"el engendro de la maldad"

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- te encargo a Elias- saque mi vista de la pc para observar que mi Sara me estaba comunicando algo. Con una ceja levantada y los auriculares en el cuello le conteste.

- ¿que? ¿donde vas? - pause el juego para ver como Sara se llevo la mano a su cabeza, para después negar en silencio.

-ayer te dije que mi madre necesitaba mi ayuda Andrés.- comento entre dientes.

- es cierto, lo siento no me acordaba- Sonreí coqueto, ella se llevo de nuevo la mano a su rostro.

-eres mi caso perdido Andrés- Sonreí levantándome y abrazándola. Ella paso sus manos por mi cuello y planto un dulce beso en mis labios, mientras que yo la atraía con mis brazos posados en su cintura. Cuando deshizo el abrazo, me lanzo un beso y se fue por la puerta.

Salí de la habitación y fui a la de Elias. El estaba durmiendo en su cuna, con su peluche de cerdito. Sonrei al ver esa hermosa escena, a pesar de tener un año seguía durmiendo en la cuna junto a su cerdito, me acerque a el y lo admire desde el borde de la cuna. Al parecer esta acción despertó al desquiciado bebe y me miro, sonrió y pidió que lo baje de la cuna. Cuando lo baje,este comenzó a correr por toda la casa, tirando todo lo que este a su alcance, cuando iba bajando las escaleras lo tome con las manos y lo eleve.

Andrés:ahora no te escaparas

Cuando termine de decirlo, el mordió mi brazo haciendo que lo suelte y liberando un grito de dolor. Cuando finalmente corrí hacia abajo, lo perdí de vista.

Andres: en donde mierda te has metido

Suspire con pesadez y empecé a buscarlo debajo de los muebles.
Habían pasado 15 minutos desde que no lo encontraba, cuando escuche el sonido de un vidrio romperse. Fui corriendo al lugar donde había ocurrido el ruido, para ver a Elias sobre la mesada tirando los platos lavados. Fui a su dirección, lo tome y lo regañe, lo que causo un lloriqueo de su parte. Lo lleve a su corral, y le puse una pelota; me senté en el sillón a observar como jugaba alegremente con ella. Sonó el teléfono en el piso de arriba, Sara me lo había llevado ahí cuando hable con luh, me levante del suave sillón y fui a atender el teléfono,era Sara.
Sara: amor, como están? Y Elias? -mientras bajaba con el teléfono

Andrés:esta....- mire al corral para encontrarme que no estaba ahí.-bien.... Luego te llamo adiós.

Corte el telefono mientras que corría para ver donde se había puesto el engendro del demonio cuando escuche como se caían los paquetes de la alacena al suelo. Rápidamente llegue a la cocina para ver como Elias tiraba los últimos paquetes al suelo, uno de ellos en el microondas y al agua desbordando la pileta. Suspire y levante al bebe de la mesada y lo lleve al corral. Cuando descanse mis ojos mire que había tirado unos cuadros y destrozado los sillones. Observe un poco la sala mientras que levantaba al bebe del suelo, lo lleve a la cuna y lo acosté. El agarro su cerdito de peluche y en un santiamén se durmió. Satisfecho, baje hacia la sala y me senté en el sillón observando el desorden que había echo en un minuto. Escuche el ruido de la puerta abrirse y luego mire a Sara que al ver el desorden tiro su bolso, se llevo sus manos masajeando sus sienes, cerrando sus ojos. Me levante y escuche su voz resonar en la habitación.

Sara: te deje una puñetera hora, que paso?

Suspire con pesadez, me acerque a Sara y me acurrucaba en su pecho abrazándola.

Andrés:amor no me dejes nunca pero jamas con Elias solo JAMAS.

Sara me abrazo mientras que reía con fuerza.

One Shots: Exorinha, Una Historia Que ContarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora