Epílogo

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Durante meses la idea le rondaba en la cabeza, desear con todas sus fuerzas revivir a Idalia y traerla a su lado para poder amarla en vida, y no en los recuerdos como ahora, esos recuerdos que lo hacían llorar noche tras noche y beber los fines de semana lleno de desdicha y un corazón hecho pedazos. Pero dentro de ese deseo punzaba la idea aterradora de revivir con ello a Vanesa

-Idalia decidió revivirnos- relataba Orelle mientras daban un paseo por sus bosques llenos de hojas ocres cubriendo el suelo –No fuiste tú precisamente. Ella decidió darnos un poco de su esencia y revivirnos. Pero no revivió a Vanesa. Incluso, existía un efecto invertido en nosotras

Kyu aún se encontraba muy confundido. Y pensar que él tenía también ciertos poderes lo aturdía -¿Entonces, que ocurrió?- se rasco la nuca mientras realizaba la pregunta

-Vanesa nos había matado utilizando el poder que te había quitado y si Idalia moría, todos lo haríamos. Por eso, la vez que ella se intentó suicidar dejando de beber el elixir de vida, mi madre la obligo a tomarlo, porque sabía perfectamente que si ella perdía la vida,, todos lo haríamos. Entonces, cuando ella se suicidó contigo, decidió traspasarnos su aire a cada una para traernos de nuevo a la vida. Todos los seres de esta dimensión tenemos su esencia dentro de nosotros, es lo que ahora nos permite vivir y le estaremos eternamente agradecidos.

Con una sonrisa Orelle recordaba a su hermana. Aunque Noa llevaba el reino y todo marchaba bien pues la máxima amenaza se había extinguido, las criaturas mágicas del invierno se encontraban en lo que parecía, una sombra de melancolía que era eterna.

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Kyu había perdido total esperanza. Solo una pequeña ceniza trataba de encender en el interior de su corazón endurecido por el tiempo y la falta del amor, amor que para él no existía y ansiaba poder encontrarlo en alguna dimensión cuando el también falleciera.

Las primeras semanas fueron demasiado difíciles, había bebido mucho, había recibido llamadas de atención en su trabajo al cual tuvo que renunciar y encontrar algo más, depresión, no salía, estaba de mal humor y veía a menudo sus recuerdos físicos con Idalia. Y por su mente paso muchas veces el suicidio, pero este fue menos posible cuando Nélida lo llevo a vivir a su castillo con el fin de que no cometiera ninguna tontería.

Después de 5 meses, él se había estabilizado y se había dicho a si mismo

-"A Idalia no le gustaría verme aquí, todos los días lloriqueando en una cama su muerte, siendo un holgazán fracasado mientras dejo pasar el tiempo y me vuelvo viejo. Debo hacer que se sienta orgullosa de mi este donde este"- y mientras tomaba su saco café, partió rumbo a la biblioteca para despedirse de Nélida y darle las gracias y después, buscar un nuevo empleo y ser alguien.

No le costó encontrarlo, pues había sido aceptado en una importante universidad de Seúl como profesor de matemáticas y música contemporánea. Y un año después se sentía orgulloso de ser quien era, añorando en su corazón que su amada eterna sonriera al ver el buen hombre que era ahora.

Eran alrededor de las 7.15 de la mañana, estaba comenzando a explicar trigonometría a los alumnos de tercer año, una materia de tronco común que llevaban aquellos relacionados con ingenierías, negocios y contadores públicos auditores. La directora de la carrera toco a su puerta, el avanzo ante las miradas embelesadas de sus estudiantes femeninas, quienes se desvivían en ser aplicadas en su clase para sacar buenas notas y ser reconocidas por el guapo y joven profesor Cho.

-Buenos días profesor- la mujer se inclinó en una reverencia –Perdone por interrumpir su clase, una alumna de intercambio ha llegado y comenzara clases con nosotros hoy.

4 Seasons (KyuHyun-Hetero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora