Todos los días la veía, era hermosa, esplendida cual una estrella. Ella había secado mis ganas de leer, ella era la reina de mis cuentos. No se su nombre, no se si tiene pareja, no se si es una asesina en serie, pero se que la amo.
Algunos creen que soy un romanticon que le gusta las novelas de amor y nada mas. Que me lió con la chica solo por mi obsesión hacia la lectura, y aunque aquellas palabras me pongan en ridículo, se que esto es real.
Había llegado a la estación contraria de donde ella tomaba el tren. Me senté en los asientos, esperando ver asomar su hermoso rostro. A los 20 minutos de mirar aburridamente los trenes pasar, llego ella. Su cabello castaño claro, jugando con el viento, sus ojos cafés, y podría jurar que eran café claros, y su gabardina marrón que hacia resaltar su hermosa cintura.
Ella miraba su reloj atenta, con ansias de ver al tren asomarse, ¿cuanto tiempo podría haber estado observándola? No lo se, solo se que ella era la perfección. Mi mente no podría dejar de pensar en ella, sus delicadas manos, sus hermosos ojos. Al parecer ella noto mi mirada en su rostro, podría ver sus expresión. ¿pensara que le haré daño? La pregunta rondaba en mi cuando la vi subir al tren.
8:00 am estaba en la estación, esperando que ella se asomara, tal vez ella crea que estoy loco, tal vez me denuncie y me meta en serios problemas. Lo único que se es que no puedo pasar un día sin admirar su belleza. Vi su cabellera asomarse, sus dulces ojos y sus delicadas manos en el maletín. Mis paredes se derrumbaron cuando la vi con ese chico. Un tipo barbudo, con un lunar en la mejilla ¿o tal vez una mancha de chocolate? Un arete en la oreja, y la gabardina del mismo color. Mire mi periódico para disimular las lágrimas, el amor de mi vida tendría a otra persona en ella.
Escuche por primera vez su nombre, el misterioso chico había despedido al angel con el nombre de "Sara".
Había dejado de verla, mi amigo Luh me había obligado a ir al bar que estaba en la otra parte de la ciudad, y ,aunque estaba bastante cansado, acepte ir.
Alrededor de las 12:30 am tome el tren hacia Madrid, en el vagón no había absolutamente nadie mas que yo, y eso me hacia sentir vació. Aun no podía dejar de recordar su rostro, y el rostro de aquel chico. Odiaba sentir la rabia al verlo con ese tipo. Sentí como el tren había parado en una estación, observe a la puerta y la vi.
Sus hermosos ojos café deslumbraban la sala, su gabardina marcando su dulce cintura y sus delicadas manos sosteniendo el maletín. Ella se sentó enfrente mio, y no podía dejar de observarla. Era tan bella, tan perfecta, tan deslumbrante. Su leve sonrojo hizo que me diera cuenta de lo que hacia. Corrí mi mirada hacia la ventana y susurré un lo siento.
Ella río. Podría decir que había escuchado el sonido mas maravilloso en el universo.
- no te preocupes, me llamo Sara ¿y tu?- comento ella tímidamente. Mis manos temblaban, ella me había hablado. Mi nerviosismo me torturo por momentos
-mi nombre es Andrés- susurré
Dos amantes que se encuentran en un mismo vagón
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One Shots: Exorinha, Una Historia Que Contar
FanficEn realidad debo presentar un libro?