Volvimos a mi habitación, conecté mi iPod al parlante y puse algo de música, y nos recostamos en mi cama a hacer nada.
Al día siguiente, me desperté gracias a un almohadonazo en mi cara.
—¿Queeé? — dije confundida abriendo mis ojos de a poco, dejando ver una cara borrosa con cabellos rubios alrededor.
—¡Despierta! — estaba a punto de lanzarme otro almohadon.
—¡Bueno, bueno, ya desperté! — lo detuve.
—Vamos, tengo hambre — dice Grisam tirando de mi brazo y río.
Bajamos a la cocina y ahí estaban Paul y mamá.
—Buen día — les digo.
—Hola hija — dice mamá y me da un beso en la frente —. Buen día Grisam — vuelve a hablar y deja otro beso en la frente de Grisam.
—Buenos días tortolos — dice Paul y le da un mordisco a su tostada.
Nos sentamos en taburetes en la isla de la cocina y comenzamos a desayunar.
—¿Qué haremos hoy Pennydora la exploradora? — pregunta mi rubio compañero una vez que estuvimos de vuelta en mi habitación.
—No lo sé señor Grey — respondí.
—Deja de llamarme así, me siento un acosador sexual... — dice Grisam a lo que río.
—No dejaré de hacerlo — respondo —. Bueno, ¿qué te parece si nos cambiamos y vamos a caminar por el centro y te muestro la ciudad? Mañana dicen que va a hacer más calor así que podemos quedarnos en la piscina o ir a la playa. Cuando haga frío podemos ir al cine, o quedarnos acurrucados en el sofá viendo películas...
—Shh, haremos lo que nos diga el día — dice poniendo un almohadón en mi cara. Lo quito de encima y pongo mis brazos en su cuello.
—Buenos días — digo y junto nuestros labios en un beso.
—Buenos días — dice él en medio del juego de bocas.
Luego de almorzar, aprovechamos el día fresco para ir a caminar por el centro de la ciudad como habíamos dicho. Después de un buen rato de haber recorrido, entramos en un Starbucks a beber algo y descansar las piernas. Pedimos las bebidas y nos sentamos en una mesa al lado de la ventana.
—Entonces — dice Grisam —. No sabía que te gustaba Starbucks.
—¿No? — le doy un sorbo a mi bebida —. En Canadá ibamos seguido con Paul.
—Vendremos más seguido entonces.
—¿La ciudad te gusta? — le pregunto.
—Así es, es muy linda — responde luego de un largo trago de su frapuccino.
—Pero no es nada comparada con Toronto — marco y asiente.
Nos quedamos conversando un rato más, hasta que decidimos volver a casa, aunque no hubieramos terminado nuestras bebidas.
En lo que pasabamos por la casa de los Riggs, la puerta se abre y ambos giramos a ver.
—Hola Gray — saludo al hermano de Chandler.
—¡Penny! — exclama y corre las escalerillas de la entrada hacia mí —. No sabía que habías vuelto — me envuelve con sus delgaditos brazos en un abrazo.
—Volví el martes, vine a saludar pero no estabas — lo correspondo.
—¿Quién es el rubio? — pregunta separándose.
—Soy Grisam, un amigo de Canadá — responde él y Grayson asiente.
—¿A dónde ibas? — le pregunto.
—Mamá me mandó a comprar pan — responde.
—Okay, nos vemos — lo saludo y vuelve a su camino —. ¡Cuidado con los violadores españoles! — grito una vez estuvo más lejos y Gray comienza a correr. Grisam me mira extrañado.
—¿Violadores españoles? — pregunta.
—Es que con Chandler le inventamos la historia de que cuando vas a comprar pan, un grupo de violadores españoles lo vigila y espera que esté desprevenido para atraparlo — le explico.
—Casual — dice él y asiento.
Llegamos a casa y estaba atardeciendo.
—¿Y cómo les fue? — pregunta mamá al ver que habíamos vuelto.
—Bien, le mostré el centro y fuimos a Starbucks — respondí.
—De acuerdo. Invité a Chandler a cenar — dice luego. ¡Carajo! ¡¿Esta mujer no comprende mis problemas adolescentes o pretende hacerme la vida imposible?!
—De acuerdo — dije en lugar de cualquier otra cosa. Luego hablaría con ella.
A media hora de que Chandler llegue, decidí entrar a bañarme. Ya todos en la casa estaban limpios, pero yo había preferido quedarme leyendo en mi cuarto. Cuando terminé, me vestí y bajé a la sala, donde Grisam se encontraba viendo un partido de beisbol con Paul. Me lancé al sofá cayendo encima de ambos.
—¡Penelope, muévete! — dice Paul y me empuja del sofá haciendo que caiga al suelo.
—Entiendo — digo y me paro justo en frente de la televisión.
—¡Mierda, Lane! — grita mi hermano y me lanza el control remoto, golpeando mi estómago. No me moví.
—Penny, ¿puedes moverte, bonita? — dice Grisam.
—Claro — respondo sonriente y me siento a su lado.
—Odiosa — susurra mi hermano.
—Pero me amas — le respondo.
En eso, el timbre suena y me levanto del sofá.
—Penelope — me llama Grisam y volteo a verlo —. No tienes zapatos, ni el cabello peinado.
—Qué novedad — respondo y vuelvo a mi rumbo.
Abro la puerta y del otro lado del marco aparece Chandler en camisa, jeans, zapatillas y sus manos en los bolsillos del pantalón.
—Hola — dice él.
—Hola, pasa — respondo y le doy lugar para que entre a mi casa.
—Espera — dice él y le quedo viendo confundida. Chandler mira hacia un costado y sonríe.
—Hola, lamento demorar — dice una voz femenina subiendo las escalerillas de MI casa.
—Espero que no les moleste que haya traído a Brianna — dice Chandler.
—No, no... no hay problema — fabrico una sonrisa y los dejo entrar a MI CASA.
MIIIII CAAAAASAAA.
MI PUTA CASA.
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ole khe tal? :D no me mate pls :D gracias :D
Se que está muy fome, pero es lo que estaba escrito así que yolo. Lamento tardar tanto, pero.. ya saben.. tengo una vida. Ahrequiensecreia.. Pero en serio, comencé las clases y tengo tareas, que estudiar, además que últimamente la paso leyendo ejemYjugandoalossimSejem así que..
IS IT TU LEIT NAU TU SEI SOOORRI??
okno, en serio xD perdón, prometo subir más seguido :]
Aish, sha, sho ze khe me haman :3
Okay, me voy. Pai ♥
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We Were The Same ·Chandler Riggs·
Teen Fiction2da temporada de We Are The Same. Penelope vuelve de Canadá dos años después de haberse marchado de Atlanta, dejando a su madre, su escuela, y a su mejor amigo. Pero al llegar de regreso, descubre que nada es igual que antes, que promesas se rompie...