Capítulo X

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Cuando descendía por las escaleras hacia el salón del desayuno, Mr. Runnell estaba resuelto a hablarle a su amigo de forma franca, para que este pudiera poner mejor atención a Miss. Wolcobick, y así lo hizo, al sentarse a su lado, le expresó que la dama estaba rendidos a sus pie y de esa forma le hizo saber a su amigo George de que él no estaba interesado por la Escocesa; y que en cambio se había dado cuenta de sus sentimientos hacia la dama, este lo miró asombrado, pero todo la conversación quedó interrumpida cuando Lady Julliet Foster los obstaculiza y ese fue el momento preciso para sonreírle a su amigo, y hacerle ver que contaba con él.

Al finalizar el almuerzo los cuatro caballeros salieron a cabalgar por las inmediaciones del castillo, y se detuvieron en la villa y estaban compartiendo en el despacho de Mr. Runnell cuando Lord Sam Conterther expresó:

—Quería preguntarles algo, como un servidor no es un caballero que se caracteriza, por cortejar a una dama, me podrían ayudar a dar lucidez a mis pensamiento, ¿Es posible que un caballero se enamore de una dama con solo mirarla?

Los otros tres caballeros se quedaron pasmado, en especial Mr. Runnell, pues estaba seguro que el caballero estaba hablando de Lady Ellie Bedford, él no pudo articular palabras aunque Lord Jeffers Bedford lo miraba a él, fue Lord Lyon que respondió:

—Si, muchas veces nos quedamos prendido de la dama desde la primera vez que la vemos, sabemos que es la criatura más hermosa que Dios creo, que podríamos durar todo el día contemplando la e incluso toda la vida.

Mr. Runnell sonrió a las palabras de su amigo, pero fueron las palabras de Lord Jeffers Bedford que lo dejó con los labios entreabiertos:

—Aunque debe tener cuidado con sus sentimientos, si se siente que debe ocultar lo que siente a la dama, tiene que analizarse...

Entonces Lord Lyon expresó:

—Si lo que desea es tomar a la dama y raptarla, para pasar toda su vida a su lado, no importando los obstáculos, hágalo.

Mr. Runnell no podía aconsejar al caballero ya que él sabía que la dama era Lady Ellie Bedford, y eso le dolía en el alma, por el contrario deseaba con toda sus fuerzas que se desvaneciera de su vista.

En ese instante entró Alfred con la bandeja y Lord Conthentar sólo indicó:

—Gracias.

Mr. Runnell hizo un esfuerzo y desvió la conversación, así quedó en el olvido las inquietudes del Conde, y de esa forma almorzaron en la villa, y retornaron al castillo, inmediatamente de su llegada al castillo el Conde se despidió, y Mr. Runnell sabía que iría en busca de Lady Ellie Bedford y tal vez esa tarde le declara su amor a la dama, eso lo hizo palidecer y fue su amigo George que le preguntó:

—¿Se encuentra bien Lennox?

Él respondió con un sí a su amigo, pero a la vez con una pregunta sobre Miss. Wolcobick, este expresó el porque no podía cortejar a la dama, pero Jeffers hecho a bajo todos sus obstáculos, y al final Lord Lyon fue en busca de la dama, pues Mr. Lennox le explicó donde pasaba la dama las tardes y éste formó una reverencia y salió del salón de caza, dejando a Lord Jeffers y a Mr. Runnell solos, fue el Márquez que le dijo:

—¿Se encuentra bien?

—Porque lo pregunta...

—Es que se ve un poco distraído...

—Debe ser que no he descansado lo adecuado.

—Pues debería hacerlo, todavía está a tiempo de descansar un rato antes de la cena.

Pacto de Amistad 2 (Amor en Silencio II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora