27. Lo que esperábamos.

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Camille

No pude evitar tocar su rostro en el momento que vi bajar las lágrimas por sus mejillas, sentí la necesidad de tocar su rostro con la misma ternura con la que él minutos antes había acariciado el mio.

Lo estaba mirando a los ojos y sentía que nadie más estaba a nuestro alrededor hasta que...

- ¡Wow! Ustedes sí son increíbles -dijo Ari- No tengo hermanos así que... -se encogió de hombros- no tengo historia.

-Mi hermana murió el mismo día que murió mamá, ella tenía dos años de edad y yo pronto cumplirá ocho años, así que... -Marcus hizo una pausa y tomó aire- no tuve mucho tiempo para gritarle.

- Lo siento -dije y realmente debe ser duro, no imagino mi vida sin Lexie y Zaed- Debe ser...

- Si, lo fue. Pero lo más horrible fue comer la comida hecha por papá durante tres años -todos reímos- Las cosas empezaron a mejorar cuando conocimos a Teresa, tu enfermera -dijo mientras me miraba.

-Es muy linda -dijo mi amiga con una sonrisa.

-Es hermosa, una gran mujer y me dio dos hermana y bueno no es mamá pero cocina delicioso y... -sonrió- me cuida como si fuera su propio hijo.

-Es que lo eres hermano, Tere te adora.

-Lo sé y yo a ella -dijo mientras sacaba una foto de una mujer a la cual pude reconocer como mi enfermera y dos hermosas niñas, en medio de las niñas estaba Marcus y en un extremo el doctor Karev.

Yo observaba la fotografía cuando escuché el teléfono de Ron sonar.

-Lo siento -se disculpó sacando su celular de la delantera de su pantalón- ¡Aló! -contestó su teléfono, y de golpe pude notar como la expresión de su rostro cambio, acto que todos notaron, se puso de pie y se alejó de nosotros lo más que pudo. -Si, si efectivamente estoy con ella... No, tú cambiaste... Creo que ya, no... Yo no tengo nada más que decir, ya te lo dije todo lo que tenía para decir... No... Si... Maldita sea, no quiero lastimarte Julieta...

En el momento que Romeo pronunció ese nombre las miradas de Carson y Karev se posaron en mí, yo baje la cabeza para no tener que enfrentar la mirada de ambos, simulaba ver la foto familiar de Marcus, y para ser sincera tiene una familia hermosa.

- NO TIENES NADA QUE HACER AQUI -Romeo estaba rojo de irá- Maldita sea, Julieta no compliques las cosas más... No es tu problema... Bueno, ¿y si así fuera, que? -podía notar lo incómodo que se encontraba Romeo con esa conversación- ¿Quieres la verdad? ¡Bien! Aquí tienes lo que quieres, si, si me gusta y gracias a ti me di cuenta, hiciste todo lo posible para que me diera cuenta. ¡Adiós! -finalmente había terminado la llamada.

De reojo pude ver como Ariadne y Marcus miraban de manera confusa y sorprendida a Romeo.

-Lo siento -dijo aclarando su garganta y sin mirarme- Creo que... lo mejor será que me vaya, amm... ya.

Guardo su teléfono, tomó su chaqueta y camino hasta la puerta, salió por ella y lo escuché bajar algunos escalones.

- Hola Lex, hola Romi -lo escuché decir a lo lejos.

- Ron -chilló la pequeña rubia- ¿Q-Qué haces aquí?

-Amm... yo, bueno yo vine a ver a Camille, para saber como seguía... - respondió- ya sabes por como se puso ayer.

-Si, lo sé, de hecho lo sé todo, y creo que será mejor así -pude captar un dejo de duda en la voz de la chica- no la busques por favor, sabes a que me refiero.

-Claro, claro, lo sé. Hasta luego chicas.

-¡Nos vemos! -contestaron al unisonido.

- ¿Y bien, que esperas? -preguntó Ari fulminandome con la mirada.

- ¿Qué? -pregunté simulando confusión.

- Acaba de contarte su secreto mejor guardado -específico Marcus y yo frunci el ceño- Lo de Saúl, Camille y además acaba de gritarle a su novia de años que le gustas y en serio ¿No piensas hacer nada?

-Pero... -dude unos segundos- ¿que hago?

-VE TRAS ÉL, TONTA -grito mi amiga.

Al escuchar la sentencia de mi amiga, de inmediato me levante y salí corriendo por el pasillo al llegar a las gradas las baje de dos en dos hasta llegar a vestíbulo y encontrame con la puerta.

- No esfuerces tanto tu cuerpo, estas convaleciente. ¡Tarada!

-Ron... -grite al salir por la puerta, pude ver cuando abría la puerta de su carro, al escuchar el grito giro su cabeza y me vio. Así que cerró la puerta con él aún afuera.

- Cami, yo lo lamento, no era mi intención montar un espectáculo en tu casa.

-Lo sé -el asintió- ¿D-De verdad te gustó o simplemente lo hiciste para hacerla enojar? -sonrió como si le acabará de contar un mal chiste.

-Me gustas más de lo que yo quisiera aceptar, amo tus ojos, tu boca, tu cabello, tu piel, hasta tu ironía, esa sensibilidad que muy pocos conocen, y créeme no me importa si no soy correspondido, simplemente no quiero ni puedo seguir con Julieta mientras quiero a alguien mas.

No podía dar crédito a lo que mis oídos estaban escuchando así que dije: -Tu también me gustas Ron.

Sus ojos se abrieron como platos, se acercó a mi dando grandes zancadas para hacer más pequeños los dos metros que nos separaban y cuando lo tenía al frente... ¡pasó! Lo que esperábamos, finalmente me tomó por la cintura me acercó más a él y me besó.
Gesto que evidentemente correspondí...

Gracias por esperar, finalmente les dejo un capítulo más.

Espero que les guste y los quiero ♡♡♡

No olviden votar y dejar sus comentarios. Un abrazo a la distancia.

P.D: No lo he editado, si tiene algún error me disculpan y pronto lo estaré corrigiendo y subiendo más capítulos.

Romeo No Quiere Besar A JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora