Capítulo 2

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Nélida le había prohibido prácticamente a KyuHyun acercarse a los terrenos de Idalia, por lo tanto, tenía una orden real de pasar una semana con cada una de sus demás hijas para tomar una decisión prudente. Y la primera de la lista era Partenia

Un precioso jardín de flores en todo su esplendor. Los terrenos eran cálidos y acogedores. Las aves volaban con alegría y los mamíferos roedores corrían de rama en rama con la mayor libertad. Las personas de ahí lucían trajes pasteles y eran sonrientes y amables, aunque su timidez era una característica peculiar.

Todo aquello era un verdadero mundo color de rosa

-Bienvenido, señor Cho- exclamó Petenka al anuncio del caballero que vigilaba el portón a los jardines delanteros de la mansión de la reina primavera

Él agradeció la amabilidad con una reverencia y se adentró en la cálida mansión. Elaborada a base de mármol blanco y techos celestes, parecía un castillo de los típicos cuentos de hadas. Grandes ventanales y un puente de barandales platas con enredaderas que daban pequeñas flores lilas adornaban el único paso por medio del pequeño lago que rodeaba la mansión.

Partenia estaba nerviosa con su llegada, pero su ansiedad también se hacía parte. Él la notó, más allá de parecer la mayor de las 4, era una chiquilla con las características emociones de pureza. Sin duda sería una persa fácil, pero a él, desgraciadamente no le gustaba lo fácil. Y además no era propio de su personalidad prejuzgar

La primera cita fue verdaderamente un enorme terrón de azúcar para su amargo corazón. La chica era dulce y tierna en toda la expresión. No cabía duda del porque todos le amaban y le apreciaban en su reino, pero no había en ella algo que le provocase más que ternura, protección de hermano mayor a hermana menor o un problema cardiaco a causa de tanta miel en esos siete días.

Partenia tenía una peculiar forma de ser. Parecía que los rasgos inocentes y aniñados se encontraban concentrados en ella. Sin duda, reflejaba más a una chica de quince años a una de veintitrés, como le había anunciado

-Llegando a los 45 dejare de envejecer. Y entonces podré vivir con esa apariencia mi vida inmortal. Solo espero seguir siendo bonita- y de manera tierna coloco su cabello detrás de su oreja ocultando una risa bobalicona.

-Sin duda lo serás- bebió de la taza blanca con adornos rosas. Sin duda esa chica parecía estar obsesionada por los tonos pastel, pues desde que la conoció, eso predominaba demasiado en su guardarropa. O al menos los 3 vestidos rosas que había utilizado desde la primera vez que visito su reino se lo había demostrado.

El carácter de la chica era perfecto para un tipo dominante y que quisiera a una dulce chica sumisa a sus órdenes. Sin duda, Nélida tendría que cuidar mucho a su hija prójima porque si un desdichado la encontraba, se apoderaría de su reino sin problemas si la llegaba a enamorar, y Kyu dudaba que eso fuera difícil.

Sin duda, la mayor era débil antes los pequeños detalles. Bombones, flores, chocolates, palabras bonitas, paseos en carroza por el reino, peinetas, guantes de encaje entre otras cosas le habían hecho enrojecer las mejillas y mostrarse entusiasmada ante el poco interés de Cho, quien daba obsequios solo por la vieja pero efectiva táctica de los regalos a las chicas, para encandilar.

-Es alguien demasiado dulce para mí. No creo poder tener la paciencia que se requiere para poder sobrellevarla. Su nivel de amor es demasiado- explicó a Nélida después de haber expirado el tiempo máximo que debía pasar con cada chica

-¿No es justo eso lo que necesitas?

-¡Pero no de esa forma! Es demasiado- exclamó exasperado. Nélida sonrió como si supiera ya el efecto que tendría la personalidad de su hija mayor en su protegido

4 Seasons (KyuHyun-Hetero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora