Flor de Otoño

Capítulo 17:

El sol estaba cada vez más abajo. Las nubes empezaron a cubrir el cielo, y yo con él, sin decir una sola palabra, sólo me quedé viendo el horizonte.

-¿Qué fue eso? ¿Un pez?- le pregunté a Leon. Podía jurar que vi que algo se movió en el agua.

-¡No lo creo! En la orilla nunca hay muchos.-

-Pero te juro que... ¡Ahí está! ¡Por allí hay otro!-

¡Eso si que lo he visto! ¡Mira otro por allá!-

-Espera... ¿No son demasiados?-

-Creo que esta lloviendo.-

-¿Lloviendo? ¡Volvamos a casa!-

-Creí que amabas la lluvia.-

-Si... P..Pero...-

-Vale, vamos.- me tomó de la mano para que le siguiera. Atravesamos el pasillo y salimos al parqueadero. Él tomo su moto y yo me subí con él.

Comenzó a llover muy fuerte, y pues, por ir en motocicleta, yo también me mojé mucho. Leon condujo lo más rapido que pudo para llevarme de vuelta a casa. Todo fue tan impresionante, fue una tarde inolvidable. Llegamos a el edificio. Él guardo su moto en el garage, y subimos al apartamento. August no había vuelto a casa, así que ese pequeño apartamento estaba unicamente para nosotros dos.

Él me quitó muy rapido la chaqueta del uniforme y yo le quité su chaqueta de cuero. Entonces me acosté en el sofá de la sala, y el se colocó arriba de mí.

¿Qué me está pasando? ¿Haré algo con alguien que apenas conozco? Entre más lo pensaba, más me emocionaba y quería seguir.

Juntamos nuestras caras y entonces él me besó lentamente, y así nos seguimos besando por un largo rato. Entonces, él retiró sus manos de mis hombros, y sentí como suavemente su mano tocaba mi entrepierna. Me robó el aliento, ya estaba listo para cualquier cosa.

En un momento escucho la voz de August afuera, acababa de llegar a casa y no podía dejar que me viera así con mi "profesor personal". Así que le di un empujón y le tiré su chaqueta encima, yo me dirigí a el cuarto por unas toallas.

August finalmente entró a el apartamento, y vio a Leon sentado al pié de la mesa de centro.

-Ehm... Lionell, ¿Cierto?-

-Si, August.-

-¿Dónde está Shawn?-

-Fue a su cuarto.-

-¡Espera, August!- le grité.

-Sólo he ido por unas toallas, mi paraguas se dañó y estoy todo mojado. Leon..ell... Él se quedó esperando fuera del edificio, hasta que yo regresé. Pero creo que aplazaré las lecciones de hoy. Así que Leon...ell ya se va.-

-Se llama Lionell, ¡Lionell!-

-Vale, vale.- entonces Leon se levantó del suelo, se despidió y se fue. August entendió todo así que no hizo reproches. Y ese fue otro día.

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