El Conde (Alois Y Tu)

Cambio

Ya había pasado una semana desde el inciden te en el calabozo y las heridas de (tn) iban bastante bien. Ya que Alois envío a Claus a buscar las mejores medicinas en el mundo.
Alois había empezado a trabajar, no como algo normal pero era un inicio. Cada vez que se sentaba en su escritorio para hacer algo productivo (tn) se sentaba en sus piernas para que el le acariciara el cabello. Para Alois esta era una terapia muy efectiva contra su problema de personalidad sádica. Ya que le calmaba y a la vez le relajaba pero lo que más le ayudaba era el saber que tenía algo que cuidar. A alguien para cuidar y mostrarle cariño pero lo más importante, alguien que no lo rechazaba.

Ya se había vuelto una costumbre que ella le llevará el te, que durmiera en su cama, que se dejará acariciar e incluso pasear por el jardín era algo de casi todos los días. Y pues bueno en una tarde de esos días llenos de sol empezó a caer una tormenta pero (tn) ya no se asustó porque sentía que había alguien que la protegía y que ya no estaba sola.
Y así ambos fueron a dormir en su ahora cama de 2 plazas compartida. (tn) se recostó en el pecho de Alois y el la acarició con cariño y luego la abrazo.
Alois: dime (tn) ya no te dan miedo los truenos?
Tn: no, ya no. Porque tu estas a mi lado.
Ante estas palabras Alois le dedicó una sonrisa sincera y se quedaron dormidos en esa posición.
Pero los malos recuerdos pueden asaltar a cualquiera.
La siguiente noche ambos se durmieron como siempre solo que Alois empezó a moverse y a gritar en medio de sus sueños. Lo que logró alertar y despertar a (tn).
Tn: he. Alois. Despierta. ¿Que te pasa?- le decía intentando despertarlo. Y por suerte Alois despertó,tenía los ojos rojos por las lágrimas.
Alois: (tn)!
Tn: Alois, estas bien?, quieres algo de tomar.- dijo levantándose de la cama. Sin embargo sintió una mano que se lo impedía.
Alois: no,no,.por favor no te vallas, no me dejes.
Tn: esta bien tranquilo- dijo mientras regresaba a la cama y esta vez fue Alois el que se refugio en el pecho y los brazos de (tn). Y de esa forma Alois logró dormir sin pesadillas hasta la mañana siguiente.