-¿Y... contará para la calificación final? -Ace dejó el trozo de tiza sobre la barra y giró para mirar a Lola, la chica lucía nerviosa, aquello le pareció curioso porque era una de sus mejores estudiantes, siempre obtenía buenas calificaciones. «Tal vez es de las que se ponen nerviosas si no estudia antes». Ace repasó los ejercicios que colocará en el pizarrón, eran los mismos tipos de ejercicios que habían estado viendo desde que iniciará el curso, incluso había encargado una tarea con ejercicios parecidos.
-Si -decidió antes de mirar a sus alumnos, sus rostros pálidos lo hicieron sentir un cierto grado de satisfacción-. Descuiden, todos son ejercicios que vimos durante el curso así que no deberían tener problemas para resolverlos -y sin embargo todos continuaron viéndolo como si fuera un demonio venido del Tártaro para castigarlos, Ace comenzó a preguntarse si sus alumnos realmente le ponían atención mientras se devanaba el cerebro tratando de explicarles como decodificar y traducir idiomas antiguos y olvidados. Suponía que estaba a punto de averiguarlo.
Ace, en realidad, no había tenido intención de poner un examen sorpresa (aunque en realidad nunca los planeaba, los ponía cuando sus alumnos se portaban mal e ignoraban sus explicaciones, era su forma de vengarse de ellos). El día anterior se la había pasado preparando varias diapositivas con impresiones que el mismo había tomado de varias runas para mostrárselas e incluso preparó una pequeña dinámica (todo un logro porque él las odiaba) donde el equipo que ganará obtendría pases para una exclusiva exposición que se llevaría a cabo en el museo Ohara. Los pases eran cortesías que el museo le había dado a la Universidad para que repartiera entre su personal docente y algunos de sus alumnos, la dirección le había entregado a Ace cinco pases además del suyo y el de su hermano para que los repartiera entre sus alumnos y una dinámica fue la forma más justa que se le ocurrió en vez de solo rifarlos, nunca le habían gustado las rifas porque existían personas (como él) que no tenían ni una pizca de suerte. Y sin embargo esa mañana Ace no se había levantado con ánimos para nada y un examen era la forma más fácil de mantener a sus alumnos ocupados y, sobretodo, en absoluto silencio.
El tiempo pareció ralentizarse para Ace mientras contemplaba como sus estudiantes parecían estar devanándose el cerebro para resolver las traducciones, aunque lo que llamaba su atención era que ninguno de ellos estaba haciendo el más mínimo esfuerzo para copiarse. No es como si le hubiera importado atrapar a alguien haciéndolo, sería lo justo considerando que solo usaba el examen como una excusa para no lidiar con nadie. De hecho se habría quedado en casa, le tentaba más pasar toda la tarde dormido en su cama, pero si lo hubiera hecho Luffy habría insistido en quedarse con él para "cuidarlo" y lo menos que quería en esos momentos era estar junto a su hermano.
«¿Puedo besarte?» -Ace apoyo su frente en la palma de su mano y araño su piel sin llegar a lastimarse-. Luffy jamás le pedía permiso para besarlo, anoche había sido la primera vez que lo hiciera y por alguna razón Ace se había sentido más incómodo que cuando simplemente lo besaba sin preguntar. La mirada que su hermano le dirigiera mientras esperaba su respuesta lo había hecho temblar pues era la misma mirada que había tenido aquella noche, esa que le hacía imposible reconocer a su hermano. Era como estar viendo a un completo desconocido y habían sido esos ojos, precisamente, los que le habían impedido dormir después de que su hermano se cansará de besarlo, porque al final Ace había terminado dándole permiso para besarlo, hubiera sido extraño que le dijera que no a quien era, supuestamente, el amor de su vida.
-Maestro –Ace levantó la cabeza para mirar a la chica que había preguntado si el examen tendría validez.
-¿Qué ocurre Lola? –Ace se había asegurado de memorizar los nombre de todos sus estudiantes, en su época de estudiante odió que los maestros solo los vieran como una matrícula más de la lista.
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Linaria Bipartita
Fanfiction"Por favor, nota mi amor por ti" El corazón no decide a quien amar, simplemente comienza a latir por esa persona. No conoce limitantes morales o sociales, simplemente sabe que fue hecho para ese alguien. No sabe hablar, simplemente entona aquel nomb...