XIII

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La cara enfurruñada de Luffy era realmente divertida, parecía uno de esos niños a los que sus padres les han negado su juguete favorito, y Law tenía que admitir que básicamente eso había sucedido, al menos en sentido figurado. Siempre que se quedaba en el departamento de Kid a pasar la noche, el pelirrojo lo llevaba al día siguiente al trabajo en su motocicleta, pero en esta ocasión la preciada Jisei (algunas veces Law no podía evitar sentirse celoso por la forma en que su novio trataba aquella cosa) estaba en el taller, por lo que Law debió haber tomado el tren para llegar al trabajo pero Ace se ofreció a llevarlos aquel día, como agradecimiento por dejarlos pasar la noche en su departamento. Y curiosamente, pese a que la noche anterior el pecoso se había negado a pasar la noche allí, en la mañana parecía haber dormido bastante bien, aquello le pareció un poco extraño a Law pero no dijo nada, tal vez dormir en una cama ajena le había ayudado.

Sin embargo, el viaje no había comenzado muy bien que digamos. El primer problema se presentó cuando tuvieron que "decidir" quien se sentaría adelante, Kid y Law supusieron (desde el principio) que ellos irían atrás para dejar a la feliz pareja junta, pero Luffy comenzó a decir que lo decidirían con piedra, papel o tijera y que el ganador iría en la parte de atrás. El resultado, Luffy y Law estaban sentados uno al lado del otro mientras Kid iba cómodamente sentado en el asiento del copiloto con su usual sonrisa de tiburón en los labios y la ventanilla abajo, parecía bastante satisfecho consigo mismo.

─Vamos Luffy, anímate un poco ─dijo Law en tono conciliador, pasando su brazo por los hombros del menor─. Dentro de unos minutos nosotros bajaremos, no tendrás que verlos juntos por mucho tiempo más ─la mirada de horro que le dirigió Luffy hizo que una fuerte carcajada brotará desde el fondo de su garganta.

─¡Ace! ¡No puedes dejar que Kid te toque! ─la desesperación en la voz de su hermano era tal que cualquier diría que el pelirrojo lo estaba besando o algo. Ace miró a Law por el espejo retrovisor unos segundos antes de volver su atención al camino.

─Podrías, por favor, dejar de meterle ideas en la cabeza ─Law sonrió.

─Oye, solo dije lo obvio, fue él quien ideó el resto ─Ace rodó los ojos y suspiro, comenzaba arrepentirse de haberse ofrecido a llevar a esos dos, ¿Por qué pensó que sería una buena idea?

─Tranquilo, Luffy ─Kid se giró para mirar al menor de los morenos─. Yo voy a cuidar a tu hermano muy bien ─el tono sugerente del pelirrojo y la forma en que alzó las cejas al hablar dejaba en claro a qué clase de "cuidado" se refería.

─¡Basta los dos! ─Ace había llegado al límite de su paciencia─ Si insistes en seguir con esta tonta discusión, caminarán el resto del camino, ¿quedó claro? ─Kid y Luffy se miraron con odio─ Si no quieres pasar el resto del curso traduciendo libros completos, será mejor que pares Kid ─el pelirrojo miró a Ace con horror, no quería pasar seis meses traduciendo hasta desfallecer, miró a Luffy con resentimiento y vio como este le sacaba la lengua con burla, Kid tuvo que apretar los dientes para evitar golpearlo─. Basta, Luffy ─Ace no necesitaba verlo para saber lo que hacía─ o prepararé sopa de verdura por un mes entero ─si Ace hubiera dicho que lo mataría, no habría obtenido tal expresión de horror en el rostro del menor como la que tenía en esos momentos. Luffy miró al pelirrojo con odio y se sentó cruzando los brazos frente a su pecho al tiempo que clavaba la mirada en la ventana.

Al comprobar que ninguno de los dos decía nada más, Ace volvió a concentrar su atención en el camino. Esos dos eran como niños pequeños, siempre discutiendo por una u otra cosa.

─¡Torao, te estás pasando! ─Ace quiso golpearse contra el volante, la paz solo había durado cinco segundos.

─¿Cómo siguió tu mano, Ace? ─preguntó Law ignorando al menor, quien trataba de empujarlo al otro lado del asiento.

Linaria BipartitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora