Linaria Bipartita

II

─¿Qué otra cosa esperabas que sucediera, Luffy? ─preguntó Shanks mirando a su "sobrino" favorito─ Es tu hermano ─dijo recalcando aquel hecho que él otro parecía obviar─, era lógico que te rechazara.

El letrero que brillaba sobre las puertas de cristal rezaba "Cafetería Shabondy", las letras e y la letra S parpadeaban cada cinco segundos indicando que no faltaba mucho para que dejaran de encender. Aquel pequeño local no era el lugar más elegante de la ciudad, pero con sus enormes ventanales que iban del techo hasta media pared, sus cortinas a cuadros blancos y rojos, las pequeñas mesas y sillas de madera junto a las ventanas, la enorme barra con pequeños bancos rojos al fondo donde costosas máquinas expendedoras de café se dejaban ver relucientes junto a las pequeñas vitrinas llenas de pedazos de pastel y panecillos calientes dispuestos para abrir el apetito de los clientes y el olor a café flotando en el ambiente lo hacían un lugar acogedor y agradable.

La cafetería normalmente estaba abarrotada de oficinistas y estudiantes pero ahora, cerca de la medianoche, estaba prácticamente vacía pues la gente solía dormir a esa hora, no tomar café. Shanks también había estado durmiendo cuando recibió la llamada del menor, el tono serio y la hora le indicaron que algo grave había pasado y no le costó adivinar de que, o mejor dicho de quien, se trataba. Dejando de lado que la cabeza le daba vueltas, debido a la cantidad de sake que había ingerido en la fiesta de Mihawk, salió de su confortable cama y fue hasta la cafetería donde habían quedado de verse para hablar.

El departamento que tenía en la ciudad para quedarse a dormir en casos de emergencia ─cuando se pasaba con la bebida en alguna fiesta─ estaba a tan solo 30 minutos, mientras que el departamento de Luffy estaba a una hora, pero cuando llegó, él otro ya lo esperaba e incluso había ordenado un café para ambos. El chico no era puntual, si había llegado primero quería decir que había estado cerca de allí antes de llamarle por teléfono.

Luffy permanecía en silencio con la vista fija en el café que no se había molestado en probar y al que seguía añadiéndole cucharadas de azúcar una tras otra para después agitarlo, hasta ahora había colocado 9 cucharadas de azúcar y 6 de crema en su café, solo esperaba que no se le ocurriera probarlo o se llevaría una desagradable sorpresa. Aunque suponía que no tan desagradable como la noticia de que su hermano tenía novia.

Dos años atrás, en una de sus fiestas de cumpleaños a la que el menor había asistido solo ─porque su hermano estaba fuera de la ciudad por trabajo─, había pensado que sería divertido permitirle probar un poco de alcohol y hablar de temas de "adultos, claro la plática comenzó con la clásica pregunta «¿Hay alguien que te guste?» el menor lo miró como considerando si debía contárselo, «Vamos, puedes decirme» le ánimo «No le diré nada a Ace» prometió pensando que el temor del otro era que su hermano se enterará. Nunca imagino la respuesta que le daría.

El chico pronunció un nombre que le había tomado unos momentos comprender, recordaba haber pensado que el alcohol le estaba jugando una mala pasada pues era imposible que aquel chiquillo le estuviera diciendo que amaba a su hermano mayor, sin poder evitarlo estalló en carcajadas y después de eso no recordaba nada más. Al día siguiente en el desayuno, con la mente más despejada, había creído gracioso relatarle a Luffy, quien se había quedado a dormir en su casa, lo que había soñado. Supo que él otro hablaba en serio cuando cayó en cuenta que era el único riendo y que él otro lo contemplaba con seriedad.

─¿Hablas en serio? ─preguntó incrédulo. Él otro asintió─ Pero... ¡Es tu hermano!

─No me importa ─su expresión seria y tonó decidido le indicó que no estaba jugando─ Lo amo.

La primera idea que tuvo fue buscarle un buen psicólogo, tal vez la muerte de sus padres le había afectado más de lo que pensaban, pero este le dijo que llevaba enamorado de su hermano desde que tenía 5 años, tal vez desde antes. Aquello descartó al psicólogo por completo, tal vez era mejor un psiquiatra o un manicomio.