6. Entrenamiento

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Emily

Me levanté al día siguiente con una terrible jaqueca, eso porque no había dormido mucho. Pero no podía quejarme ya que era mi deber.

Como siempre, Adam tuvo que levantarme, ya que mi celular es idiota y se olvida de la alarma. Estoy pensando seriamente en lanzarlo por la ventana.

En fin, la primera parte del día transcurrió normalmente, con los pesados de mis compañeros, en especial los chicos.

Cuando terminó mi último hora de clase, tuve que ir corriendo a encontrarme con Samant... digo Sam, para acompañarla al entrenamiento de su novio, ya que me había invitado. Hoy iban a ver quién entra al equipo.

Logré divisar a Sam sentada en las gradas, me senté a su lado.

—Hola—sonreí—. ¿Ya comenzaron? —pregunté.

Vi que los chicos corran por la cancha.

Soltó un pequeño suspiro, se notaba que estaba aburrida.

—No, están calentando —comentó y me miró —. Me alegra de que hayas venido, me hubiera aburrido yo sola.

Sonreí.

Ambas miramos al frente, ya que Connor había sonado un silbato y todos los jugadores y nuevos se pusieron frente a él, uno al lado de otro, con la cabeza firme.

Reí internamente, ¿acaso pensaban que estaban en el ejército?

El entrenador estaba junto a Connor. Caitlin me había dicho que siempre, durante las horas de educación física, les decía que había estado en el ejército. Aunque nadie le creía.

Adam iba a tratar de entrar al equipo, definitivamente me reiría bastante el día de hoy.

Adam jamás en su santa vida ha jugado un partido fútbol, ojalá se apiaden de su alma y no haga el ridículo frente al resto.

Pude divisar a mi hermano, junto a ese chico rubio con el que tanto hablaba. Se notaba que no estaba cansado ni agitado, pero definitivamente estaba sudando mucho.

Al final del lado derecho, logré ver a Nathan Dallas, creo que por acto reflejo sonreí, estaba sonriendo, él me miró, me estaba mirando y sonrió.

Aparté mi vista.

— ¿Qué piensas del nuevo que llegó junto conmigo? —dije y giré mi cabeza para verla.

Sam puso los ojos en blanco.

Me miró.

— ¿Qué debo pensar? —preguntó —. Es un chico más del montón, con mi novio basta.

Fruncí los labios.

Analizándola, parecía ser una chica que le cuesta expresarse y demostrar sus sentimientos, al menos esa es la impresión que me da.

—Pero, ¿qué piensas sobre él? —insistí.

Tenía curiosidad por saber qué era lo que pasaba por su cabeza.

—Parece el tipo de chico que se cree el mejor en todos los sentidos —dijo y se encogió de hombros.

Solté una pequeña carcajada. Probablemente lo que decía tenía algo de cierto.

Volvimos nuestra vista al frente.

Connor estaba caminando frente a los chicos de un lado a otro.

— ¿Qué está haciendo? —pregunté.

Samantha miró atentamente lo que sucedía, analizándolo. Luego soltó una sonora carcajada.

Espias En La SecundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora