Hace mucho que no pienso en mi closet...
Hace mucho que dejé mis manías con él...Recordé cuando era mi cómplice en muchos actos, mi compañera en las aventuras, e incluso, mi única seguridad en casa... O eso creía.
Recuerdo jugar a las escondidas con mi hermano, en esos casos eras mi mejor escondite.
Recuerdo que si hacía algo malo, me metía dentro de ti para que mamá no me regañara.
Recuerdo tantos momentos, tantas manías, tantos sueños dentro, donde podía actuar de una manera.
Donde me subía al estante en que se amontonaban dobladas las sábanas, las toallas y las fundas, me sentaba sobre ellas, y cerraba los ojos, pensando que así jamás me verían, asegurándome de mi misma, que ningún daño recibiría.He pensado en ti, closet, ahora ya no quepo en ti, tus tiras de madera delgada de primavera no aguantarían mi peso, ahora no hay espacio por las sábanas que aún sigues conservando limpias para mi...
Pensé en ti, y he recordado aquél amargo día, aquél día en el que me decepcioné de ti, el último día que me adentré a ti, la última vez que fuiste el refugio de una niña.
Recuerdo temblar dentro de tu cueva de madera maqueada, intentando no hacer ruido, estaba sola en casa, como ya era costumbre, recuerdo envolverme una sábana de tonos bajos, escuchar pasos, escuchar una respiración y, de pronto rechinaste tus puertas al ser abiertas bruscamente de par en par, recuerdo verlo, gritar, llorar, patalear violentamente...
Recuerdo no poder defenderme, no hacer nada por mi...
Aún recuerdo ese aroma, a sudor, a rancio, a miedo...
Recuerdo que no pudiste hacer nada por mí ese día, closet, ... Aquel día en que la inocencia terminó...
Aquél día, donde el abuso provocó no volver a tus entrañas.Hoy te recordé, creo es inevitable no hacerlo.