Llegamos a la salida de la Universidad en skate, ya que había convencido a Dylan para ir a por Ian. Él no sabía que después de que me echasen de clase me había ido con Dylan y probablemente estaría preocupado.
Cuando llegamos apenas presté atención a quién salía de allí, ya que estaba intentando ganar a Dylan en otra carrera. Ambos estábamos intentando tirar al otro del skate para que perdiese, y llevábamos buena parte del camino así, por lo que llegamos a la Universidad y no me di cuenta de que Ian salía en ese mismo instante.
-¡Hey! -Exclamó Ian, poniendo sus manos en mis hombros para que me dejase de mover con el skate.- ¿Dónde has estado como... Toda la mañana? -Preguntó, mientras le daba un abrazo.
-Conmigo. -Respondió Dylan, el cual se había bajado del skate y lo tenía cogido con un brazo, mientras que yo seguía encima del mío.
Ante la respuesta de Dylan, Ian se interesó más; se apoyó en una pierna, y con una ceja enarcada y una pequeña sonrisilla, preguntó:
-¿Y qué habéis estado haciendo, parejita?
-¡No somos novios! -Exclamé, recordando que Dylan le había dicho a Tyler que estábamos saliendo, y este, a toda la clase.
-Eso díselo a toda la Universidad. -Se rió Ian.
-Eso díselo a toda la Universidad. -Repetí, haciéndole burla, con una voz muy aguda.
-Bueno chicos, me voy a por Sara. -Se despidió Ian. Él siempre solía ir a por ella al acabar las clases, ya que estaba en la misma Universidad que nosotros, solo que en otra especialidad, por lo que tenía clases en otra a unos diez minutos andando de la nuestra. En realidad nunca había sabido por qué habían divido la Universidad de periodismo en dos, pero así era, y Sara iba a una y yo a otra.
-Adiós. -Dijimos Dylan y yo al unísono, mientras Ian se alejaba.
-Bueno, ¿qué hacemos ahora? -Preguntó Dylan.
-La profesora divertida Robinson tiene una idea. -Respondí, a lo que Dylan se rió.
-Audrey. -Escuché que me llamaban.
Me giré para encontrarme a Tyler justo detrás de mí, por lo que casi me choqué con él además de que me llevé un susto.
-¿Dónde has estado toda la mañana? -Preguntó, con expresión preocupada.
-Conmigo. -Respondió Dylan. Parecía que lo que acababa de pasar con Ian se repetía otra vez.
-Ah, claro, sois novios. -Afirmó con la cabeza.- Era solo eso, me resultó extraño no verte después de que te echasen de clase, y bueno, estaba un poco... No sé, preocupado. -Se encogió de hombros.
En ese momento estaba atónita, Tyler nunca había sido tan cercano a mí.
-Tranquilo, no me ha pasado nada, estoy bien. -Sonreí.
-Solo se ha caído del skate una vez, nada más. -Añadió Dylan.
-Eso es mentira. -Dije, girándome hacia él.
-Eso es verdad.
-No.
-Rob...
-Bueno. -Interrumpió Tyler.- Me voy. Me alegro de que estés bien. -Antes de irse, me dio un pequeño abrazo, dejándome aún más atónita.
Le observé mientras se alejaba, incapaz de creerme lo que acababa de pasar.
-¿Recuerdas... -Empezó Dylan.- ...Cuando te dije que ese tío está por ti? -Asentí con la cabeza.- Ahora lo tengo aún más claro.
-¿En serio? -Una gran sonrisa apareció en mi cara.
-Sí. -Dijo Dylan, no muy animado.- Bueno, ¿y cuál era la idea de la profesora divertida Robinson?
-Aquí no. -Respondí. Le cogí del brazo y tiré de él.
-¿Adónde me estás llevando?
-A un sitio que está a unos cinco minutos de aquí y donde sabrás mi idea.
-Me das miedo.
-Pues tenlo. -Me reí.Como había predecido, en cinco minutos llegamos a una calle prácticamente desierta en cuesta.
-¿Qué vamos a hacer aquí? -Preguntó Dylan, intrigado por mi idea.
-Pasárnoslo bien porque soy divertida. -Sonreí.
Puse el skate en el suelo y me senté en él.
-¿Qué haces? Pareces un bebé. -Se rió Dylan.
-Te parezco un bebé porque todos los bebés se sientan en un skate al borde de una cuesta, ¿verdad? -Respondí, sarcásticamente.
-Claro. -Afirmó.- Y no me llames idiota que lo veo venir.
-Siéntate en tu skate, anda.
-Pareceré un bebé.
-Pues lo parecerás. Tú hazlo.
-Pero...
-¿Quieres saber cuál es la idea divertida o no?
-Cada vez menos.
-Siéntate. -Suspiré.
Dylan decidió dejar de tomarme el pelo y se sentó en su skate, a mi lado. Estiré el brazo para que me diese la mano, y sin quejarse, cosa extraña en él, me la dio.
-Vale, ahora nos vamos a tirar por la cuesta. -Añadí, como si fuese lo más normal del mundo.
-No lo estás diciendo en serio.
-Es la idea divertida.
-¿Te parece divertido que me caiga y me abra la cabeza? Porque a mí no.
-No te vas a caer, por eso lo de la mano. ¿Para qué creías que era? -Pregunté, sintiendo curiosidad.
-No sé, pensé que quizás te gustaba el tacto de mi piel o que te empiezo a gustar aunque sea un poco. -Sonrió de lado.
-Eres igual de idiota que siempre.
-Gracias, Rob.
Suspiré ante ese último comentario y me preparé para tirarme por la cuesta. Estaba preparada para impulsarme, cuando Dylan me apretó más la mano y me paró.
-¿Qué pasa? -Le pregunté.
-Vale, voy a parecer un débil y todo lo que quieras, pero esto me da más miedo que estar de pie en el skate.
-Tranquilo, no va a pasar nada. Te vas a acabar divirtiendo, porque te recuerdo que esta idea es divertida, y...
-Rob. -Me interrumpió.- Prométeme que no me vas a soltar, y que si me caigo, te caes conmigo.
-Teniendo en cuenta que si te caes no te puedo soltar, obviamente me voy a caer también. -Me reí.
-Rob, prométemelo.
-¿Te duele menos caerte si me caigo yo contigo o cómo va esto? -Intenté seguir bromeando, pero Dylan tenía una expresión seria.
-Rob.
-Te lo prometo. -Respondí.
Una pequeña sonrisa apareció en la cara de Dylan, se puso recto, y añadió:
-¿A qué estamos esperando? ¡Vamos a tirarnos de una vez!
Antes de poder reaccionar a su cambio de estado de ánimo, Dylan se impulsó cuesta abajo, tirando de mí con él por la cuesta.
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1975 [Dylan O'Brien]
Фанфик-Qué irónico, ¿no? -Susurró.- Nos conocimos en un concierto por casualidad, y ambos estamos solos en la vida. Ambos hemos sufrido y ambos tenemos miedo. -Nada pasa por casualidad, O'Brien. Ahora nos tenemos el uno al otro. -Exacto. -Sonrió.- Estamos...