We Were The Same ·Chandler Riggs·

Trece

—Bien — dijo Rome tornándose serio. Chandler ahogó una carcajada —. Pero lo nuestro termina aquí.

Y sin decir más, dio media vuelta y salió del colegio. No tardaron en aparecer las bromas y las preguntas hacia Logan, pero este ignoró a todos, juntó su libreta y salió de la multitud avergonzado, confundido y furioso, y con la cara hecha un tomate.

—Vaya — dije cuando se calmaron todos —. Salió mejor de lo que esperaba.

—Ya lo creo.

Sonó la campana que anunciaba el inicio de clases.

—¿Qué tienes ahora? — pregunté a mi amigo revisando mi planilla de horarios.

—Historia, ¿y tú? — respondió él fijándose en la suya.

—Igual.

Así que nos encaminamos al aula de historia. Nos sentamos en dos bancos de atrás y esperamos a que llegue la profesora conversando sobre la broma a Logan. En eso, entra el mismo y en el aula las burlas y risas se hicieron presentes contra él. Chandler y yo chocamos puños.

—¡Ya! — dije callando a todos y logrando que Logan gire su mirada hacia mí desde su asiento —. Disfrutaste tu verano, ¿eh, Pomfrey?

El castaño me fulminó con la mirada y las risas volvieron a surgir. Logan se encogió en su lugar.

—¡Silencio todos! — gritó la profesora anunciando su entrada y todos callaron por segunda vez —. Saquen sus libros en la página 4.

La clase pasaba lenta, y a los 5 minutos de que hubiera empezado yo ya me había perdido. Arranqué un trozo de hoja de mi cuaderno, y garabateé en él:

"A ver si ahora tienes tanto potencial con las chicas"

Lo hice un bollo y se lo lancé a Logan- Cuando se volteó, fingí estar leyendo atentamente alguna página del libro y me descartó de remitente.

El timbre del receso sonó y salí rápidamente del aula seguida por Chandler. Pero en eso un brazo me atrae y me desvía de mi camino.

—Fuiste tú, ¿verdad? — dice un Logan furioso.

—Me lastimas — dije señalando mi brazo.

—¡Responde!

—No respondo bajo presión — dije calmada mirando mi brazo, y Logan aminoró su fuerza.

—¿Fuiste tú la de la broma? — volvió a preguntar.

—No sé de qué hablas.

—¡Sí lo sabes! — volvió a ejercer fuerza en mi brazo —. Ese gordo marica es amigo tuyo, lo sé.

—¿Tú lo sabes? — reí irónicamente.

—¡Oye suéltala, florecilla! — oí detrás de mí y Logan alzó la vista sobre mi cabeza.

—¡Tú! — dice y me suelta —. ¡Tú también fuiste parte de todo, ¿verdad?!

—Deja de parlotear, pareces un completo psicópata — dice Chandler acercándose a nsotros —. No tenemos nada que ver contigo y tus aventuras amorosas. ¡Así que vete!

La gente alrededor nos miraba, y Logan se fue dando grandes zancadas de allí.

—Oh, mi héroe — dije dramáticamente a Chandler abrazándolo.

— De nada — respondió él.