5. Conclusiones apresuradas

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Adam

Cuando terminé mi horario en la escuela, me dirigí hacia mi auto, ya que Emily me esperaba desde hacía una hora, al llegar, ella me miró muy molesta y con la nariz arrugada, siempre hacía eso cuando se enojaba y me daba mucha risa. Entré al auto y la miré divertido.

—Y... ¿Qué tal tú primer día? —pregunté con diversión.

—Excelente —respondió sarcástica —. ¿Por qué tardaste tanto? —preguntó, cambiando de tema.

—No me cambies de tema. —Reí —. ¿Qué pasó? ah, y tardé porque me quedé hablando con un chico, que creo que seremos amigos —contesté lo más normal y ella entrecerró los ojos.

—Bueno, me mandaron con la directora por quejarme de algo y mis compañeros son insoportables, bonito día la verdad —comentó esto último, sarcástica —. Lo único bueno, fue el chico que conocí y relacionarme con Samantha Jones. —Levanté mis cejas, sorprendido.

¿Emily y un chico... en el mismo sitio? Bien, quizás exagero, pero ella no se relaciona mucho con ellos, creo que es por su mala experiencia que tiene conmigo.

— ¿Un chico? —pregunté burlón y ella se sonrojó —. ¿Quién es? tengo que aprobarlo... —Puse cara seria y ella me miró horrorizada.

— ¡Ni pensarlo! ¿Cómo se te ocurre? ¡Eres mi hermano! ¡Deberías enojarte! ¡Además es menor! —exclamó rápidamente.

—Entonces... ¿Sí te gusta? —pregunté subiendo y bajando mis cejas, ella me pegó en el brazo —. ¡Auch! no uses tus técnicas ninja conmigo, soy tu hermano.

—No seas idiota y vámonos ya, se nos hizo tarde, probablemente ella ya esté secuestrada con tus tonterías, agh... ¿Qué harías sin mí? —dijo en un suspiro.

—Qué harías tú sin mí —repliqué y comencé a conducir.

Luego de un buen rato conduciendo y de pedir indicaciones, nos dimos cuenta de que nuestra casa quedaba bastante cerca de la de Samantha, qué idiotas somos. Cuando llegamos, estacionamos el auto frente a su casa y subimos los vidrios del auto, ya que estaban polarizados, así nadie nos vería.

—Bien... comencemos vigilando los dos y cuando tengamos sueño, lo hacemos por turnos —explicó Emily mientras miraba la casa.

—De acuerdo —acepté.

Luego de un rato, sin que nada sucediera, me estaba quedando dormido. Ya era casi de noche.

—¡Adam! —gritó Emily y abrí los ojos de golpe, sobresaltado.

—¿Qué ocurre? —pregunté, alerta.

—¡Mira! —Señaló un auto que se estaba estacionando frente a la casa de Sam, abrí mis ojos como platos.

Christopher Jones no podía ser, ya que estaba con la gente de la agencia.

—¡Vamos! —dijo Emily y abrió la puerta, rápidamente tomé su brazo, haciendo que se vuelva a sentar y cerré la puerta —. ¿Qué haces?

—Veamos, antes de sacar conclusiones —propuse y luego de bufar, asintió.

Un hombre alto, con el cabello bien prolijo, de color negro y con algunas canas, salió del auto con un traje. Fruncí los labios, era muy extraño.

—Suficiente para mí —dijo Emily y salió del auto con cautela.

Saqué el informe de los Jones de la guantera y lo examiné. Levanté la vista para ver a Emily y ya casi llegaba hasta el hombre, volví a mirar hacia las hojas y observé una con detenimiento, que decía que los Jones tenían un mayordomo, "Daniel Barnes", y abajo de eso había una foto, la miré bien y luego levanté mi vista. Sí, ese hombre era el mayordomo. Guardé nuevamente el informe en la guantera y salí del auto, pero ya era tarde, Em ya le había dado un golpe que lo había dejado inconsciente. Corrí hacia ellos, rápidamente.

— ¡Emily, eres una idiota! —exclamé y miré al hombre, luego volví mi vista hacia ella y le susurré —. Él es el mayordomo —comenté y ella abrió sus ojos como platos.

—Ups... —Fue lo único que dijo.

Menos mal que las calles estaban desiertas. Luego, con una la llave del mayordomo abrimos la puerta principal y lo dejamos sentado en el sofá. Después me puse a observar la casa, era enorme, más que la nuestra, bueno, eso tenía sentido, ya que Christopher era un científico reconocido.

—Vámonos, ya —dijo Emily, susurrando.

—Voy a ir a ver —anuncié y comencé a subir las escaleras.

—¡Estás loco! —gritó, susurró, Emily —. Más te vale que nadie te vea.

Luego de eso, llegué al siguiente piso, había cinco puertas, dos a cada lado y una al final del pasillo, que suponía que era el baño, miré la primera puerta a la derecha y había un cartel que decía "No entrar". Abrí la puerta, y me encontré con una habitación, de color blanco y lila, era muy amplia, y en la cama estaba Samantha, durmiendo, alrededor de esta había cuadernos y subrayadores, al parecer se había quedado dormida estudiando, entré y cerré la puerta a mis espaldas, lo más silencioso que pude, luego me acerqué a la cama y saqué todas las cosas que había, las puse bien acomodadas en el escritorio. Ya estaba por irme, pero le eché un pequeño vistazo a Samantha, dormía de costado, hacia el lado de la puerta y tenía hecho un rodete, algo despeinado.

Salí de la habitación y me dirigí nuevamente a la entrada, ahí estaba Emily sentada en un sillón, esperándome, al verme se levantó y se acercó a mí.

— ¿Y qué pasó? —preguntó, cruzada de brazos.

Sonreí.

—Nada, Em, nada —dije y pasé mi brazo por encima de sus hombros —. Sigamos vigilando.


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Hey! Ya era hora de actualizar, verdad? pues bien! porque lo hice! espero que les haya gustado.

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