Lucille (Carl Grimes)[Editando]

Eustace

Día 598:

Narra Lucille:

Allí nos encontrábamos frente a el complejo escolar rodeado de muros de metal reforzados con algunos camiones escolares para impedir el paso de los caminantes, por un momento me pregunte como se sentiría vivir allí, el colegio jamas me había gustado demasiado y el solo echo de imaginarme viviendo una vida allí hacia que mi cerebro diese un vuelco de disgusto. Definitivamente no.

Las compuertas de aquel lugar se abrieron de par en par y rápidamente pudimos avanzar en fila india siendo observados por las muchas personas que vestían como en la época colonial tanto las mujeres que llevaban vestidos largos medianamente rasgados asta los hombres con sus fuertes armaduras y caballos.

Todo allí me llamaba la atención, siempre había querido vestir de esa forma y pasar al menos un rato en los años de mil ochocientos donde si eras de una familia distinguida y adinerada eras la persona que todos esperaban que fueras y pues si vivías en los suburbios de la pobreza cada día era un nuevo desafío para subsistir. No había cambiado demasiado.

-quédense aquí y si...- comenzó a explicar Rick reuniéndonos en un circulo mientras Jesus iba por Ezekiel para avisarle que su hijo se encontraba con vida y que ademas traía una nueva comunidad para hacer negocios. Pero aquella oración fue interrumpida por aquel hombre que mas bien parecía un dios salido de un libro mítico o algo por el estilo.

-bienvenidos sean habitantes- dijo el hombre como si fuese de la época renacentista, a juzgar por su apariencia, Shiva no parecía ser verdaderamente hijo de Ezekiel, tanto sus rasgos étnicos como físicos eran completamente opuestos- os agradezco en nombre de todos aquí por traer a mi hijo sano y salvo a casa- agradeció el con cierto tono compasivo y alegre cuando el muchacho se poso a su lado con su columna bien erguida demostrando seriedad- la verdad es... Este chico es la ultima cosa que queda sobre este mundo que yo amo- se sincero el hombre mirando orgulloso al reconocido Shiva de pie a su lado como si fuese una estatua de protección- podéis gozar ahora de una cálida bienvenida dentro de aquellas paredes donde serán recibidos en buenas manos, mientras que me gustaría hablar con Jesus y el lider de este grupo en un lugar un poco menos escandaloso- dijo el a lo que todos comenzaron a mirarse entre si.

Guiados por un grupo de habitantes de aquel lugar fuimos conociendo el verdadero reino que había allí dentro, y todo parecía un festín preparado durante mucho tiempo solo para la llegada de alguien en particular pero la diferencia es que eso permanecía allí como un salón de festividades durante mucho tiempo solo para complacer a Ezekiel y a sus súbditos, o eso rumoreaban.

-me gusta el decorado- comento Carl a mi lado cuando íbamos avanzando camino a rodear una de las alargadas mesas que dejaban a la vista deliciosos platos llenos de extrañas frutas para deleitar a cualquier paladar.

-lo se, también me gusta- comente mientras caminaba a su lado y unos metros mas alejado caminaba Shiva con su aura de guerrillero de los años antiguos como si fuese todo un caballero dorado listo para cualquier batalla.

Sin duda el único lugar en el mundo en el que yo encajaba realmente era Alexandria.

Y lo que me saco de mis pensamientos fue el impacto de alguien contra mi espalda que me hizo caer al suelo, al intentar reaccionar a ello pude distinguir que el joven que me había golpeado también había caído de forma brusca al suelo y ese altercado había llamado la atención de todos allí.

-cuanto lo siento, no quise lastimarla- se disculpo el con una voz realmente mas grave de lo que aparentaba su físico correspondiente a la edad de unos catorce o quince años. Por un segundo lo mire exhaustiva para luego ponerme de pie.

Shiva por supuesto no tardo en aparecer y tomar al chico por el cuello acorralándolo contra una de las columnas de cerámica que estaban allí y eso fue el solo motivo de que asta las moscas miraran lo que estaba pasando, mientras yo permanecía de pie junto a Carl.