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•Negué rápidamente con la cabeza.
— No es así, creo que prefiero no hablar de este tema, Gaara. — musité, observando con una nostálgica mirada, el oscuro y aparentemente pacífico cielo, lleno de estrellas que adornaban la perfección absoluta.
El pelirrojo, abrió y cerró la boca, un par de veces, seguidas por unos cuántos profundos suspiros.
— Me siento incómoda y... aunque hayan pasado un poco más de dos años, creo que puedo hasta recordar la temperatura de esa fatídica noche, Gaara - kun. — hablé, rescatando algunos recuerdos pasados. — Siento que un ligero escalofrío recorre mi cuerpo, cada vez que lo mencionas. Y la verdad, no sé por qué demonios te empeñas en intentar ayudarme. — me crucé de brazos, parpadeando un par de veces.
— S-Supongo que debes sentirte presionada. — enunció, luego de un periodo de silencio.
— Yo prometí, jamás olvidarlo, aún si sé que me odia, que no me ama, que no piensa en mí o que no me recuerda. — suspiré. — Las promesas no se rompen, Gaara. Pero... por alguna razón, Lee rompió su promesa.
— ¿No crees que es extraño? — preguntó el pelirrojo.
— ¿Huh? ¿Extraño? — fruncí el ceño con sincera confusión. — ¿Qué puede ser extraño, Gaara? — me encogí de hombros y arraigue mis piernas hacia mi pecho.
— ¿Y si es alguna broma? — preguntó.
— ¡¿Broma?! ¡Él no haría algo como eso, Gaara! — chillé, abriendo mis ojos, mucho más de lo usual.
— Suenas intimidante. — musitó.
— Como sea... creo que pasaré un mejor momento si dejo de pensar en Lee. — tomé una bocanada de aire. — A propósito... ¿Te gusta, aquella chica con el nombre extravagante? — pregunté, interceptando sus ojos con una mirada pícara.
— ¿Extravagante? — se llevó el dedo índice a sus labios, con delicadeza.
— Ya sabes, Matsuri. — rodeé los ojos. — ¿Te atrae? ¿Sabes? Es completamente normal, de hecho, si pasaran mucho más tiempo de calidad, compartiendo ideas... — me quedé pensativa por unos momentos. — Puede que te llegue a agrad...
— ¡¿Pero qué estás diciendo?! — exclamó.
¡Boom! Una nueva faceta de Gaara.
Estaba realmente exaltado.
— ¡Oh, vamos, Gaara! — comencé a reír, mientras que el chico de ojos esmeralda, me observaba con extrañeza. — Es solo una broma. Ten un poco de "Sentido del humor" ¿Te parece? — sonreí.
Reacomodé mi posición, observando su rostro con determinación.
Segundos después, aquel, intento hacerse cargo de la suya.
Ambos detallábamos a cada uno, respectivamente.
Nos encontrábamos a la plena oscuridad de la noche, siendo alumbrados por una única y bella luz que emanaba de la gran luna, mientras era adornada por las estrellas. Sentados en un notorio saliente del Palacio del Kazekage.
— Entonces, Gaara. — murmuré, dándole un pequeño y suave golpe en el hombro.
Su cuerpo se tensó de inmediato.
— ¿Qué pasa? — preguntó, sujetando sus ropajes con ambas manos.
— ¿Que qué pasa? — alce una de mis cejas. — Yo soy la que redacta temas de conversación fluidas con normalidad y confianza, por parte de más importante. — me incliné hacia su rostro con dulzura y ligereza. — ¿Hay algo que quieras decirme, pelirrojo?
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Como Fuego y Agua •Rock Lee y Tú• ◀2▶
FanfictionYa han pasado tres años, desde que ___________ Nashuri ha observado esos ojos color negro y esos cabellos azabaches, de la misma forma. Sunagakure habrá podido cambiar su personalidad, arrebatos y locura. Gaara habrá podido captar su atención, anima...