Años
La costumbre de salir se hacía más constante en mí y aunque mami sabía que estaba cerca de casa, se preocupaba mucho; menos mal que papi la tranquilizaba y yo también lo hacía al prometerle que nunca saldría de la zona residencial sin su permiso. Eso sí, siempre que paseaba no podía evitar ir a búscalo para verlo. No hablaba mucho, pero me parecía agradable y algo de él llamaba mi atención, lo que me hacía querer ser su compañía; parecía alguien solo y sin amigos. Además, era mejor que lo acompañara para que no se aburriera de trabajar sin nadie con quien conversar o escuchar.
Este día estábamos en la parte trasera de mi edificio y mientras él podaba los arbustos, yo lo veía. Había llegado un rato antes, pero no sabía qué decirle hasta que entonces recordé.
—¡Ah! Ayer cumplí siete años —le dije, sonriendo feliz.
—¿Y qué quieres? ¿Un regalo?
—¿Me lo darías?
—No.
No esperaba uno, mas sí esa respuesta. Él era muy así.
—¿Y tú? ¿Cuántos años tienes? —Papá me había dicho que no le preguntara la edad a las señoras, pero no me dijo nada de los señores.
—Muchos.
—¿Más que mis papás? —Sabía que los viejitos tenías más años que ellos, pero él no lucía viejito.
—Considerando tu edad, puede que sí tenga más que ellos.
—¿Cuántos tienes? —insistí impaciente.
—Treinta y ocho.
Miré mis manos y con los dedos intenté hacer cuentas. ¿Cuántos años tenían ellos? Después de un tiempo de restar y sumar supe que sí, tenía más años que mis papás. A mami le ganaba con nueve y a papi con cuatro; no era mucho, ¿o sí? A mí me ganaba con treinta y uno; eso sí era un montón.
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El Jardinero y yo [II]
Short StoryElla es una pequeña niña curiosa, inocente y alegre. Él es un simple jardinero amargado, gruñón e irritable. Pero eso no importa porque ella lo considera su amigo, su amigo el jardinero.