El pecho de Dean subía y bajaba a gran velocidad, sus ojos ya estaban rojos de tanto llorar. Le solté la nuca y le limpié una lágrima que caía por su mejilla.
- No te vayas -rogó- Te prometí que saldríamos de ésta.
Mi voz empezaba a fallar, y mi cuerpo cada estaba más débil, mis sentidos se estaban como desactivando, no me quedaba mucho tiempo.
- Eres lo mejor que me ha... pasado, Dean. Jamás dejes que nadie te... detenga.
Mis ojos se cerraron involuntariamente y todo a mi alrededor se fue desvaneciendo en la penumbra mientras el tacto de las manos de Dean desaparecían de mi cuerpo. Lo hice bien.
Empecemos por el principio. Me llamo Allison Banks, y esta es mi historia, la historia de cómo le conocí, cómo él cambió mi mundo y cómo morí por él...
Volvía de la casa de una amiga. Ya era de noche, y las calles estaban totalmente vacías, sólo oía el ruido de mis pasos en la acera. Unos quejidos de dolor llamaron mi atención. Provenían de un callejón. Las peores cosas siempre sucedían en los callejones. Mi cabeza me decía que me fuese, que me alejara de ahí lo antes posible, pero mi cuerpo decía otra cosa. Caminé lentamente hacia el callejón intentando ser lo más sigilosa posible. Me pegué a la pared del callejón y eché un ojo. Dos hombres estaban pegando a un chico. Nada fuera de lo normal, por extraño que pareciese, eso solía ser habitual en la ciudad. Saciada mi sed de curiosidad, me dispuse a irme antes de que la pelea me salpicase, pero ya era tarde. No sé cómo lo hizo, pero uno de los hombres notó mi presencia y caminó hacia mí mientras el otro se aseguraba de que el chico no huyese.
Según caminaba hacia mí, repasé mentalmente todas mis posibilidades: ¿correr? Él seguro es más rápido. ¿Pelear? Me mataría. ¿Gritar? Nadie me oiría, y aunque alguien me escuchase, dudo que saliesen en mi ayuda. Una vez tuve claro que seguramente iba a acabar sangrando en el suelo junto a aquel chico, una presión atacó mi pecho.
El hombre llegó a mi lado y me cogió de mi muñeca derecha. Iba a gritar, pero ¿para qué? Sólo serviría para sufrir con la garganta dolorida. Empecé a pegarle en el brazo desesperadamente, cosa que a él le hizo mucha gracia. Tiró de mí y me arrastró al callejón, forcejeé nuevamente para zafarme de él, pero el resultado fue el mismo. El otro tío nos vio y entre la oscuridad pude ver una pequeña sonrisa.
- ¿En serio? -preguntó el tipo.
- No es culpa mía que la chiquilla haya visto más de lo debido.
Él resopló.
- De acuerdo, habrá que deshacerse de ella también -sentenció.
Esas palabras me alarmaron y traté de librarme del tío que me sujetaba la muñeca, pero al primer forcejeo él ya estaba apretando el agarre.
- Vosotros -dijo una voz borracha- Dejad a la chica en paz.
Los tres nos giramos en busca del hombre de la voz. Un chico castaño estaba apoyado en la pared posiblemente teniendo una lucha mental por mantenerse en pie.
- ¿Y este personaje de dónde salió?
- No lo sé, pero tendremos que deshacernos de él también.
- Se nos acumula la gente.
El tío que no me tenía sujeta la muñeca, le pegó una patada al chico de antes para que se quedase en el suelo. Sacó una navaja y se acercó al borracho que aún seguía apoyado en el muro. El de la navaja se acercó a él, pero el borracho se sacó una pistola del bolsillo trasero de sus vaqueros y apuntó al tipo de la navaja.
- Dejadles en paz -dijo- U os vuelo la cabeza.
- Creo que no estás en condiciones de usar un arma.
- ¿Tú crees? -el castaño le disparó a la pierna y éste cayó al suelo entre gritos. El castaño miró la pistola y luego al tipo en el suelo- Pues yo creo que aún la sé usar.
El otro fue con paso rápido hacia el castaño, pero sin tan siquiera pestañear, le disparó en el costado y le abatió.
- ¡Hijo de puta! -empezó a gritar mientras trataba de tapar la hemorragia.
El chico al que habían apaleado se levantó con una mano en las costillas y se fue corriendo. El borracho se separó un poco del muro pero mantuvo una mano en él.
- ¿Te encuentras bien? -le pregunté.
- Perfecta...
Se desplomó en el suelo, al principio me preocupé, pero luego, al ver que aún respiraba, barajé la idea de que el alcohol le había tomado por completo.
Miré a los lados. Esos dos seguían agonizando y gritando. Viendo la escena seguramente les encarcelarían a los tres, y él me ha salvado la vida, no puedo dejarle aquí tirado en el asfalto.
Le agarré de un brazo y le levanté. Cogí su pistola y la guardé en su chaqueta, dudo que quiera dejarla aquí. Con su cuerpo arrastras, cogí un taxi y me lo llevé a mi casa. Le di el dinero al taxista y lo llevé arrastras hasta la entrada de mi casa. Saqué las llaves y abrí la puerta con extremado sigilo, lo último que necesito es que mis padres me vean aparecer con un tío inconsciente y que apesta a alcohol.
Entramos. Cerré la puerta con el pie y caminé hacia las escaleras.
- Allison, ¿eres tú?
Asustada tiré al castaño al salón sin mucho cuidado.
- Hola, mamá. ¿Cómo tú despierta a estas horas?
- No conseguía dormir y bajé a hacerme una tila. ¿No ibas a volver antes de casa de tu amiga?
- Sí, pero había mucho tráfico y me retrasé. Ahora mismo iba a subir a dormir, vengo destrozada.
- De acuerdo, cariño. Buenas noches.
Mi madre subió las escaleras con una taza llena de lo que supongo que sería tila y yo fui al salón, él aún seguía dormido, y no parece estar sangrando por la cabeza.
Le cogí del pie y le arrastré hacia las escaleras, donde le tomé de los brazos y le arrastré hacia el piso de arriba. A cada escalón que subíamos, podía oír su cabeza chocar contra ellos.
Le arrastré hasta mi habitación y le metí dentro. Me senté en la cama y resoplé, empiezo a arrepentirme de haberle traído. Miré su cara, la verdad es que es bastante guapo. Le levanté del suelo y le puse rígido a mi lado. Cogí la pistola de dentro de su chaqueta y la dejé encima de la mesilla de noche, después le quité los zapatos y la chaqueta y le tumbé en la cama. Me senté en la silla y cerré los ojos lista para dormir.
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Mi Mejor Error (Dean Winchester)
FanficTodos cometemos errores, de algunos nos arrepentimos, de otros no, pero siempre aprendemos una lección por muy dolorosa que sea. ¿Hice mal en subir en aquel coche? ¿Hice mal dejando que la adrenalina y la idea de una vida emocionante me arrastrasen...