ღ Capítulo 10 ღ

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La castaña sonrió con dificultad.

- ¿Esto va a tardar, Temari? - preguntó ella. Observaba la inerte olla de comida con ojos nostálgicos y mirada perdida.

La rubia chica suspiró con pesadez. Le había formulado la misma pregunta hace un par de minutos.

- ¡Ah! - se oyó un grito proveniente se los rosados labios de la menor, luego de que percibiese un sonido estridente de varios metales golpear el suelo con afán. - ¡Dios, lo lamento mucho, Temari! - se apresuró a decir, tomando con rapidez la recubierta de los utensilios de cocina.

La mayor observó muy detenidamente sus torpes movimientos.

- Me dirás lo que te ocurre. - sentenció con la mirada increíblemente intimidante y un tanto expectante. No era esa un pregunta, el tono usado era completamente imperativo.

La chica de castaños cabellos recogidos en dos bonitas coletas, suspiró y reclinó su espalda, brindándole una postura uniforme.

- No es nada importante. - extendió sus manos hacia el último cubierto que yacía en el suelo y tragó saliva cuando observó el rostro completamente incrédulo de la chica a su enfrente.

Se levantó del suelo, cruzando el pequeño pasillo de la amplia habitación, posando los ahora, empolvados y sucios cubiertos de metal en los blancos lavabos.

La silueta femenina de ojos color verde azulados no abandonaba ni pensaba abandonar su imponente mirada y su dominante postura.

Nashuri no pudo evitar pensar de que la cocina necesitaba urgentemente una limpieza en todo sentido.

La castaña dejó fluir el agua de las tuberías sobre sus manos; y restregando y limpiando aquellos utensilios, se deshizo de todo el polvo que estos portaban.

- ____________... - la rubia llamó su atención detrás de ella, mientras que la recién nombrada se forzó a cerrar los ojos con fuerza. - ¿Esto es sobre Gaara? - preguntó, cruzándose de brazos.

- No. - se apresuró a negar con la cabeza. - Claro que no. - volvió a decir. Suspiró pesadamente cuando cerró la llave del fregadero y extraía todos y cada uno de aquellos cubiertos. - Me preocupa Matsuri.

La mayor abrió los ojos con total sorpresa.

- ¿Matsuri? - intentó asimilar la situación, pero simplemente le era imposible. La chica nombrada le había sido tan indiferente a la castaña que sería demasiado ridículo suponer que ahora le importaba. - ¿Qué ocurre con Matsuri? - preguntó, queriendo tomar las riendas de la situación pero su tono de voz la delataba descomunalmente.

- ¿Acaso sabías que está enamorada de Gaara? - formuló, mientras se encogía de hombros. Tomó una pequeña toalla que yacía en uno de los bajos cajones de madera.

A Temari ahora le tocó tragar grueso. Y es que ella sabía completamente a qué se refería la chica a su enfrente.

- No importa. No estoy enojada. - sonrió, aunque le estuviera dando la espalda a la rubia. Se dedicó a secar delicadamente los cubiertos con aquella blanca y pequeña toalla. - Es solo que, hubiera sido mucho más plausible haberlo sabido antes. Me habría ahorrado demasiados problemas.

- ¿Problemas? - la mayor se adelantó a su posición mientras detenía una de sus manos sobre el hombro de la castaña.

- No es nada. - sonrió, luego de unos segundos de espera. Observaba fijamente los relucientes ojos de la chica a su lado.

Como Fuego y Agua •Rock Lee y Tú• ◀2▶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora