34. No la conoces.

67 1 0
                                    

Romeo

Hunt me miro y en sus ojos vi desesperación. Todos absolutamente todos estábamos en silencio, un silencio casi mortal. 

Camille salio de la cafetería de prisa y sin decir ni una sola palabra mas, ni siquiera a Carson. Lexie había tomado asiento en la silla que dejo vacía su hermana, la alegría había abandonado su rostro y sus ojos brillaban pero no de alegría. En ellos se habían alojado una lagrimas que se le esforzaban por no salir.

-Lex... -dijo Romina tocándole la mano- te dije que no era el momento, es demasiado sobre-protectora y no confía en Hunt.

-Y créeme, no entiendo la razón -se defendió mi amigo. -Lexie dio un gran suspiro-.

-Tenia que decírselo, creo que ya sospechaba -Carson asintió-.

-Ya se le pasara... -dijo Noah en un intento fallido de minimizar el asunto-. 

-No la conoces. -Dijimos todos al unisonido. 

-No te preocupes Lex... la llamare e iré hablar con ella -alentó Ariadne sacando su celular. 

-Esta en la biblioteca, tiene que devolver unos libros -explique- Yo puedo ir, quizás logre convencerla de que mi amigo NO es un idiota. -Me levante de la silla y salí rumbo a la biblioteca. 

Mientras caminaba a la biblioteca saque mi teléfono  de l bolsa delantera de mi pantalón y rápidamente teclee el numero de Camille. Quien contesto la llamada casi al instante para gritarme que la dejara en paz y sin mas termino la misma. 

Estaba de pie en el umbral de la puerta de la biblioteca  cuando vi a Camille sonriendo mientras hablada con la sra. Torres (la bibliotecologa) di unos pasos adentro de la biblioteca cuando Camille empezó a caminar, paso a mi lado sin notarme así que aclare mi garganta, ella aparto el rostro de su teléfono y cuando me vio hizo un gesto de desagrado. 

-¿Y ahora? ¿Que quieres? -pregunto llena de fastidio. 

-¿Porque el enojo? -cuestione- les programaste una salida a cambio de la dirección de la casa de Julieta. 

-Advertí al muy imbécil de tu amigo que no intentara nada con ella. -Explico acercándose peligrosamente.

-Camille, linda, en el amor no se manda -dije acariciando su rostro- tu y yo  lo sabemos mejor que nadie.

-Entonces, -dudo un segundo- deberíamos... 

-Ni sueñes que vamos alejarnos... -sonreí y  bese su frente- mas bien iba pediste que... 

-¿Que, que? -pregunto bajando por completo su altanería. 

-¿Quieres ser mi novia? 

Supongo que su respuesta es positiva, por que me he dado un gran beso que me ha dejado sin aliento. Apasionado y romántico y se que no debería decir esto pero nunca había sentido esto al besar a una chica, ni con Julieta. 
Cuando finalmente nos separamos para tomar aire, vi sus profundos y hermosos ojos color café, ambos reímos. 

-Linda... -dije pasando un mechón de su cabello por detrás de su oreja- ¿Crees que podamos ir a la cafetería?

-¿Para que? -pregunto mirándome mal.

-Para que seques las lagrimas que bajan por las mejillas de Lexie... 

-¿Mi hermana esta llorando? -asentí.

-Esta demasiado triste porque su hermana no acepta al idiota de su novio -ambos sonreímos- ¿que te parece si vamos con ellos y le dices  a Hunt que es un tarado o como quieras llamarlo y que si lastima a Lex lo mataras con tus propias manos?

-No lo se... 

-Cami... -no permití que siguiera hablando- Hunt es un buen partido, yo lo aceptaría como cuñado.  -sonreí y ella rodó los ojos. 

-¡Bien! pero si Hunt la lastima, terminare contigo ¡LO JURO! -fingí estar ofendido y ella rió de mi.

-Dicho así, me encargare que el sea el mejor novio, incluso mejor que yo... -dije mientras caminábamos de vuelta a la biblioteca.

Romeo No Quiere Besar A JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora