pequeño dolor de cabeza pero el olor de unos hot cakes recién hechos me lo quito y abrió mi apetito.
Me sente en una mesa individual junto a una ventana para poder ver lo que sucedía en Nueva Orleans. Una simpática rubia se me acerco y me pregunto que si ya deseaba pedir.
– ¿Me puedes traer unos hot cakes y un jugo de naranja? - dije sonriéndole a la chica
– Por supuesto, en un momento te lo traigo - me dijo sonriendo. Unos momentos después la chica me trajo mi comida y para mi gusto era 4 ¡4! hot cakes. Mientras comía mis pensamientos volvieron. No podía parar de pensar en Klaus. Si el seguía sintiendo algo por mi sabia que el me cuidaría, a mi y al bebé. Solo que eso no era lo que me rodaba en mi cabeza. ¿Como íbamos a estar el y yo? Le confesé mis sentimientos y ahora iba a tener un bebé de él...
– Hola, Caroline - me dijo una voz que por alguna razón recordaba.
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– Rebekah - dije mirandola. Rebekah y yo no teníamos la mejor relación, pero tampoco la odiaba. Rebekah se sentó en la silla enfrente mío - Hola
– Caroline Forbes en Nueva Orleans – dijo ¿sorprendida? – Supongo vienes a ver a Nik
– Yo... Bueno... eh... - no sabia que decirle, ella estaba actuado con extremada cordialidad - Si - dije al fin
– ¿Para que? - me dijo
– Yo... - Bien, la pregunta del millón – Tengo que decirle algo
Rebekah me miro. Y luego me sonrío.
– No se que tienes diferente, Caroline, pero me agrada - me dijo. Eso no me lo esperaba
– ¿Nada de insultos, sarcasmo, decirme algo? - le dije extrañada
– Puedo insultarte, como dices o vamos con Nik - me dijo. Tal vez la Rebekah que no sufría de constantes agresiones era buena.
– Yo, bueno, tengo que encontrar donde quedarme así que luego... - No estaba lista para eso aun, ella me dio una mirada seria mientras yo me levantaba y dejaba un par de dólares – Hasta luego, Rebekah.
Di unos pasos hacia la puerta cuando sentí un pequeño mareo, di otro mas y esta vez se me nubló la vista y me tambalee un poco.
– ¿Caroline estas bien? - me dijo Rebekah que también se había levantado
– Si, si - dije, pero esta vez casi me caigo si no fuera por que Rebekah me ayudo
– No, no estas bien, vamos a mi casa allí podrás descansar - me hubiese tratado de resistir si no fuera porque estaba demasiado mareada para hacerlo.
Rebekah encontro mi coche y en el nos dirigimos a su casa, todo el camino estuve mareada, cuando llegamos a la entrada de su casa perdí el conocimiento.
