xvii.i tentación. [hipnótico parte ii ]

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#...Jun 

Denle play allá arriba ^ Otra vez...


— JunHui.

— Ese es un nombre chino.

— Mi padre es chino.

Se encontraban en la barra de una cafetería-bar. El foráneo parecía devorar la comida que se encontraba en aquel platillo frente a él; Wonwoo podría apostar que no había comido en todo el día.

Al observarlo tuvo una primera impresión del carácter de aquel joven, había sido así durante todo el camino desde aquella esquina del mercado hasta posicionar sus traseros sobre bancas altas frente a una barra de madera, alimentando al mayor por meses (porque lo era, por unos meses pero lo era). Se limitaba a responder preguntas que creía necesarias en un desordenado pero entendible inglés, asintiendo cómo reacción primaria de su cuerpo y caminando aún algo tenso a su lado, le daba un punto, nadie podría andar cómodo junto a una persona que recién acabas de conocer y que encima te ha pedido un favor.

— ¿Por qué quieres bailar?

Aquella pregunta no la había esperado por nada pero no pudo evitar sonreír al notar cómo el ajeno parecía desligarse de la comida y fijar más su atención en él. Sus profundos ojos lo atraparon, sin saber que decir por los primeros segundos en espera de su respuesta.

— Porque no sé hacerlo. Hoy debo salir con unos amigos y no quiero pasar vergüenza.

Explicó aquello sin dudar, esperando que el pelinegro entendiera su situación y lo auxiliara de la mejor manera posible, quedaba un par de horas para encontrarse con su par de amigos.

— La danza no es algo que puedas aprender como las matemáticas. Debes sentirla.

No tuvo problemas en entender eso pero no pudo evitar formar una mueca al escucharlo, él no tenía tiempo para el sentimiento de su cuerpo moviéndose, necesitaba aprender.

— Lo sé pero realmente en estos momentos tan solo quiero salvar el culo y no pasar vergüenza en una discoteca extranjera.

— Entonces no necesitas que te enseñe, necesitas que vaya contigo.

//

La puerta de aquel establecimiento se encontraba abarrotada de personas en su mayoría de su edad, todos luciendo bien vestidos y listo para divertirse mientras pasaban cuidadosamente al interior del antro. Su pierna temblaba ligeramente mientras texteaba a sus compatriotas que venían en camino, a su lado, su auto proclamado invitado veía divertido a su alrededor, con aquella camisa de cuadros ya puesta en su cuerpo y notando como le cubría hasta la mitad de sus muslos, lo hacía parecer más alto además de que el rojo era un color que funcionaba muy bien con aquel turco de padre chino.

— Wonwoo, deja esa móvil, estamos avanzando.

En algún momento Jun, cómo cariñosamente lo llamaba, había dejado aquella burbuja de inseguridad y se dirigía a él con un informalismo muy adorable en el inglés que sabía pronunciar haciendo que sonriera mientras terminaba de escribir aquel mensaje de Kakao y se lo enviaba tanto a Hansol como a Mingyu.

Tan solo a dos personas de la puerta principal, ambos nombrados llegaron corriendo, jadeando por el esfuerzo pero sonriendo al notar que tenían un sitio reservado en el lugar, la cola parecía interminable pero no tenían la culpa de escoger la discoteca más famosa de la ciudad. Saludaron con una sonrisa a su amigo antes de posar su mirada curiosa en el joven de negros cabellos atados en una pequeña coleta.

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