-¡CUIDADO! -oí que alguien me advertía.
Sentí como me caía, me había golpeado la espalda con el suelo; había sentido un dolor tan fuerte, como si me la hubiese roto, cada vértebra de la columna partida. Me golpeé de nuevo la cabeza con un objeto que no pude reconocer, estaba derramando sangre por una gran brecha en mi mano y para colmo no podía levantarme. Este infierno no paraba, de nuevo oí la voz de un desconocido gritarme:
-¡LEVÁNTATE! ¡AGÁRRATE PARA NO VOLVER A GOLPEARTE!
Pero no podía, mi espalda estaba pegada al suelo y tenía muy poca fuerza.
-¡OYE! ¡CHICA! ¡NO TE DUERMAS!Lo cierto es que sentí mis ojos pesados, mis párpados se caían lentamente, mis pestañas estaban rozando mis mejillas, y esa persona volvió a gritar:
-¿¡NO LA ESTÁN VIENDO!? ¡AYÚDENME A LEVANTARLA!Sentí que mi cuerpo se alzaba y me ponían en dos de los asientos del tren.
Muchas personas hablaban a mi alrededor, seguramente las que me habían acostado para no sufrir más daños. Oía a gente llorar también, gritar, pedir ayuda y socorro, y yo quería levantarme y correr, irme de allí, pero no sentía mi cuerpo. Estaba empezando a ser consciente de lo que estaba pasando.
De repente empezó a sonar de mi móvil la canción de alarma que venía de fábrica, y empecé a abrir los ojos. Miré a mi habitación y estaba tumbada en mi cama. Moví un poco mi cuerpo para asegurarme de que podía moverme, y al comprobar que así era, me percaté de que sólo había sido una horrible y eterna pesadilla. Cogí el teléfono y apagué la alarma, me puse en pie y empecé a desnudarme. Cuando ya tenía el pijama quitado, llegué a mi armario, saqué la ropa que necesitaba y me vestí. Cogí las mismas deportivas de siempre, me hice una coleta y bajé a desayunar. En la cocina estaban mi hermana Taylor y mi hermano Chris.
-Buenos días. -saludó Chris.
-¡Hey! -sonreí a ambos y les di un abrazo a cada uno como saludo.
-¿Cómo has dormido? -preguntó mi hermana.
-He tenido una pesadilla, ¿y vosotros?
-Yo bastante bien. -alardeó Chris.
-¿Dónde están papá y mamá?
-Han ido a trabajar hace una hora. ¿Por qué preguntas lo mismo cada mañana, Lauren? -rió mi hermana.
-Lo olvido. -rasqué mi cabeza como señal de despiste.Después de esa charla mañanera mientras desayunábamos, me subí al coche para ir a la universidad. Yo estudiaba Psicología. Siempre me han llamado mucho la atención las mentes, las personas y la interacción entre los humanos, además de los sentimientos. Ayudar a personas era algo que me iba a hacer feliz en un futuro. Además, podría incluso ayudarme a mí misma, ¿quién sabe?
La Universidad de Psicología estaba compartida con la de Idiomas, algo que me parecía muy bien, ya que a mí también me gustaba el Español, y si Psicología no resultaba lo mío (aunque no lo creo) podría cambiar mi carrera. Soy practicamente bilingüe, pero me gustaría afianzar mi vocabulario y gramática en este idioma.
Finalmente llegué a los estacionamientos de la gran universidad, me bajé de mi coche, cogí el portátil y unas fotocopias y entré al edificio. Me dirigí a mis clases hasta que acabara la mañana, para volver a casa, y decirles a mis padres un tema que rondaba mucho mi cabeza.
Al fin terminaron las clases, salí del aula con determinación y prisa hacia mi auto. Conducí hasta una cafetería para espabilarme con una taza de café con leche. Me senté hasta que la camarera trajo mi pedido. Al momento de eso, sonó la campanilla que colgaba la puerta, que indicaba que alguien había entrado.
Una chica bastante baja, entró sonriendo y de prisa y abrazó a la camarera, que era bastante más alta que ella...y que yo.
Me recordaba a mí con Taylor, supuse que eran hermanas. No pude evitar estar pendiente de su conversación:
-¡DINAH!
-¡ALLY!
-Ponme un café Jane, que vengo dormida.
-¿Ahora te levantas? ¡Qué buena vida te pegas!
-Me quedé dormida el primer día de trabajo Dinah...esto es horrible.
-Ya se te ocurrirá algo Brooke. Siempre lo haces.
-Ya...bueno, gracias. Que sea para llevar, y sin leche.
-Aquí está.
-¿Cuánto es?
-Nada, regalo de la casa.
-Te debo una Dinah.
-Corre, anda.
-Espera, ¿sabes algo de Camila?
-No, ¿qué le ha pasado?
-Es su primer año en la Universidad, Dinah. Empezaba hoy, pero no nos ha comentado nada de su primer día. Dios quiera que esté bien.
-Estará bien, seguro que también se ha pegado a las sábanas.
-Esperemos que sea eso.Volvió a entrar alguien en el establecimiento.
-Hablando del rey de Roma...
-Hey chicas ¿de qué habláis?
-De tí, Camila. ¿Qué tal el primer día? -preguntó la camarera.
-Bien, me encanta Español.Siguieron hablando pero dejé de estar pendiente. Tomé mi café y fui a la barra a pagar.
-Perdona. -dije para llamar la atención de la llamada Dinah.
-¿Sí?
-Cóbrese.
-Son 2$.
-Aquí tiene.Miré por última vez a las tres chicas, prestándole más atención a la morena más delgada.
Salí del café, entré a mi coche y fui hasta mi casa.
Al llegar, me puse a hablar con mis padres del tema que tanto me preocupaba y que quería decirles ya.
Mis padres Mike y Clara siempre eran muy apegados a nosotros, sus hijos. Pero la Universidad estaba lejos de donde vivíamos, yo ya tenía 20 años, y quería mudarme. Hablarlo con ellos sería difícil, pero con o sin su ayuda tenía que independizarme.
-Papá, mamá, ya sabéis que la Universidad está lejos de aquí, necesito vivir más cerca, un piso o una casa que yo me pueda costear. Tengo mis ahorros, trabajé en verano de niñera.
-Bueno...pero...-dijo mi padre.
-Yo lo veo bien. -intervino mi madre.
-Está bien...te ayudaremos.
-Muchísimas gracias. -les abracé, feliz de que me hubieran permitido mudarme.
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DESAPARECERÁS. -Fanfic Camren.
RomanceDESAPARECERÁS; es un fanfic Camren (Camila Cabello y Lauren Jauregui) cuya protagonista es la segunda. Es la complicada historia de dos chicas de 19 y 20 años, respectivamente, que se conocen en unas situaciones que para Camila son muy extrañas. Pa...