Capítulo 9

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Llegamos justo a tiempo para que la clase de interpretación empezase. Era en un teatro, bastante pequeño, pero era un teatro. En el escenario se encontraban dos chicas, tres chicos, y una mujer más mayor que debería de ser la profesora. Cuando Dylan y yo entramos, todos se giraron hacia nosotros y sonrieron. Parecía que querían decir algo, pero solo se quedaron observándonos.
-Hola. -Saludé, esperando una respuesta.
-Chicos, esta es Rob... Digo, Audrey. -Me presentó Dylan, y todos los que estaban allí fueron uno por uno a darme un abrazo. Parecían muy cariñosos.- Rob, estos son Bryan, Ashley, Alice, Josh, y Marshall. Y ella es la profesora, Peyton.
-Encantada. -Dije.
-Oh, Audrey, aquí sin formalismos. -Exclamó Peyton, acercándose a mí.- Dylan nos ha hablado de ti y sabemos que vienes a verle actuar. También sabemos que él está loco por ti pero tú le rechazas. -Añadió, riéndose, mientras me llevaba hacia las butacas.
-Eso es mentira. -Dijo Dylan, señalándonos.- No me rechaza. No lo hizo hace un mes.
-Seguro que estaba borracha. -Añadió Bryan, a lo que los demás se empezaron a reír.
-Chicos, a ver, quiero una improvisación para que Audrey vea a Dylan actuar. -Ordenó, sentándose a mi lado.- Alice, tú vas a hacer de una psicópata que mata a todo el mundo que pilla por la calle, y los demás a improvisar. ¡Venga! -Dio una palmada, se apagaron las luces y se encendieron los focos, y se sentó.
Yo estaba algo impresionada por el tema que les acababa de dar para improvisar. Una psicópata que va matando a gente. Una preciosa obra que yo iría a ver al teatro, por qué no.
En seguida se colocaron todos por el escenario, mientras Alice hacía su papel de "psicópata" e iba matando uno a uno. Dylan fue el último al que mató, pero este se resistió antes de morir. La improvisación duró unos diez minutos. Una vez terminó, Peyton aplaudió desde su butaca.
-Bien, chicos, no ha estado mal pero tampoco ha estado tan bien como podría haber estado. -Dijo.- Bueno Audrey, ¿qué te ha parecido?
-Eh... No ha estado mal para ser una improvisación. -Respondí, ya que no sabía qué decir. No había sido mala la actuación, pero tampoco era muy buena, como había dicho Peyton.
-Rob, sube aquí. -Dylan señaló al escenario.- Ahora vas a improvisar tú conmigo, para que veas cómo no es fácil. -Sonrió de lado.
Peyton se levantó y me llevó hasta el escenario.
-Josh, elige tú el tema. -Le dijo Peyton.
-Dylan es un representante que está buscando una cantante para su compañía y Audrey está en un karaoke de un bar. -Respondió, encogiéndose de hombros.
-¿Tengo que cantar? -Pregunté, esperando que la respuesta fuese negativa. Nunca había cantado en público. No era que no me gustase cantar, de hecho, me encantaba; pero tenía algo de pánico escénico, cosa que me llevaba a no hacer nada delante de la gente, no solo en un escenario.
-Claro que tienes que cantar, Rob. -Respondió Dylan.- Si no esto no es creíble, tiene que serlo.
-¿Ha sido creíble tu supuesta muerte en la improvisación? -Contraataqué.
-Me he muerto perfectamente. -Respondió, riéndose.- ¿Has escuchado el ruido que he hecho al agonizar? Ha sido perfecto.
-Lo que tú digas. -Me reí.
-Audrey. -Me llamó Peyton.- Si quieres te digo la lista de canciones que tenemos para ponerte la música para cantar.
-No, no. -Respondí, inmediatamente.- Tengo pánico escénico, no voy a cantar.
-Rob. -Dylan se acercó a mí y me cogió por los hombros.- No estás en un escenario de verdad con millones de personas en las butacas o viéndote por televisión. Estás delante de cinco adolescentes que quieren ser actores, de una profesora que no puede ser más maja, y de mí, que ayer me caí de un skate por tu culpa unas cinco veces. Nosotros perdimos la vergüenza una vez empezamos aquí. Y no es solo por la improvisación, no puedes dejar que tus miedos te limiten, si disfrutas cantando, hazlo, demuéstraselo a todo el mundo, que el miedo de "qué pensarán los demás sobre mí" no te afecte. Además, ¿qué más da lo que los demás piensen de ti? Tú puedes pensar cosas peores sobre ellos, si eso te consuela. Solo tú sabes lo que eres y solo tú puedes juzgarte a ti misma. Así que ponte en medio de este escenario, y canta para que yo pueda cogerte en mi compañía a la que le tengo que poner un nombre antes de empezar a improvisar. -Después de esto, permanecimos unos instantes en silencio mientras Dylan seguía sujetándome por los hombros y me miraba a los ojos.
-Wow. -Respondí.- Un discurso muy alentador, pero no voy a cantar.
-¿Qué? -Exclamó.
-Era broma. -Me reí.- Era para ver tu reacción.
-Eres idiota.
-Gracias. -Le dije, antes de darle un abrazo por el apoyo que me había dado solo porque tenía pánico escénico.

Después de estar más de cinco minutos eligiendo la canción que iba a cantar, me decidí por una y Dylan y yo empezamos con la improvisación.
No sé cómo pude cantar sin desconcentrarme, ya que Dylan no hacia más que dar vueltas a mi alrededor. No creo que un representante de verdad hiciese eso.
Una vez terminé de cantar, se paró, se bajó unas gafas de sol que se había puesto, me miró enarcando una ceja y empezó a escribir en una libreta que había cogido para actuar.
Estuvo así como cinco minutos.
-¿Vas a hacer algo o vas a seguir escribiendo en la libreta? -Pregunté.
-Con mal genio. -Dijo Dylan, mientras lo escribía en la libreta.
-¿Qué? Dylan, narices, haz algo interesante.
-Impaciente. -Volvió a escribir.
Me acerqué a donde estaba él, le quité la libreta y se la tiré al suelo.
-A ver qué escribes ahora.
-Impulsiva. -Añadió, y escribió en su mano.
-Me rindo. -Exclamé, subiendo las manos.- Improvisar es difícil, ahora decidle que vuelva a la normalidad, por favor.
-Rob. -Me llamó Dylan, riéndose.- Ahora, ¿qué dices sobre mi muerte en la otra improvisación?
-Que fue perfecta. -Respondí, sabiendo que era lo que quería que dijese.
-Ahora tendrías que decir "como tú". -Dijo Marshall desde las butacas, a lo que todos se empezaron a reír.
-Como tú, querido Marshall. -Bromeó Dylan.

1975 [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora