-Traigan a Lucille- ordeno el hombre fornido con voz sádica, en un lejano termino le recordaba al gobernador y eso era a causa de que se encontraba en una habitación bastante espaciosa arrodillado mientras que sus pies y sus manos estaban atados con...
¿Que estaba pasándome? Últimamente me sentía afligido y sin ánimos de nada como si un extraño peso estuviese oprimiendo mi cuerpo, mas bien, mis sentimientos que parecían estar nulos en el mundo exterior. Por momentos sentía rabia y por otros momentos sentía una extraña tristeza que no dejaba que pensase con claridad.
Pronto lo comprendí.
No me tomo mucho tiempo, al ver su figura en una foto me di cuenta de que la extrañaba y por mas que le negué a mi mente ese echo, no pude evadirlo mucho tiempo mas, la echaba de menos, pensaba en ella constantemente. Estaba en mi cabeza y no salia de ella.
La idea de que estuviese muerta le daba un brinco a mi estomago y ataba un nudo en mi faringe, simplemente era lo suficientemente inteligente como para no estarlo, era la gran hija de perra de Lucille, mas Gran que Hija de perra, pero ambas cosas le servia para sobrevivir.
Si estaba viva entonces quería saber donde estaba, o al menos deseaba si es que estaba bien o si regresaría algún día, pensar que podía estar en peligro me erizaba los vellos, hacia que me llenase de regocijo y valentina, tanto, que hasta me diera euforia por salir en su búsqueda sin siquiera saber por donde empezar.
De sobre la mesa de aquella habitacion polvorienta tome la foto entre mis manos analizándola por minutos, su rostro plasmado en papel fingiendo estar feliz hacia detener en el la mirada de cualquiera, por sobre todo escondía muchas dudas, casi tantas como las cicatrices que había en el, cicatrices que nunca podrían cerrar por completo.
Sin duda Lucille era alguien extrañamente atrayente a los ojos de cualquiera, su carácter singular llamaba mucho la atención y aun mas su coeficiente intelectual, ni la palabra niña ni la palabra mujer encajaban con lo que ella era, tal ves, una mezcla de ambas pero sin tener cualidades de ninguna.
Volví a observar la foto con nuestros rostros sonrientes como si fuese un retrato, pase mis áspero dedos por su perfil como su pudiese acariciarla... ¿Donde estas Lucille?... Fue lo único que me formule en ese instante de paz cuando me pregunte a mi mismo por que simplemente no podría dejar el orgullo un segundo para admitir que me traía locamente desbocado, que simplemente se había vuelto parte de mi vida y que ahora me tenia bajo sus palmas por el resto de su vida. Lucille y simplemente Lucille, era tan diferente al resto que la hasta idea de haberme enamorado de ella sonaba original.
Lejos de romper la foto o siquiera quemarla como haría cualquier persona con sentido, tome un bolígrafo que había encontrado a mano y detrás de la imagen, con una caligrafía ilegible, escribí: ''No podrás huir de mi tanto tiempo'' y la doble en dos para guardarla en uno de los bolsillos de mi camisa.
Al salir de la antigua casa Monroe pude admirar el resplandeciente día de sol que hacia en las afueras con una brisa apenas inquietante de la que todos parecían disfrutar, todos menos yo, o eso pensé hasta caminar unos metros y ver a lo lejos al tullido, Eustace, sentado sobre un banquillo mirando hacia la nada como si estuviese perdido.
Dude en acércame y decidí que no lo haría, por mucho que lo negase estaba celoso del rubio y una de las razones de ello era por que el sabia como hacer sonreír a Lucille, el la conocía desde antes y estaba seguro de que el tenia ventajas sobre mi, pues el le había jurado amarla, otra cosa que envidiaba, no tener el valor de pronunciar aquellas palabras que con el tiempo serian impronunciables por su falta.
Cobarde- me dije a mi mismo en mi mente.
Pero otra persona quien llamo mi atención por su aspecto deplorable fue Daryl, y no, no hablaba de su aspecto exterior, sino, que al igual que yo, el parecía aun mas abatido por la falta de su hija haciendo hasta lo imposible por ir en su búsqueda, así al menos recordaba los primeros cinco días luego de su desaparición, donde el cazador se internaba día y noche por los bosques y carreteras sin obtener novedad alguna.
Me sentía un idiota por ser quien se quedaba detrás del muro esperando alguna novedad sintiéndome un tullido y solo por miedo a no encontrarla y que la decepción se encontrara con mi mente. Aun mas decepcionante era saber que estaba de brazos cruzados.
Sacudiendo levemente mi cabeza quite todo aquel pensamiento y me arme de valor, tanto valor y arriesgue como para ir en dirección al chico de cabello blondo y tocar su hombro. El se volteo confundido.
-¿Como crees que te iría con el caballo y un par de armas allí afuera?¿Crees que estas capacitado para salir por un par de días?- El puso una expresión de desentendido mientras arrugaba su rostro por completo en una mueca de extrañeza.
Holius!! Primer capi narrado por Carl... ¿Que les pareció?.
Bueno, no eh podido cumplir con la maratón por ciertos problemas con mi computadora (No entiendo por que los cargadores siempre se rompen cuando están en mis anos :/ ). Pero prometí publicar una foto de Lucille con el cabello corto:
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Bueeeno ya saben que si les gusto el capi pueden votar y comentar, amo amo amo leer sus comentarios, algunas son tan dulces! Muchas gracias!
![Lucille (Carl Grimes)[Editando]](https://img.wattpad.com/cover/55909386-64-k282440.jpg)