Mi Mejor Error (Dean Winchester)

Capítulo 8.

Salté a un lado y evité su placaje, él se chocó contra un árbol y lo tiró abajo, no me gustaría ser ese árbol. Eché a correr como una loca mientras oía los gritos de esa mala bestia tras de mí. Podía sentir como se iba acercando, en cualquier momento estiraría la mano, me agarraría y me rompería las costillas. Unos disparos seguidos de un golpe contra el suelo dieron entrada al silencio, poco a poco fui reduciendo el paso hasta detenerme por completo y apoyarme en el tronco de uno de los árboles. Me di media vuelta y vi a la bestia tirada en el suelo, inmóvil.

- Tenemos que irnos ya –esa voz...

- ¿Dean?

- El mismo –Dean apareció de la nada con pistola en mano- Tenemos que irnos ahora mismo -repitió.

- ¿Qué era esa cosa?

- No lo sé, pero no está muerta.

- ¿Cómo que no? Le has disparado, ¿no?

- Sí, pero vuelve, siempre lo hace –Dean sacó el cargador de su pistola y lo miró- Me quedan seis balas.

Oí el sonido de algo quemándose, me giré y me eché hacia atrás y vi como el cadáver del monstruo se transformaba en un humo morado y se desvanecía en el cielo.

- ¿Qué co...?

- Es lo que te decía, no creo que tarde en regresar –Dean me cogió de la mano- ¡Vamos!

Dean me arrastró a través del bosque que en ningún momento parecía cambiar de aspecto. Tras unos minutos corriendo, Dean al fin se detuvo.

- ¿Dónde demonios estamos? –pregunté, histérica.

- No lo sé.

- Excelente, pues –dije, sarcástica- ¿Cómo te cogió?

- De la que volvía al motel alguien me agarró por detrás y me dejó inconsciente. ¿Tú?

- Parecido. No sé quién es ese tío pero me debe una pizza.

- De acuerdo... -dijo Dean confuso.

- Bueno, tú eres el de las cosas paranormales, ¿alguna idea?

-Esperar a que mi hermano nos rescate.

- Y hasta que eso pase...

- Habrá que sobrevivir a esa bestia. ¿Cuántas balas tienes?

- El cargador entero, creo –saqué mi pistola, le quité el cargador- Cógelo si quieres, tú les darás mejor uso.

Dean vaciló pero al final cogió el cargador y se lo guardó en el bolsillo trasero de sus pantalones.

- ¿Quieres hablar de algo mientras esperamos?

- ¿Aceptas historias de mi vida?

- Lo que sea con tal de matar el tiempo.

- Bien –me recosté contra el tronco del árbol más cercano- Era verano, mis padres me habían llevado a la piscina...

Narrador en 3ª persona.

El sol ya había salido hacía horas, Sam picaba insistente a la puerta de la habitación de Allison sin ningún resultado. Su primer pensamiento fue que la chica había vuelto tarde y se había quedado profundamente dormida, pero tras varios minutos de insistentes aporreos contra la puerta, Sam se decidió a probar suerte con su móvil.

- Este es el contestador de Allison Banks, aunque... supongo que si me estás llamando, significa que ya sabes a quién estás llamando, a no ser de que seas un acosador que intenta triangular mi posición, que en tal caso, ¡no dejes ningún mensaje!

Sam no le hizo mucho caso al extravagante contestador de Allison y se volvió a guardar el móvil ahora más preocupado. ¿Y si le había pasado algo a Allison? Se preguntó a sí mismo. Volvió a su habitación, cogió una chaqueta y se fue en su búsqueda.

****

Sam abandonó la pizzería ya sabiendo que ayer Allison compró una pizza familiar, cosa que no ayudaba demasiado. Cruzó la calle para volver al impala y planear cómo proseguir la búsqueda, pero entonces pisó algo que se le pegó al zapato, él levantó el pie esperando ver un maldito chicle en la suela de su zapato, pero en vez de eso descubrió una pizza familiar destrozada, la cual acababa de pisar.

Sam torció una ceja, procesando que quizás esta fuese la pizza de Allison, y que alguien la secuestró. Giró la cabeza en todas direcciones hasta que logró dar con una cámara de seguridad que le apuntaba, justo lo que él necesitaba. 

****

Sam entró en la comisaría con su traje y placa del FBI, un agente se acercó a él pero antes de que él pudiese decir nada, Sam le enseñó su placa.

- Agente Tyson -se presentó- Necesito ver unas grabaciones de una de sus cámaras –el policía abrió la boca pero Sam siguió- Voy a recalcar mi petición señalando que es muy urgente y no estoy de humor para sus trámites.

El policía cerró la boca y echó a caminar seguido de Sam. Cruzaron varias puertas hasta llegar a una sala llena de pantallas. Un poli miraba el Facebook desde un portátil. Gran servicio de seguridad, pensó Sam. El poli se giró y observó a ambos.

- Es del FBI, quiere ver unas grabaciones –informó el otro policía.

- Tómese un descanso, puedo mirar las grabaciones yo solo.

El policía miró tras de Sam, el que lo había acompañado hasta allí asintió con la cabeza y se fue junto al otro que se había levantado de la silla previamente.

Sam empezó a toquetear todo lo que veía hasta que aprendió a rebobinar, adelantar, borrar y cambiar de cámara. Una vez dio con la cámara deseada, retrocedió hasta la noche anterior y le dio a acelerar. Unos segundos después, Sam divisó a Allison caminando por la calle con una pizza en sus manos, de repente se detuvo, retrocedió y cogió algo del suelo. Sam se apoyó en la mesa cuando un hombre se acercó sigilosamente a Allison y la agarró, ella forcejeó, pero el hombre le tocó el cuello y Allison cayó inconsciente al suelo.

- Ya verás cuando dé contigo –murmuró Sam mientras miraba todas las cámaras tratando de seguirle la pista a aquel hombre.

Aprovecho para sugeriros que os paséis por el perfil de Seelaa26 y leáis Magic Blood Lines, la historia que estamos escribiendo entre los dos y que seguro os encantará.

#MiPropiaPublicidadPorFavorNoMeMatéis.