Capítulo 6

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Despierto en una habitación que no es la mía, pero me es familiar.

Me doy la vuelta y me encuentro con unos hermosos grises, y aunque aún sigo desorientada, logro reconocerlos, es Alec.

-¿Alec?
-Si- responde con una sonrisa.
-¿Qué hago aquí?
-Oh, Emilie te dio un sedante, cuando tuviste una especie de ataque y mi padre me pidió que trajera aquí.
-¡Pff! Genial- digo rodeando los ojos- este es último lugar en donde me gustaría estar.

Intento levantarme pero me mareo y caigo. Alec logra atraparme en sus brazos.

-¿A dónde crees que vas?- me pregunta colocándome de nuevo en la cama.
-Al cementerio y de ahí a mi casa, no quiero estar aquí, no quiero estar contigo- miento. Claro que quiero estar aquí, quiero abrazarlo y soltarme a llorar en sus brazos, pero él me dejo, y jugó con mis sentimientos, no puedo mostrar debilidad.
-No puedes irte, el cementerio está muy lejos y tu casa no se diga, es mejor que te quedes aquí, además, le dije a tu amigo Tayler que te iba a cuidar.
No digo nada, tiene razón, Emilie tiene mi auto, no puedo regresar caminando y no creo que me presten un auto aquí. Me hago a la idea de que me quedare aquí por este día. Así que Alec me lleva algo de comer a su habitación y le pido que me deje sola, después de insistir un poco acepta y se va.

Como muy poco ya que no tengo mucho apetito. Me recuesto y comienzo a recordar mi primera vez que tuve relaciones con Alec (con él fue mi primera vez). Recuerdo que fue después de una fiesta, les dije a mis padres que estaría en una pijamada con Irina e Emilie, pero realmente iría a esa fiesta con Alec y dormiría en su casa.

Sus padres estaban de viaje, así que era la oportunidad perfecta. Estábamos un poco ebrios, ya que habíamos bebido un poco de alcohol, entramos a la casa haciendo mucho ruido ya que no había nadie, él me cargaba en sus brazos mientras yo lo sujetaba del cuello y le daba pequeños besos en la mejilla, llegamos a su habitación, me recuesta en su cama y comienza a besar mis labios, primero tiernamente y después más rápido. Me desabrocha el vestido guindo que llegó puesto, dejándome sólo en ropa interior, yo le desabrocho su camisa negra y se la quito de un solo movimiento, puedo sentir su espalda y sus brazos bien formados. Él se quita el pantalón negro de mezclilla y ambos estamos en ropa interior.

-¿Estás segura de esto?
-Sí, lo estoy. Quiero que tú seas el primero y el último.
-Te amo Italia.

Besa mi cuello apasionadamente haciéndome perder el sentido de todo, desabrocha mi sostén y comienza a besar mis senos, y baja hasta mi abdomen, haciéndome soltar pequeños gemidos; después vuelve a subir lentamente hacia mi cuello, para después llegar a mis labios, eso significa que es mi turno.
Me doy la vuelta, quedo sobre él y comienzo besando su cuello y mordiéndolo un poco, siento su abdomen muy bien trabajado y bajo hasta el para besarlo, puedo sentir un bulto entre sus piernas y me sonrojo, él me da la vuelta volviendo a quedar sobre mí, comienza besarme en los labios nuevamente, yo lo sujeto de su perfecto cabello, el introduce su mano dentro de mis bragas y busca mi clítoris y comienza hacer movimientos circulares sobre él, lo que me hace soltar un gemido.

-¿Estas lista amor?
-Sssi.
Abre un cajón del buró de al lado y saca un pequeño sobre negro, se lo coloca y vuelve conmigo.
-Estoy lista- es lo único que logro decir.

Se coloca sobre mí me quita las bragas de un solo movimiento y comienza a introducirse en mí, dulce un poco, pero también es placentero, lo hace despacio y luego en poco más rápido, hasta que llego al clímax. Se aparta de mí y me da un beso en los labios, se recuesta al lado mío, me acurrucó junto a su pecho.

-¿Lo he hecho bien?- preguntó un poco avergonzada.
-Lo has hecho perfecto. ¿Estás bien?
-Sí, dolió un poco, pero está todo bien.
Me besa en la frente y me quedo dormida.

El sonido de la puerta abriéndose interrumpe mis pensamientos haciéndome volver a la realidad.


En Los Ojos De ItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora