Mr. Runnell estaba sentado en la biblioteca con las hojas que el Conde de Nothunthey le había prestado, sobre la veracidad, cuando escuchó que la puerta de la biblioteca se abría, desde la segunda salita él no podía distinguir quién era, pues la distancia y los anaqueles lo impedía, como ya estaba llegando el invierno la chimenea estaba encendida, al no distinguir nada comenzó a desatar las hojas. Lo primero que leyó decía: Si tiene un Libro Sagrado es bueno que lo tenga a su lado, entonces dijo en voz alta:
—Debo buscarlo..
Una voz suave y familiar le preguntó:
—¿Qué es lo que debe buscar?
—Oh Lady Ellie Bedford, buenos días.
—Buenos días Mr. Runnell y llamame Ellie, pues se que debe de ser muy agotador para usted expresar el nombre completo, además es usted de la familia.
—En tal caso Lady Ellie Bedford le agradezco su testimonio, pero no es agotador para un servidor, con todo el gusto la llamaría por su nombre de cortesía, aunque no se escucharía bien, ya que un servidor es un simple huésped de su padre, así mismo su hermano Jeffers es muy celoso aunque él no lo admitirá nunca, y si me escucha llamarla por su primer nombre, estoy seguro que me dará una reprimenda, para evitar todo eso preferiría continuar llamándola Lady Ellie Bedford.
—Entiendo, cómo una vez le informe, usted habla demasiado, no hay porque dar mas explicaciones, si me disculpa.
—No se marche, deseaba buscar un Libro Sagrado en la biblioteca pues el mío al parecer se me quedó en la villa.
—¿Un Libro Sagrado?
—Si, verá un amigo me entregó estas hojas y debo tener uno.
—En mi recámara tengo el mío, si lo desea se lo puedo buscar.
—Tiene usted uno.
—Si mi institutriz era hija de Dios, como ella siempre decía, me enseñó todo sobre el Libro Sagrado, de Jesús, del Espíritu Santo y Dios, cuando se marchó a América, me lo dejo de regalo.
—Por favor puede ayudarme a entender estas páginas.
—Si usted desea...
Mr. Runnell puso cara de arrepentimiento, y asintió con la cabeza, pues se dio cuenta que había ofendido a la dama, por no desear llamarla por su primer nombre, así que le sonrió, esta hizo una reverencia y se marchó de la biblioteca a su recámara, retornando con un libro negro en sus manos y una dama anciana, la cual tomó asiento en un extremo lejano, él sonrió de nuevo y le indicó:
—Disculpe por mi falta de hace un momento, no desee ser grosero con usted, lo que sucede es que no debes faltar a la amistad de mi amigo y sobre todo no pretendo que nadie malinterprete nuestra amistad.
Lady Ellie Bedford, lo miró a los ojos con los lentes y supo muy dentro de ella que Mr. Runnell solo la veía como una amiga, como una vez le había dicho El Conde de Nothunthey la vez que estuvo en Londres para la temporada, ella se prendió de él como una loca, este le correspondía pero como amigo, nunca como una dama, era muy correcto y respetuoso, un día ella le dio un beso en la mejilla, él muy caballeroso le explicó que no podían relacionarse de otra forma, pues la veía como una amiga, ella comprendió que era porque no era muy agraciada físicamente y retornó a Ridgeway antes de terminar la temporada, poniendo fin a la amistad con el caballero....
—¿Me está escuchando?
—Eh... Oh si, sus palabras me recuerdan a alguien.
—¿Alguien especial?
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Pacto de Amistad 2 (Amor en Silencio II)
Historical FictionPacto de amistad II Mr. Lennox Runnell fue enviado a un internado, desde muy pequeño, pues sus padres no poseían el tiempo para cuidar de él, ya que se las pasaban en fiestas y eventos disfrutando de su dinero, en el internado, el joven conoce a dos...