Camille
Llegue hasta la puerta de la casa de Romeo, no se porque pero sentía que mi corazón se me estaba saliendo del pecho. Miraba de manera muy tonta la puerta principal de la linda casa, decidiendo si tocar la puerta o volver al auto y ponerle un mensaje de texto avisándole que estaba afuera de su casa, de disponía para volver a mi auto cuando, recordé que no guarde su número telefónico, entonces una loca idea vino a mi mente, podía volver a mi coche y tocar el pito tantas veces hasta que saliera, pero... si mamá se entera de eso me daría un gran sermón y luego me asesinaria. Así que no era muy buena idea tampoco, llene mis pulmones de aire , me llene de valor y camine los cuatro pasos que me separaban de la entrada principal.
Levanté mi brazo derecho y di unos pequeños golpes que al parecer fueron ignorados, levante la cabeza y visualice una pequeña caja, un timbre. Supongo, le hundí mi dedo indice y segundos después una mujer de aspecto muy elegante y con unos rasgos hermosos estaba al pie de la puerta con una gran sonrisa.-Buenas tarde. -saludo al abrir la puerta.
-Hola señora, buenas tardes -salude también. -¿Se encuentra el tara... perdón Romeo? -pregunté nerviosa.
¿Es enserio Camille? Le ibas a decir tarado mientras platicabas con su madre.-Claro, esta en su habitación con Saúl, pasa niña no te quedes ahí. -ofreció amablemente, yo accedí y entre al vestíbulo para luego cerrar la puerta atras de mi. -Enseguida lo llamo. -informó dirigiéndose al pie de las escaleras. -Romeo, te busca una chica. -grito y luego camino hasta mi lado.
-Gracias. -Sonreí
-¡Camille! ¿cierto? -asentí. -Yo también trate mal a mi esposo la primera vez que hable con mi suegra, solamente que yo no lo pude arreglar como tu, le dije idiota. -Explico entre risas.
-Lo siento señora, -dije avergonzada.
-Dime Cristin, y no te preocupes ¿que te puedo decir? Lo que se hereda no se hurta y es claro que Romeo no ha heredado mucho de mi.
Ese comentario provocó vque ambas ríeramos muy fuerte, cuando volví mi rostro, Adams estaba a unos pasos de nosotras, se veía algo agitado.
-Hola -Saludó. -¿que es tan divertido? -Cuestióno con intriga.
-¡Nada! -Dijimos al unisonido.
-Hasta luego linda, se despidió su madre y Ron nos miró al parecer sorprendida.
-Le caíste bien. -Afirmó.
-Y ella a mi... -afirmé.
-¿Nos vamos? -asentí.
Cuando estábamos en el coche encendí el motor del coche y nos pusimos en marcha, directo a la biblioteca. Había mucho silencio entre nosotros y pensé en que quizás estaba molesto porque abuse de su confianza.
-Siento haber ido hasta la puerte de tu casa, hablar con tu madre y entrar a tu casa.
-No hay problema. -Sonrió
-Pensé en llamarte pero no tengo tu número, así que pensé que no era lo correcto tocar la bocina.
-¿Quieres mi número telefónico? -Interrumpió y lo mire confundida.
-¿Que?-frunci el ceño. ¡No!... ya llegamos. -informe estacionando el coche y saliendo lo mas rápido posible de el.
En la biblioteca estuvimos aproximadamente dos horas hablando del proyecto, teníamos buenas ideas pero ambos creíamos que era mejor continuar otro día.
-Tengo cosas que hacer -Dije al salir de la biblioteca.
-Podría acompañarte.
-No, creo que deberías ir a ver a tu novia, según April hoy se fue molesta.
-No me interesa. -Aseguró. -Bueno si, pero en realidad no me importa... el asunto es que hoy se paso de la raya. -Lo mire confundida. -Tienes razón, me debería ir, nos vemos. - Hizo un gesto con su mano y caminos unos metros hasta que se detuvo y camino de vuelta hasta mi.
-¿Que sucede? -pregunté
-Esque... estoy a ocho kilómetros de casa y no traje mi auto. ¿Me podrías llevar? -solté una peque risa, luego asentí y ambos subimos al auto.
-¡Servido! -dije al estacionarme fuera de su casa.
-¿Quieres entrar? -ofreció.
-No gracias, iré al cine con Lexie y Romina, también se nos unirá Ari.
-Y... ¿Julieta sabe?
-No tengo idea, pero si a Romi no le importa a mi tampoco. -Romeo dejó salir una carcajada.
-A Romi no le importa nada.
- Lo sé, esa chica me agrada. -ambos reímos.
-Bien, entonces nos vemos en clases.
-Claro, no tengo salida.
Romeo sonrió y se acerco peligrosamente a mi, pude sentit su aliento caliente sobre mi mejilla, gire un poco mi rostro y nuestra bocas quedaron peligrosamente cerca a unos pocos milímetros.
-¿Estaría mal si te beso? -me susurro.
-Si, muy mal, tienes novia. -Respondí alejándome y Romeo hizo lo mismo.
-¡Mierda! -gesticulo reclinandose en el asiento del copiloto. -Tienes razón, lo siento.
Sin decir más bajo del auto y se despidió de mi con un gesto de su mano, yo salí de ahí lo mas rápido que me permitió el motor.
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Romeo No Quiere Besar A Julieta
RomanceÉl es Romeo, el novio perfecto, atento, cariñoso, romántico y está realmente idiotisado por su novia. Es guapo, inteligente y capitán del equipo de fútbol. Debemos mencionar que con su nombre arrastra una historia de dos locos enamorados. Ella es...