La crisis

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Estoy solo, soy el unico hombre que queda en la tierra, sobreviví gracias a uno de los dos trajes que conservaban oxígeno . Durante años los científicos se estrujaron el cerebro pensando en la forma de producir oxígeno que fuera compatible con los pulmones humanos, no ese tipo de oxígeno que usaban en los hospitales, sino otro, que los humanos pudieran respirar por días enteros, tenía que ser natural así que juntaron millones de plantas y las pusieron en una especie de bóveda que absorbía el oxígeno y lo llevaba a unos tanques  pequeños que se sellaban más tarde, de esto se pudieron obtener apenas cincuenta tanques de oxígeno. Aquellos inteligentes hombres guardaron la valiosa creación en lugares que, para guardar algo tan valioso eran inconcebibles y dieron la clave a dos de las personas más aisladas del mundo, ellas no tenían nada, ni familia, ni seres amados, ni amigos, prometieron guardar el secreto, de cualquier forma no tenian nada que perder. Además reservaron para los trajes veinte litros de suero, así que aquel que portara el traje no necesitaría nada mas que a si mismo. Pero los cálculos de los científicos fallaron y la crisis de destrucción que atacó el mundo llegó antes de lo previsto, ellos pensaban patentar los trajes para salvar miles, que digo miles, millones de vidas pero el tiempo se acabó y solo sobreviviremos aquellos a los que nos confió la clave de los trajes.

Uno de los trajes se encuentra en  Tsukarly y el otro en Irganlad, cada uno cuenta con diez litros de suero y veinticinco tanques de oxígeno , no tengo la menor idea de como será el otro humano que sobrevivió, cual será su género o si se sentirá tan desgraciado como yo al vivir para ver la destrucción de su mundo.

Ya he ocupado cinco tanques de oxígeno, cada uno corresponde a un mes de vida y doscientos mililitros de suero son el equivalente a un día de alimento, no importa cuanto tiempo tenga que emplea para encontrar al otro humano, puede que no exista, pero la necesidad de compañía es grande, y cada día crece más. Si estoy condenado a seguir viviendo quiero saber si al menos, puedo hacerlo en compañía de alguien, los científicos equiparaon estos trajes de la mejor forma, de modo que la radiación de rayos ultravioleta no me afectará en absoluto.
Yo sabía pilotar un avión, pero ningún vehículo funciona sin combustible, así que decidí hacer el recorrido a pie, lo peor, es que en los cinco meses que llevo maldiciendo vivir solo he recorrido veintidós mil kilómetros y aun faltan otros mil para llegar a Irganlad, lo que significa medio mes mas de viaje.
En el momento en que me dí cuenta de que no era el más afortunado, sino el más infeliz de los seres humanos, supe también que mi infelicidad duraría más años de los noventa y nueve que un hombre puede vivir, y, analizando lo fríamente este periodo es demasiado para un desgraciado como yo.
He recorrido lugares que me hubiera gustado conocer antes de que se destruyeran , es terriblemente doloroso caminar por sitios de diversidad y belleza propia y absolutamente pura, sabiendo que todo lo que a sucedido es culpa de mis hermanos los humanos, no debe haber futuro para nuestra especie, lo he decidido, si al llegar a Irganlad encuentro un humano varón, compartiré mi dolor con el y lo convertiré en mi hermano, seré plenamente feliz al saber que no soy el único que queda aquí, recorreremos lo que queda del mundo juntos y lo exploraremos en busca de otra señal de vida además de nosotros; pero si al llegar ahí encuentro una mujer me veré obligado a separarme de ella para siempre, pues si llego a quedarme a su lado el amor podría depositar su veneno en mi corazón y entonces  serian vanos todos mis esfuerzos por olvidarme de ella. Dormiré esta noche con la esperanza de que el otro humano en hombre.



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