17º La despedida

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Aquel silencio fue interrumpido por la voz de Alejandro al preguntar:

- Es mi hijo-

-Si es tuyo y no hace falta que hagas una prueba de paternidad ya que cuando miras a ese niño a los ojos puedes ver los tuyos- respondí sin darle tiempo a Daniela a decir nada, y proseguí diciendo- Alejandro sabes que te amo con todo mi corazón y que en estos meses que pase contigo fui la persona más feliz del mundo, pero aquí se acabo todo no puedo seguir contigo.- con esas cuatro últimas palabras estalle en lágrimas y me fui corriendo de allí no cogí la maleta porque ya no me importaba nada. Solo quería morirme para no seguir en el mismo mundo de la persona a la que amaba sin poder estar con ella y es que era imposible ser feliz ahora que sabía como era el amor verdadero y ya no podía tenerlo. Estaba saliendo por la puerta cuando note la mano de Alejandro cogiéndome del brazo, para después abrazarme con toda su fuerza. Durante el minuto que duró nuestros abrazo intenté grabar el olor de Alejandro en mi mente para no olvidar jamas a aquel hombre. Después de esa pequeña despedida lo aleje de mi diciendo

-No hagas esto más difícil, me voy a ir muy lejos, para no volver a encontrarme contigo en la vida iré no se al fin del mundo tal vez donde no exista nada que pueda recordarme tu mera existencia.-

-No permitiré que te vayas si te vas al fin del mundo te perseguiré durante toda la vida- me respondió abrazándome de nuevo.

-Por mucho que me persigas jamas podre aceptar a un hombre que abandonó a su familia, sabes lo cabezota que soy asique no insistas esto es un adiós para siempre- lo aleje de mi nuevamente pero esta vez con más calma con serenidad y mirándolo a los ojos ,cogí mi maleta y ahora si definitivamente me fui de esa casa dejando atrás todos los buenos momentos que me proporciono ella y su dueño.

Durante el camino a mi casa pensé en mil formas de morir pero ninguna me convencía no tenía el valor para morir pero tampoco lo tenía para vivir. Llegue a mi casa y me fui directamente a a mi cama me eche en la cama y allí me quede sin moverme sin comer sin beber y sin hacer nada. En esos momentos era un cadáver andante no era un cuerpo sin alma, no tenía ganas de nada ni fuerzas me encontraba muy mal la cabeza no paraba de darme vueltas y derepente todo se quedó negro.

Me dolía la cabeza y me costo abrir los ojos, cuando conseguí por fin despertarme completamente pude ver a Laura sentada al lado de la cama una cama que no era mía, por un segundo me sentí mejor al saber que no estaba sola pero al mismo tiempo me di cuenta de que estaba en un hospital y no sabía porque. Intenté levantarme de la cama pero no tenía las fuerzas necesarias para hacerlo, estaba sentada en la cama cuando Laura se despertó y me preguntó aun con la voz adormilada.

-Eva que tal estas te encuentras mejor-

-No no estoy mejor, estoy hecha una mierda y es que todo me tiene que salir mal.- comencé a llorar por que quería desahogarme con mi mejor amiga, y entre lagrimas y sollozos le conté todo lo que había pasado. No dijo nada simplemente se levanto y me abrazó para consolarme. Por un segundo mi mente desconecto y a través de aquel abrazo pude sentirme tranquila, en mi mente ya no quedaba nada. Los sueños y las esperanzas se fueron con las lágrimas no quedaba en mi ni una pizca de felicidad, y lo que más me dolía era saber que había echo lo correcto. El dolor la tristeza y todos los sentimientos negativos que enterraron a mi corazón en una profunda soledad sin retorno seguían ahí para hacerme sentir cada segundo que pasaba más miserable.

Después de aquel tierno abrazo Laura se sentó en la cama y se quedo mirándome fijamente durante un buen rato, tenía los ojos vidriosos como si hubiera pasado toda la noche llorando. Me cogió la mano y comenzó a gritarme como una loca.

- EVA ESTAS LOCA QUE QUERIAS MORIR SOLA EN AQUEL APARTAMENTO. SABES LA GENTE NO MUERE POR UN DESENGAÑO AMOROSO. COMO FUISTE CAPAZ DE COMPORTARTE DE ESA MANERA.- Laura estallo en llanto y se seco las lágrimas con mi mano, entendía la razón de su regañina pero no podía decir que lo sentía porque no era así. Me quede callada mientras ella seguía regañandome, y sus gritos de loca consiguieron sacarme una sonrisa.

Cuando por fin termino yo ya me sentía mucho mejor, esos gritos hicieron que me diera cuenta de que la vida seguía y aun había gente que me quería. Aun así el dolor aun persistía en mi pecho el dolor de haber perdido el amor de mi vida.

En medio de la conversación que estábamos teniendo, un puñal a travesó mi corazón al escuchar aquellas palabras. Cuando Laura me dice:

- deberías hablar con Alejandro y agradecerle que ta haya salvado la vida. Que sepas que no fui yo la que te trajo aquí fue él.- una cascada de lágrimas se deslizaba por mis mejillas cuando mi mejor amiga prosiguió diciendo.- perdona se que estas palabras te duelen en el alma pero después de que el te salvara no pude negarme a su petición de decirte eso. Eva sabes que te quiero más que a una hermana y si te duele el corazón a mi también me duele si estas triste yo lo estaré contigo porque tu siempre has estado a mi lado has llorado conmigo me has sujetado el pelo mientras vomitaba me has dado tanto amor que jamas podre compensarte. Conoces todas mis locuras mis miedos mis sueños lo sabes todo de mi, y yo lo se todo de ti en una vida pasada tal vez hace más de mil años fuimos hermanas gemelas, hermanas que compartían todo hasta la sangre. Hoy en día no compartimos sangre pero quiero que sepas que estaré contigo apoyándote durante todo el proceso que seré tu apoyo en todo lo que necesites y nunca,nunca nunca jamas de dejare sola.

- A que te refieres con todo eso del proceso, que proceso?- no entendía lo que estaba intentando decirme, y antes de que pudiera contestarme un médico entro por la puerta. Era un hombre de aproximadamente 50 años y una gran sonrisa. Entro en la habitación sin llamar, se acerco a mi para preguntarme como me encontraba, y para informarme de mi estado general. Habló conmigo amablemente y me explico que sufrí una leve desidratación, pero que existía otro motivo por el cual me sentía tan cansada y era tan simple y a la vez tan complicado, y es que estaba embarazada.

La  oscura soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora