Eran las ocho y yo ya estaba en el teatro. Como me había dicho Dylan, estuve media hora antes de que empezase la representación. Fui a mandarle un mensaje para que supiera que ya estaba allí, pero no hizo falta, porque en cuanto llegué vino corriendo hacia mí.
-¡Rob! -Llegó hasta mí sonriendo y vestido con traje.
-Nunca te había visto así vestido. -Le dije, señalándole.
-¿Me queda bien? -Enarcó una ceja y se puso de perfil cogiendo la chaqueta, como si le fuesen a hacer una foto.
-Muy bien. -Me reí.
-Vamos dentro. -Me cogió de la mano y me llevó hasta los camerinos donde estaba toda su compañía de teatro.
Todos estaban haciendo ejercicios para la voz, de relajación, etc. Muchos de ellos se acercaron a saludarme ya que me conocieron cuando Dylan me había llevado a la escuela de interpretación.
-Hemos ensayado unas once veces, hemos recorrido este teatro tantas veces que lo conozco mejor que mi casa. Solo espero que salga bien. -Me contó Dylan, mientras se peinaba.
-Estoy segura de que os saldrá genial.
-Pero igual no es lo suficientemente genial como para llamar la atención de los productores.
-Dylan, mírame. -Le sujeté por los hombros.- Tú vas a salir ahí y lo vas a disfrutar como nunca, ¿está bien? No quiero que te machaques pensando en los productores. Sal y hazlo lo mejor que lo sepas hacer, y no digas que no será lo suficientemente bueno, porque siempre será lo suficientemente bueno, al menos para mí. Así que ahora relájate, piensa en otra cosa y al salir ahí olvídate de todo. Menos de tu papel, claro.
Se rió.
-Gracias, en serio. -Suspiró.- Pero, ¿sabes? Tengo mi propio truco para no ponerme nervioso.
-¿Ah, sí? -Me crucé de brazos.- Sorpréndeme.
-El salir a un escenario es como tirarse a una piscina. Quiero decir, al principio te da miedo porque está fría, pero una vez que te tiras y sigues nadando, el agua empieza a estar templada, te acostumbras a ella y empiezas a sentirte cómodo. Pues esto es igual. Una vez sales al escenario y actúas un poco, te olvidas de todo y lo haces como puedes hacerlo tú solo delante de un espejo.
-Vaya. -Afirmé lentamente con la cabeza, procesando todo lo que me había dicho.
Empezamos a oír ruido de la gente de fuera y vimos que ya estaban entrando, por lo que me fui a la cola para poder ver la actuación.
Empezaron a las nueve en punto; yo estaba en la tercera fila, por lo que pude ver perfectamente. La actuación duró una hora y media, y la verdad es que fue impresionante para ser un pequeño grupo de teatro de una pequeña escuela de interpretación.
En cuanto terminó fui corriendo hasta la puerta por donde me había colado Dylan antes, y esperé a que saliese. Volvía a estar en traje y miraba a todos lados; cuando me vio, se acercó a mí rápidamente.
-Hey. -Le saludé.- Lo habéis hecho genial.
Empezó a sonreír y parecía que iba a hablar, pero no lo hizo, así que decidí darle un abrazo, al que me respondió sujetándome muy fuerte hacia él.
Una vez me soltó, dijo:
-Los productores nos han invitado a cenar con ellos para hablar. Eso es bueno, si no, no querrían hablar, ¿verdad? Es como si tú estás hasta las narices de un amigo, si lo quieres arreglar pues hablas con él, si no, huyes. -Se calló un momento.- ¿No?
-Me gusta tu comparación. -Me empecé a reír.- Sí, supongo que es lo que dices.
-Vale. -Volvió a mirar a todos los lados.- Estoy muy nervioso por esto. De verdad que no pensé que les fuésemos a gustar.
-Dylan, no estés nervioso. De verdad que os ha salido muy bien. Y te lo digo yo que pocas veces me gustan ese tipo de cosas.
-Gracias, Audrey, de verdad. -Me sonrió.- Creo que me tengo que ir. Vamos a irnos a cenar ya. En cuanto nos digan algo te mando un mensaje, ya sea malo o bueno.
-Vale. -Asentí con la cabeza.- Y suerte.
-Gracias. -Se despidió de mí con la mano y volvió a entrar en el teatro.Volví al bar ya que había dejado a Sara sola allí. Como me esperaba, ella había llamado a Ian para que la ayudase. Entré en el bar y estaba tan lleno como un viernes por la noche cualquiera. En la mesa de siempre el grupo de amigos de siempre, bebiendo alcohol para luego irse de allí gritando; en otra mesa la pareja que venía todos los fines de semana, y que no se quitaban los ojos de encima el uno del otro; en una esquina, la mesa que siempre estaba vacía... Todo era igual que siempre.
Me puse detrás de la barra y empecé a ayudar a Sara.
-¿Has estado con Tyler escaqueándote del trabajo? -Me preguntó Ian.
-¿Cómo sabes lo de Tyler? No te lo había contado.
-Me mantiene informado. -Señaló a Sara, que estaba dejando unas bebidas en una mesa.- ¿Le parece bien a Dylan?
-Digamos que a Dylan no le cae bien Tyler y a Tyler no le cae bien Dylan.
-¿Y eso? -Puso cara de sorprendido pero se notaba que solo quería cotillear.
-Tuve una pequeña pelea con Dylan porque decía que estoy mucho con Tyler y una pequeña pelea con Tyler porque decía que estoy mucho con Dylan. -Me encogí de hombros y rellené un vaso.
-Yo estoy con Dylan en esta guerra. -Levantó las manos.
-¿Tú qué sabes sobre este tema?
-¿Qué sabes tú? -Abrió mucho los ojos y movió la cabeza hacia los lados.
-Lo que te acabo de decir. ¿Por qué actúas tan raro?
-¿Por qué preguntas?
-¿Qué escondes, Ian? -Me apoyé en un codo y le miré directamente a los ojos.
-¿Yo? Nada. -Se apartó y buscó algo con lo que distraerse.
Conocía a Ian y estaba segura de que él sabía algo que yo no sabía, pero estaba cansada y decidí no hacerle más preguntas.
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1975 [Dylan O'Brien]
Фанфик-Qué irónico, ¿no? -Susurró.- Nos conocimos en un concierto por casualidad, y ambos estamos solos en la vida. Ambos hemos sufrido y ambos tenemos miedo. -Nada pasa por casualidad, O'Brien. Ahora nos tenemos el uno al otro. -Exacto. -Sonrió.- Estamos...