Siete

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Al otro día, el tiempo estaba fresco, gracias a Dios, y Chandler propuso ir al centro comercial con Brianna. Estuve a punto de fingir un resfriado, pero luego pensé en que Chandler había pasado tiempo con Grisam, y había sido tolerante así que acepté.

—¿Estás listo? — pregunto en la puerta del cuarto de Grisam.

—Penny, no creo poder ir — dice —. Me duele la cabeza y me siento mal.

—¿También pensaste en fingir para no ir al centro comercial? — volví a hablar entrando al cuarto, para encontrarlo con el pijama en la cama.

—No, es en serio.

—Oh, bueno. Dejame llamar a mi mamá — digo y asiente —. ¡¡JUUUUDEE!!

Se oyen unos pasos rápidos escaleras arriba y pronto aparece mamá en la puerta.

—Grisam se siente mal, y yo ya le dije a Chandler que iría al centro comercial — expliqué a mi madre.

—De acuerdo, ve con Chandler y yo cuido a Grisam aquí — dice ella.

—¿Saben? De repente me siento mejor — dice Grisam y se levanta de la cama.

—Ni lo intentes — lo frena Jude y pone su mano en la frente del chico —. Tienes fiebre, hoy te quedas.

Así que terminé yendo al centro comercial con Brianna y Chandler.

Mierda.

—Hola — saludo a Chandler, que me abría la puerta de su casa.

—Hola — saluda él.

—Hola — aparece Brianna por detrás de Chandler.

—¿Vamos? — dice Chandler y asiento.

Gina nos llevaba en su coche, Chandler iba en el asiento de adelante, y por lo tanto yo iba atrás junto a Brianna.

—¿Cómo está tu mamá Penny? — me pregunta Gina mientras conduce.

—Muy bien, se alegra de tenernos de vuelta — respondo.

—En casa también nos alegra su regreso — dice sonriendo por el espejo retrovisor, y le sonrío de vuelta —. ¿Cómo te fue con tu padre?

—Mejor de lo que esperaba, la verdad. Y Canadá es muy lindo — noté que Brianna me miraba mal. Tal vez le molestaba mi buena relación con la madre de Chandler, pero no le di importancia, y seguí charlando con ella hasta que llegamos al centro comercial.

—Gracias por traernos Gina — dice Brianna fabricando una sonrisa a través de la ventanilla abierta del auto.

—Por nada — responde ella.

—¡Adiós! — la saludo desde atrás.

—¡Nos vemos, Penny! — me saluda de vuelta con una sonrisa —. Cuida a Chandler.

Después de eso, el auto se fue y Brianna quedó viéndome.

—Relaciones de hace tiempo — le digo y comienzo a caminar hacia la puerta.

—¿No venías con tu novio? — me pregunta la rubia entrometiéndose.

—No es mi novio, y si lo fuera no sería tu asunto — respondí en una sonrisa sin mostrar los dientes.

Entramos en el edificio y Brianna se pegó a una de las vidrieras mientras agarraba la mano de Chandler. Nunca me gustó ir de compras, ni ver ropa, así que me quedé a un costado esperando.

Y me quedé ahí, observando cómo Brianna se entusiasmaba por algo, y Chandler sonreía mientras la miraba. Y ese fue el instante en el que sentí que ya lo había perdido, junto con todo nuestro pasado. Y que por más que quisiera, ya nada sería lo mismo.

En eso, el teléfono de Brianna suena en un mensaje, y ella lo lee, pero yo no pude leer su cara al hacerlo.

—Lo siento chicos — dijo como si yo hubiera sido parte de todo —. Debo irme.

Dejó un beso en la mejilla de Chandler, sacudió su mano en mi dirección y, sin más explicación, se marchó.

Comenzamos a caminar sin decir nada. Era silencioso pero no incómodo. Simplemente caminábamos, cada uno con las manos en sus bolsillos.

—¿Qué nos pasó? — pregunté rompiendo el silencio y haciendo que Chandler me mire.

—Encontramos felicidad en otro lado — respondió él.

—Yo no quería... — dije pero no sabía a dónde quería llegar.

—Ni yo — dijo —. Pero las cosas pasan.

—Tan solo quiero que todo sea como antes.

—No es tan fácil y lo sabes. Por más que intentemos, nada va a ser igual — habíamos dejado de caminar al lado de un puesto de café bajo las escaleras mecánicas, quedando frente a frente —. Dos años es mucho tiempo, ¿sabes?

—Lo sé, pero nadie nos impide nada — repliqué.

—No, nadie — dice él, se acerca y me besa.

—Wow — logré decir luego —. ¿Esto es como antes?

—Al menos como los últimos momentos, ¿recuerdas? — dice él.

—Pero ¿Y Brianna? ¿Y Grisam? — pregunto retrocediendo.

—¿Los ves aquí?

—Esto está mal. Si quieres que todo sea como antes, dbemos hacerlo bien.

—¿Dices que dejarías a Grisam? — pregunta Chandler esperanzado.

—No. ¿Tú dejarías a Brianna? — respondo yo rompiendo el brillo en sus ojos.

—No.

—Entonces no hay más nada que decir, y aquí no pasó nada — dije y volví a caminar.


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Les dije que me gusta crear ilusiones y romperlas? c:

Bueno, me gusta crear sus ilusiones y romperlas c:

Pai ♥

We Were The Same ·Chandler Riggs·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora