Capítulo 4:

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-Chico... ¡Eh, chico!-

-¿Eh?...-

-Se ha quedado dormido, ya todos los pasajeros salieron. Debería salir usted también.- me dijo el conductor.

-Eh... Si, muchas gracias.-

El chico castaño ya se había ido, no se despidió y me dejó sólo. Supuse que tal vez se había enfadado por haberme quedado dormido a la mitad de la conversación. Al fín y al cabo, no fuimos más que eso, una conversación.

Bajé del tren, la estación ya se encontraba completamente vacía. En ese momento sentí que mi teléfono vibraba.

-¿Hola?-

-¡Shawn! ¡¿Se podría saber donde te has metido?!-

-Lo siento August, ha sido todo mi culpa. Me he equivocado de est...-

-Regresa en este instante al apartamento.-

August es un amigo muy cercano a mi família por ser de los Vega. Hace un tiempo, cuando quise venir a estudiar a la ciudad, él se comprometió con mi madre a cuidarme y hacerse cargo de mí.

Cuando le colgué a August, ví unas manchas de tinta en el teléfono. Al revisar lo que había sucedido, encuentro una nota escrita en mi mano.

"Te embarqué en el siguiente tren para mandarte a casa, espero que haya sido de ayuda. Nos vemos pronto chico distraído"

Sentí un gran alivió al leer esa nota, y a la vez, sentí mucha felicidad. Esta nota era lo único que me quedaba de ese chico de ojos color miel.

Paseé por todo el parque tratando de hallar un taxi que me llevara a casa, pero no pasaba ni uno solo. Parecía que la ciudad estuviera muerta.

-¿Shawn?- escuché a lo lejos. Me aterraba la idea de voltear a ver quién era.

-¿Quién és?-

-Tu mayor pesadilla, pero tu más grande fantasía...- me dijo a susurros en el oído. Mi única reacción fue lanzar un fuerte golpe contra él.

-¡Pierdete tipo!-

-¡Ouch! ¡Shawn, te pasaste de la raya! ¡Me golpeaste todo el ojo!-

-¿Qué? ¿Deuce? ¡¿Pero qué rayos haces aquí?!-

-Me robaste las palabras Shawn.-

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Flor de OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora