Capítulo 16.

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Piqué como una energúmena a la puerta de la habitación, Sam abrió tras varios segundos y uno de mis golpes casi le da a él en el pecho.

- Uoh –Sam dio un paso atrás- ¿Qué te pasa, Allison?

- Las vetalas tienen a Dean –entré en la habitación y fui directa a sentarme en la cama.

- ¿Qué? ¿Vetalas?

- ¡Sí, Sam; vetalas! Me tendieron una trampa en la gasolinera, y Dean vino a salvarme, estábamos acorralados y él me dijo que huyese, yo no quería, pero... pero...

Sam se sentó a mi lado y me rodeó con sus enormes brazos.

- Tranquilízate, ¿vale? Dean aún está vivo, y vamos a rescatarle, pero para eso necesito que estés preparada, ¿de acuerdo?

Me quité una lágrima que ni siquiera sabía cuándo había salido y le miré a los ojos.

- De acuerdo –le confirmé- ¿Qué hay que hacer?

- Las vetalas son débiles ante la plata, así que, atacaremos con ello.

- No sabemos dónde están.

- Y por eso mismo te necesito.

Me crucé de brazos y le miré con desconfianza.

- No sé en qué estás pensando, pero creo que es una muy mala idea.

- Seguramente, pero no veo más opciones.

****

Los remordimientos de haber dejado a Dean solo con esas dos vetalas volvieron a azotarme mientras miraba el cañón de la pistola que me había dado Sam, si me hubiese quedado con él, a lo mejor podríamos haberlas echado para atrás y logrado huir ambos, o también nos podrían haber cogido a ambos...

Miré por la ventanilla del impala como el coche alquilado de Sam aparcaba al lado de un surtidor y empezaba a echar la gasolina. Una mujer a la que reconocí en poco tiempo como una de las dos vetalas, se acercó a él y se colgó de su brazo. Espero que esto salga bien, no puedo fallar.

Narrador en 3ª persona.

- Hola, guapo –dijo la chica con una sonrisa mientras se agarraba al brazo de Sam.

- Hola –respondió Sam con una sonrisa fingida, pues él ya sabía que ella era una vetala.

- ¿Estás ocupado?

- Para ti no –dijo Sam con tono alegre según miraba de arriba abajo a la chica- ¿Tú?

- No, estoy libre, ¿te vienes? –la vetala se alejó un poco y estiró la mano.

- Te sigo –respondió Sam, cogiendo la mano de la chica.

La vetala sonrió victoriosa y caminó hacia la parte trasera de la gasolinera. Sam, por su parte, miró al coche donde estaba Allison y ella asintió haciéndole referencia a la vetala.

Sam la siguió hasta que se detuvieron en una zona casi sin iluminación, la chica se quitó la camiseta, el primer pensamiento de Sam fue matarla ahí mismo, pero entonces no podría encontrar a Dean, así que rezó mentalmente para que la mujer le mordiese ya y así pudiese reunirse con su hermano.

La vetala rodeó con los brazos a Sam y empezó a repartir besos por todo su cuello, hasta que un dolor intenso se hizo notar, la mujer se alejó igual que hizo Sam, que se llevo la mano al cuello y sintió la sangre bajar por él, el veneno ya estaba inyectado. En pocos segundos, Sam empezó a marearse y en un minuto, ya estaba tirado en el suelo haciendo un esfuerzo sobrehumano por mantener sus párpados altos.

Mi Mejor Error (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora