Capítulo 17

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Estaba poniéndome el vestido negro que iba a llevar a la fiesta cuando oí a Ian llegar para venir a por Sara.
-Audrey, ¿estás ya? -Me preguntó ella.
-No, iros Ian y tú, yo le digo a Dylan que venga a por mí. -Respondí, mientras cogía el rímel.
El viernes, nada más acabar de trabajar, Dylan me había llamado diciéndome que los productores les iban a contratar y en un año iban a empezar a preparar todo. Toda la escuela de interpretación estaba tan emocionada con la noticia que decidieron alquilar una discoteca solo para ellos y algunos amigos que invitasen al día siguiente, es decir, el sábado, para celebrarlo; Dylan me había invitado a mí, y le había convencido para que Ian y Sara pudiesen ir también.
Terminé de ponerme el rímel y le mandé un mensaje a Dylan para que viniese a mi casa a buscarme. Volví a mirar cómo me quedaba el vestido: un vestido negro de tirantes, con poco escote, ajustado, y un poco más por encima de las rodillas. Era simple, pero me gustaba. Le había añadido unos tacones también negros y algo altos para que por una vez Dylan no me sacase dos cabezas.
Quizás esta vez solo una.
A los quince minutos Dylan estaba en la puerta de mi casa con una botella de vodka.
-¿Desde cuándo bebes? -Fue lo primero que dije.
-¿Qué te crees? ¿Que en las fiestas me dedico a sonreír? -Se rió.- Anda, vámonos ya que por hacerme venir hasta aquí vamos a llegar los últimos. -Apoyó un brazo suyo en la cadera para que yo pasase mi brazo por el suyo.- ¿Me acompañáis, señorita?
-Por supuesto. -Sonreí, pasando mi brazo por el suyo.

Llegamos a la fiesta y todos estaban ya bailando. Dylan dejó la botella al lado de las demás y me llevó hasta la pista de baile. Nada más llegamos, pasó una chica que no conocía de nada con unos cuantos vasos en una bandeja. Dylan cogió dos vasos y me dio uno de ellos.
-¿Quieres? -Enarcó una ceja.
-¿Es vodka?
-Exacto. -Me encogí de hombros y acepté el vaso.- Vaya, no me esperaba esto de ti, Rob. Pensé que iba a tener que insistir.
-Estamos en una fiesta, ¿no? No me voy a dedicar a sonreír. -Me reí y empecé a beber.
-Me gusta cómo vas vestida hoy. No es tu estilo pero te queda bien. -Añadió.
-Eso ha sido un poco... Inesperado.
-¿Ni un gracias?
-Gracias. ¿Hay más bebida?
-Vaya, Rob, te está afectando la fiesta.
-Ven. -Le cogí de la mano e hice que me acompañase hasta las botellas.
-¿Alguna vez has bebido?
-Claro. No mucho, pero sí. -Me rellené el vaso.
-Con que llegues sana y salva a casa me conformo. Igual así no estás tan borde.
-No soy borde. -Le di un pequeño puñetazo en el brazo.
-Solo a veces. -Se rió y bebió de su vaso.
Volvimos a la pista de baile y fuimos bailando cada vez más según se nos subía el alcohol. Pasábamos de dar saltos a llenar los vasos y a volver a dar saltos.
-¿Audrey? -Me giré y vi a Sara con Ian. La última vez que les había visto fue cuando se fueron de casa.- ¿Estás borracha?
-¿Yo? -Me señalé y me empecé a reír.- Solo un poco.
-Sí, lo estoy notando. -Hizo una mueca y fue hacia Ian. Le dijo algo y este se acercó a mí y me cogió del brazo.
-Te robo a la pareja un segundo. -Le dijo a Dylan.- Audrey, ¿cuándo fue la última vez que bebiste?
-No sé, hará tres años. -Me reí de nuevo.
-¿Y por qué has vuelto a beber hoy?
-Porque tengo un lío en la cabeza terrible y me quería olvidar de eso un rato. ¡No me lo recuerdes! -Hice un puchero y le di en el brazo.
-No hagas bobadas.
-No hago bobadas.
-¿Dylan está tan mal como tú?
-Creo que no. -Me encogí de hombros e intenté no perder el equilibrio con los tacones.
-Te voy a dejar con él otra vez pero que no te deje beber más, que no te quiero ver en el hospital con un coma etílico, ¿vale?
Afirmé con la cabeza e Ian me volvió a llevar donde estaba Dylan con Sara. Esta cogió a Ian por el brazo y se fueron por un lado.
-¿Qué te ha dicho Ian? -Me preguntó Dylan una vez que estuve con él.
-Que no haga bobadas y esas cosas. -Me empecé a reír, sin poder controlar la risa.
Dylan se encogió de hombros y volvimos a bailar de nuevo. Yo cada vez me sentía más mareada, pero pensaba que era lo normal y no le daba importancia.
Empezó a sonar "Don't Let Me Down", de The Chainsmokers, y todo el mundo empezó a bailar con su pareja, por lo que Dylan y yo lo hicimos también: yo puse mis brazos alrededor de su cuello, y él los suyos en mi cadera. Seguía bajo el efecto del alcohol y apenas era consciente de lo que estaba haciendo, y creía que a Dylan le pasaba lo mismo. Él y yo nos íbamos juntando cada vez más, hasta tener la frente de uno contra la del otro. Ambos estábamos en silencio.
-No puedo fingir más. -Susurró Dylan. Yo estaba algo confusa, no tenía ni idea de a qué se refería y tampoco sabía si lo decía él o el Dylan borracho.
Fue entonces cuando él puso sus manos en mi cara, se inclinó y me besó.
Me había olvidado de cómo eran los besos de Dylan: lentos, apasionados. Definitivamente eran mejores que los de Tyler. Pero el beso de esa noche era diferente al del concierto de The 1975, no sabía en qué sentido, pero era diferente.
Dylan me acercaba hacia él de forma que no hubo ni un centímetro entre nosotros; pasaba sus manos de mi cara a mi pelo y a mi cadera; se aseguraba de que no estuviésemos separados ni un instante, atrayéndome hacia él constantemente y sin soltarme; mordió mi labio un par de veces, pero sin llegar a hacerme daño.
Una vez se acabó la canción, ambos nos apartamos lentamente uno del otro. No sabía qué decir después de aquello, y Dylan lo único que hacia era sonreír de lado. En ese momento noté que alguien me tiraba del brazo y me apartaba de allí: Sara. Me dijo algo pero con la música no la escuché, y siguió tirando de mí hasta que me sacó fuera.
-¿¡Qué narices estabas haciendo!?
-Pues lo que estaba haciendo. -Me encogí de hombros.
-¿Te das cuenta de que estás saliendo con el chico que te gusta desde a saber cuándo y te acabas de liar con uno que ya te liaste hace mes y pico?
-¿Y qué?
-¡Que tienes novio! -Suspiró.- Mira Audrey, no te pego una torta porque estás borracha y seguramente por eso ha pasado lo que ha pasado, pero sino, no te librabas de ella. Pero que sepas que como Tyler se entere de esto, la has cagado, y bien.
Como seguía algo mareada y no sabía si Sara seguiría así mucho tiempo, me senté en la acera y apoyé la cabeza en una mano.
-¿Piensas decir algo? -Preguntó, y se sentó a mi lado.
-El beso no ha estado nada mal. Me ha gustado y todo. -Me reí.
-Más te vale estar bien borracha porque te estás ganando una... -Se calló un momento antes de añadir.- ¿¡Y Dylan!? ¡Estaba perfectamente! Ese si que no tiene excusa, mira, yo le mato. -Se levantó y se fue dentro de la discoteca de nuevo. Me quedé sola, pero en seguida Sara se dio cuenta de ello y volvió.- Vale, no te puedo dejar aquí sola porque estás fatal. Te voy a llevar a casa, ¿está bien? Te tumbas en la cama, duermes, y mañana tienes un dolor de cabeza increíble pero no harás bobadas. Vamos. -Me cogió del brazo y me levantó.
Fuimos andando hasta que llegamos a casa, yo me caí un par de veces, pero conseguimos llegar. Y allí hice lo que me dijo, y me tumbé en la cama. Una vez estuve allí, recibí una llamada de Dylan.
-¿Hola? -Respondí, todavía mareada.
-¿Rob? ¿Dónde estás?
-En casa, ¿por qué?
-Ah, está bien. -Suspiró.- Nada, no te había visto en un rato y estaba preocupado por ti.
-Oh, qué mono. -Solté, sin ser consciente de lo que decía.
Escuché una pequeña risa desde el otro lado del teléfono.
-Buenas noches, Rob.
-Buenas noches, O'Brien. -Bostecé y colgué.
Mi móvil fue directamente al apartado de llamadas y vi el contacto de Tyler. Sin saber lo que hacía, le llamé.
-¿Audrey? -Le escuché bostezar.
-Estoy mareada y tengo ganas de vomitar.
-¿Qué? ¿Qué haces despierta a estas horas?
-Llegar a casa de la fiesta de Dylan.
-¿Y estás bien? ¿Has bebido?
-¿Por qué todo el mundo pregunta eso? -Le di un golpe a la cama.
-¿Por qué has bebido, Audrey? ¡Normal que te encuentres mal!
-Es que el alcohol hace que te olvides de las cosas y yo no hago más que darle vueltas a si me gustas tú o me gusta Dylan, y encima coge Dylan y me besa, pues no sé qué pensar. Necesitaba olvidarme. -Suspiré, estirándome en la cama.
-¿¡Qué!? -Escuché a Tyler gritar en el otro lado del teléfono.- ¿Que Dylan qué? ¿¡Te ha besado!? ¿¡Y le has seguido el beso!?
-Puede. -Susurré, sin saber qué decir por los gritos de Tyler.
Estaba esperando otro grito, pero en vez de eso, suspiró.
-Me esperaba esto. -Dijo, en un tono muy bajo.
Se produzco un silencio de unos minutos.
-Lo siento. -Dije, conteniendo las lágrimas y a punto de vomitar.
-Mira, Audrey, ahora estás borracha y voy a pensar que lo que has hecho ha sido por el alcohol, ¿está bien? Hablamos mañana, en persona.
Asentí con la cabeza, pero me di cuenta de que él no me veía.
-Vale. -Respondí, antes de colgar e ir corriendo al baño.

1975 [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora