En unos días, nada había avanzado más de unas palabras al encontrarnos en los pasillos. Lía insistía en que era cosa de adolescentes hormonadas el estar pensando que de un día a otro se desviviría por hablar conmigo.
Al "empezar de cero" se reanudaron todos los acercamientos de él hacia mí, sus constantes miradas fijas seguían ahí y mi deseo por volver a besarle era más real qué nunca. Había tratado de centrarme en los estudios, pasaba más horas en la biblioteca y en cuanto llegaba a casa me sumergía en algún que otro libro. En ocasiones, mi arrepentimiento por salir corriendo me llevaba a pensar en llamarle o peor aún ir a su casa. Rápidamente ésta estúpida idea desaparecía al pensar en que podría decirle nada más llegar. Mi primera opción era el simple hola ¿que tal? Y mi salvaje yo tenía cómo segunda opción plantarle un beso de los que tanto deseaba.
Mi obsesión llegaba a tal límite de escribir su nombre en todos lados sin tener mera conciencia de ello, de pasarme el día mirándole y no prestar atención a nada más.
Una cosa era cierta: Que no me hablase me estaba volviendo loca.
-Eo empanada - Me casi gritó Nathan -Hay vida más allá del amor mujer. Tienes amigos. ¡Haznos caso!
Rápidamente parpadee para humedecerme los ojos y le miré - ¿Se puede saber que es lo que quieres, pesado? Dejame vivir en mi estúpida fantasía de color rosa. - Negué con la cabeza e hice un puchero - Vale no, por favor distraeme - Le agarré de la manga de la sudadera y empecé a sacudirle -Venga va, vamos a tomar algo. Naaaaaathaaaaaaan. Porfi porfi.- Empezamos a reír al unísono.
-A veces me dais un poco de repelús ¿sabeis? Esa forma de hablar y reir a la vez me pone los pelos de punta.
A la semana de su ausencia decidí salir con mis amigos. No se porqué me sorprendía si total, el tiempo en que no eramos "eso" tampoco solíamos hablar. Nathan y Lía me distraían de mis demasiado positivos pensamientos mientras estaba con ellos, pero al llegar a casa volvían y no eran precisamente agradables. Lo primero que se me pasaba por la mente era que se había cansado de mí y estaba con otra. Lo segundo era que la cagué demasiado y salió corriendo asustado. Claro que estaba hablando de Alleck y posiblemente no entendiese lo que era tener miedo.
Me encontraba en mi amado sofá comiendo palomitas de mantequilla cuando alguien tocó la puerta. No entendía que les había dado a todos con que mi casa era una atracción turistica.
- Ya voy - Grité aunque sabía que lo más seguro era que no me escucharán. Alcé la cabeza y abrí la boca. - Eh, tu. Esto... Amm... - Bofetada mental. Avergonzada bajé la mirada hacia el suelo y me callé.
- Hola a ti también - Su sonrisa perfecta estaba ahí, como si nada mientras que yo trataba de ahogar un grito interior. - He traído - Dijo señalando a un montón de películas que llevaba entre su musculado brazo y su perfecto abdomen. Tenia un serio problema, estaba loca por este hombre.
No pude reaccionar, no me salían las palabras. Una semana y media después desde nuestro "empezar de cero" y aquí estaba, cómo si nada. Le dejé pasar, se sentó en el sofá y yo fui a hacer más palomitas y bebidas.
- ¿Qué te apetece más, una de miedo o de acción? - Oh por favor, no me lo pensé dos veces y le dije una de miedo. ¿Era un poco obvio no? Ver películas con Alleck era lo mejor que había hecho en mi vida. Vale eso sonó bastante triste.
- Nada, ¡no pasó nada! - Me encontraba en la cafetería con Lía mientras me hacía un interrogatorio - Solo vimos la película, no me abrazó, ¡Ni siquiera me rozó con la mano!
Resumiendo, ayer Alleck vino a mi casa a ver películas. Vimos tres y se fue. Entre peli y peli nos contabamos cosas pero poca cosa más. Eso si, tuvimos una conversación algo seria. Se basaba en FriendZonearme. Dejadme que me explique:
Todo empezó al terminar la segunda película. Al ver que él no se acercaba a mí, decidí ser dueña de mi vida (a buenas horas) y acercarme yo. Al verme tan cerca fue él quien se apartó. Le pregunté que porqué se apartó a lo que me respondió que ya no me veía así.
#Flashback
-Lo siento - Inmediatamente me aparté dejando aún más espacio entre los dos. -No hay nada malo en ti, de verdad creeme. Simplemente es eso, que te veo mas como una amiga que como un rollo. -Dolor en el pecho, ni siquiera se había replanteado el ser mi pareja y yo nos veía hasta con hijos. -Me gustaría que fuésemos amigos. -Ou, yo no quería ser su amiga.
#FinDelFlashBack
-Ahora entiendo tu cara de perro -Le lancé una mirada asesina - ¿Se lo has contado a Nathan?
-No, últimamente me rehuye. Creo que no ha pasado nada pero no me contesta a las llamadas, no lo encuentro por los pasillos, en clase se sienta lejos de mi. No entiendo nada.
-Esto.... Si... Es raro si. -Algo pasaba, estaba muy rara, me estaba mintiendo - No, no me mires así. Yo, yo no tengo nada que ver. -La mire mal - Vale vale, si. Nathan habló con Alleck y salió muy enfadado. No se que le dijo pero me imagino que tendrá que ver con la charla de ayer.
¿Qué debía hacer? Ir a por Nathan.
¿Qué le diría? De todo.
¿Qué le haría? Matarlo.-----------
Hooolinskii!
Se que hace mucho que no cuelgo pero ¡¡¡aqui estaa!!! Espero que os gusté.
Ya sabéis, comentad,estrellita y sonrisa mia. Vale ya. Graaacias por leer😘
Beeeeesis de freeeeeesis💖💖
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Hasta que mis alas desaparezcan
Teen Fiction-¿Te has vuelto a dormir Ayleen?- dice riéndose- hoy hay que triunfar, espero conocer a tías sexys. -Cállate, pareces un salido. - ¿Sabías? Eres míster alegría por las mañanas. Nathan era mi mejor amigo desde que tenía conciencia, nuestros padres er...