55 Días con Luke Hemmings

Día 39

Mientras caminaba hacia su cuarto, el teléfono de la casa comenzó a soñar.

- Blaze, ¿podrías contestar?

- ¿Qué crees que soy tu secretaria? - Buró levantándose del sillón y contestando el teléfono. La voz de una mujer la saludó inmediatamente.

- Hola, habla Jim del hospital Saint Vincent. Llamo para confirmar la cita de Lucas mañana a las 5:00. - dijo y Blaze de paralizó .

- ¿Saint Vincent? ¿Por qué llamarían a Luke?

- Uh, sí, mañana está perfecto. - respondió. Al colgar Blaze trató de controlar sus pensamientos. Podría ser simplemente un chequeo ¿cierto?

Subió las escaleras hasta el cuarto de Luke donde lo encontró poniéndose una playera.

- Dame un segundo, amor. Ya casi estoy listo.

- ¿A qué vas a Saint Vincent mañana? - preguntó. Luke se quedó congelado. - Es por un chequeo ¿verdad? - preguntó y él suspiró.

- Blaze... - dijo él y ella sintió su corazón detenerse.

- Luke, ¿qué está pasando?

- Blaze, y-yo tengo cáncer. - responde y ella lo mira fijamente.

- Yo n-no... ¿cáncer? - preguntó y el asiente sin atreverse a verla a los ojos.

Ella se sentó en la cama mirando al piso. Después de unos minutos, él se sienta a su lado.

Parecía que llevaban días sentados en silencio, tal vez eran horas o inclusive minutos.

- Blaze, por favor di algo. - suplicó

- ¿Por qué no me habías dicho? - dijo sin expresar emoción.

- No lo sé - dijo tomando su mano. Ella no le apretó la mano como siempre lo hacía, ni siquiera de movió.

- ¿Qué tipo? -preguntó finalmente. Él masajes sus manos mientras hablaba.

- Leucemia linfocítica, etapa cuatro.

- Por Dios - dijo rompiendo a llorar. Los sollozos silenciosos sacudian su cuerpo y las lágrimas corrían por sus mejillas. Por horas él la sostuvo mientras lloraba hasta que se cansó y se quedó dormida. Él se zafo de ella y camino hacia la cocina donde se encontraba su mamá.

- ¿Qué pasa? ¿Está todo bien? Escuché a Blaze llorar hace un rato - le preguntó mientras él husmeaba en el refrigerador.

- Le conté todo - respondió suspirando. Su madre lo miró.

- ¿Por fin? - preguntó a lo que el asintió.

- Lo tomó mejor de lo que esperaba, bueno, no se fue ni me gritó, así que lo tomo como una buena señal.

- Me alegra que le hayas dicho.

- ¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? - preguntó, todas sus barreras se derrumbaron y las lágrimas corrieron por sus mejillas, su madre lo abrazó miestras lloraba.

- Oh cariño, las peores cosas le pasan a las mejores personas - le respondió, él sacudió la cabeza y se limpió las lágrimas. Le sonrió débilmente antes de subir por las escaleras de nuevo.

Se recostó en la cama y abrazó a Blaze cerca de él.

-¿Puedo ir mañana contigo? - le preguntó tomandolo desprevenido.

- Claro - respiró - Por supuesto.

Ese fue el día que se enteró que Luke Hemmings estaba muriendo.

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Ya perdón no me maten, prometo no volver a desaparecer así.